El Clásico Nacional entre las Águilas del América y las Chivas del Club Deportivo Guadalajara ofreció un espectáculo superior al esperado. Las dos escuadras saltaron al terreno de juego con el claro objetivo de ganar el encuentro, sin embargo, un par de jugadas ríspidas que no fueron sancionadas por el árbitro despertaron la polémica en la cancha del Estadio Azteca.
César Arturo Ramos Palazuelos fue el árbitro encargado de sancionar el encuentro. No obstante, sus polémicas decisiones tomadas en la misma cancha, pero en la final del torneo Apertura 2019, resonaron con enorme fuerza desde el minuto 28. En una lucha de velocidad entre Jorge Sánchez y Cristian “Chicote” Calderón, el jugador americanista ganó la posesión del balón pero quedó tendido después de una aparente falta.
El medallista olímpico no se levantó del césped de inmediato. Y es que al barrerse para desviar el pase entre sus contrincantes, Calderón protagonizó una dura entrada donde pisó la pierna de su contrincante con la suela de su zapato. Al notarlo, los compañeros de Sánchez se acercaron a auxiliarlo y logró levantarse. Esperando la decisión, el defensor le mostró al juez central las marcas del pisotón, pero decidió no sacar la tarjeta.
El analista arbitral Felipe Ramos Rizo no fue indiferente a la decisión de Ramos Palazuelos y señaló que cometió un error al no sacar un cartón de su bolsillo. En ese sentido, consideró que “le perdonan la tarjeta roja al chicote Calderón”, en su cuenta verificada de Twitter @ramosrizo.
En ese momento los ánimos permanecieron en calma, pero la omisión arbitral comenzó a sembrar rencillas entre los 22 jugadores del campo. Mientras tanto, los americanistas, que comenzaron siendo los dueños del encuentro, se desconcentraron y permitieron el avance de sus rivales en el trámite del partido. En ese momento, Alexis Vega se convirtió en el principal eje de ataque de las Chivas aunque no pudo concretar.
Con el ánimo exacerbado, las faltas y el contacto físico entre Águilas y Chivas comenzaron a aumentar su intensidad. Un par de minutos antes de cumplir los primeros 45 minutos, una entrada, de baja magnitud en apariencia, encendió el enojo de Pedro Aquino, quien se levantó molesto del césped después de haber sido derribado por la espalda por el chivista Sergio Flores.
Después de un intercambio de palabras, jugadores de ambas escuadras acudieron para defender a los implicados en la jugada. Jorge Sánchez, quien fue la víctima de la primera falta, se acercó para encarar al Chicote Calderón. Los empujones aumentaron y los jueces acudieron para apaciguar el conflicto. En la escena tampoco fue necesaria la amonestación, pero los jugadores no le pusieron fin al conflicto.
En el tiempo agregado se volvió a presentar un conflicto entre los jugadores que involucró a la banca de las Chivas. Henry Martin y Miguel Ponce chocaron en la disputa por el balón en el borde del terreno de juego, pero después intercambiaron algunos empujones. En el amontonamiento se notó que el silbante mostró el cartón amarillo, pero no fue claro a quién. Antes de reanudar, el silbante recibió la indicación de revisar el VAR.
Al observar la repetición, se observó a Martín y Ponce intercambiando algunas palabras, pero en ese momento se acercó el arquero Raúl Gudiño y abrazó al americanista por la espalda. Al inmovilizar sus brazos, el defensor de las Chivas acercó su mano al rostro del delantero y apretó los dedos violentamente sobre sus ojos. A pesar de la clara intención de herir a su rival, el silbante solamente sacó el cartón amarillo a los involucrados.
La intensidad del primer tiempo se diluyó en el complemento. El América tuvo oportunidades más claras para ganar el encuentro, pero Raúl Gudiño atajó un par de goles manifiestos de Henry Martin. El Clásico Nacional finalizó sin goles, aunque superó la expectativa gracias al desempeño de los visitantes. Las Águilas finalizaron como líderes, con 21 unidades, mientras que Guadalajara escaló un peldaño, consolidándose como el octavo mejor clasificado.
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