Los ecos del Clásico Nacional no se han hecho esperar. El empate de la Chivas en la cancha del Azteca ha significado oxígeno puro en tiempos complicados al interior de la institución rojiblanca. La inercia que arrastraba el chiverío con Víctor Manuel Vucetich cambió con Marcelo Michel Leaño en el banquillo. Sin embargo, al joven entrenador le aguardan otros desafíos que deberá cumplir si pretende extender su estancia en el cargo y transformar la realidad del Rebaño. Así lo evalúa el periodista Rafa Ramos.
“Chivas fue otro. Y fue mejor. Su jugador no tuvo ese miedo al miedo, con el que se le venía amamantando falazmente en los últimos años. La careta del terror era mito de técnicos aterrorizados”, escribió Ramos en su columna para ESPN.
“Marcelo Michel Leaño sacó un cero (0-0, marcador final), pero aprobó en el Clásico Nacional”, opinó Ramos.
El partido que propuso Leaño encontró sustento en el desgaste físico. Por ello, obtuvo la oportunidad de hacerle daño a Las Águilas con ataques rápidos. Ramos, además, no dejó ir vivo a Alexis Vega, que falló la ocasión más clara del primer tiempo por lo que fue criticado.
“Chivas mostró los dos rostros de una bestia competitiva: fue un perro insaciable y voraz detrás del balón, y un explosivo talentoso para saber usarlo. Así fue que despojó y maniató al América, y plantó dos posicionamientos de gol, el más claro, lamentablemente errado por Alexis Vega. Quiso ir por el vodka antes de meter el balón”.
El analista recordó que los momentos vividos por Chivas en las últimas semanas volvían crítico el entorno, pero al mismo tiempo ese escenario tan endeble hacía posible que cualquier mejora adquiriera el carácter de notable. “Y así quedó claro que las jornadas vergonzosas del Guadalajara tienen culpables: jugadores indolentes, indisciplinados, y que ante ellos han pasado técnicos expertos en zurcir calcetines y no en entretejer osadías”.
En su análisis, dejó entrever que el motivo por el que los tapatíos mostraron otra cara ante el América todavía no puede ser del todo claro ni absoluto. “Patrocinado, auspiciado y cobijado por el ambiente propio del Clásico Nacional, Leaño convenció a sus jugadores de querer, de poder y de saber cómo ganar este sábado. Pero, ¿fue el ambiente propio de este partido o el bisoño entrenador, el responsable final?”.
Ramos también subrayó que lo mostrado en el Clásico apenas es una breve muestra del camino que debería seguir un equipo de la trascendencia del Rebaño. “Chivas necesita trabajo. El jugador necesita más herramientas, físicas, futbolistas y estratégicas. En ese sentido, Leaño tiene poco tiempo, pero debe dedicar más trabajo a fortalecer al jugador como parte de un grupo, en la cancha, que a esa retórica sacada del vientre mitómano de las galletitas chinas”.
La responsabilidad de Ricardo Peláez en el nombramiento de Leaño resulta reveladora. De acuerdo con la evaluación del periodista, el término de “interino” le resta autoridad al entrenador en turno en un vestuario ávido de una figura referencial.
La salida de Víctor Manuel Vucetich del Rebaño obligó a tomar medidas urgentes. Fue así que Marcelo Michel pudo cumplir, por segunda vez, su sueño de tomar las riendas del club tapatío. Son varias las opciones que se han puesto sobre la mesa: desde el regreso de Matías Almeyda hasta la llegada de Jaime Lozano. Sin embargo, por ahora, no ha habido ningún anuncio oficial. Al menos a corto plazo, Leaño podrá prolongar uno de los anhelos profesiones que siempre tuvo.
De acuerdo con el periodista David Medrano, cuando Michel se reunía en comidas con César Luis Menotti, Ricardo La Volpe y Rubén Omar Romano, nunca ocultaba sus deseos a futuro: primero, entrenar a Chivas; luego, a la Selección Mexicana. Al menos la primera parte de sus aspiraciones se ha cumplido.
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