La rivalidad entre América y Chivas nunca ha conocido de términos medios. El odio forma parte intrínseca de estos dos clubes. Sin embargo, esa circunstancia no ha evitado que múltiples jugadores hayan desfilado por los vestidores de ambos clubes. Aquí, un repaso de algunos de los casos más sonados.
Oswaldo Sánchez
Surgido de la cantera del Atlas, Oswaldo pasó al América en el Inverno 96. Aunque no consiguió afianzarse como referente de Las Águilas, sus actuaciones le convirtieron en uno de los mejores guardametas del país: fue convocado por Manuel Lapuente para integrar la nómina mexicana que viajó a Francia 98. En diversas ocasiones, Sánchez ha reconocido que esa etapa le sirvió para forjar el carácter que luego le catapultó a lo más alto del futbol nacional.
San Oswaldo pasó a Chivas en 1999. En el club tapatío se consagró como el portero mexicano más destacado de la época: titular inamovible de la Selección durante el proceso de Ricardo La Volpe; mejor portero de la Copa Confederaciones 2005, por encima de Oliver Kahn y Dida; y campeón del Apertura 2006 con el Rebaño.
Carlos Hermosillo
El Grandote de Cerro Azul, como le apodó Enrique Bermúdez, representa un caso por demás especial en el futbol mexicano: fue campeón con el América, ídolo y campeón con Cruz Azul, y finalizó su carrera con Chivas. Pocos jugadores pueden presumir de semejante estatus. Hermosillo comenzó su andar en las canchas con Las Águilas en la temporada 1983-1984.
Su impactó fue inmediato, dio la vuelta olímpica con América en el año de su debut y en cuatro ocasiones más. Además, fue artífice de una memorable batalla campal en el Clásico de Clásicos en 1986. Hacia recta final de su carrera, Hermosillo aterrizó en Guadalajara para jugar con el chiverío. Su objetivo era alcanzar a Cabinho como el máximo artillero en la historia del futbol mexicano. El veracruzano marcó siete veces en el año que pasó vestido de rojiblanco. No pudo romper el récord histórico (se quedó a 18 goles de los 312 del Cabo) y colgó los botines tras un año en Verde Valle.
Luis García
El entonces apodado Niño Artillero decidió poner fin a su aventura europea para llegar al Nido de Coapa en 1995. Procedente de la Real Sociedad, García explotó sus últimos años de prosperidad futbolística en el América. No logró campeonar, pero su efectividad de cara al arco se mantuvo intacta: marcó 40 goles en 78 partidos.
Tras un breve pasó por Atlante, donde salió campeón de goleo, el Doctor llegó a Chivas para el Invierno 98. Con el Rebaño su efectividad bajó, quizá como síntoma del ocaso de su carrera, pero se mantuvo en términos aceptables para el futbol mexicano: 20 goles en 56 partidos. Su paso por la oncena tapatía quedó marcado por la final perdida contra Necaxa en el Inverno 98, en la que se negó a tirar un penal que finalmente erró Alberto Coyote.
Ricardo Peláez
Peláez conoce a fondo las estructuras deportivas de los dos clubes más importantes del países. Vistió las dos casacas y también fue presidente deportivo en ambos clubes. Con Las Águilas fue campeón del Prode 85. Mientras que en Guadalajara tuvo un paso más discreto. Richard vivió en Necaxa sus mejores momentos como jugador, pero se dio el gusto de añadir los nombres de América y Chivas a su biografía deportiva.
Como directivo, Peláez se encargó de devolver el brillo a las vitrinas azulcremas luego de una época negra en Coapa: ganó dos ligas y dos Concachampions. En Chivas no ha gozado de la misma fortuna: desde su arribo en 2019, el club tapatío ha batallado para encontrar regularidad.
Ramón Ramírez
Sin duda, se trató del caso que más revuelo causó. Ramón Ramírez era, en 1999, figura indiscutida de Chivas y de la Selección Mexicana. El América lo quería a toda costa y lo encontró. Salvador Martínez Garza, presidente del Rebaño, decidió venderlo a Coapa debido a los problemas económicos que atravesaba el club rojiblanco. Nada fue lo mismo. Ramón jamás se sintió cómodo con la playera amarilla y salió del club tras una sola temporada.
Su vida y su carrera dieron un giro de 180 grados. Pasó a Tigres, donde recuperó cierto nivel futbolístico; sin embargo, fue protagonista de un accidente automovilístico en el que fallecieron tres personas. Volvió a Chivas para una segunda etapa en la que nada fue igual.
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