La carrera de Christian Martinoli ha atravesado distintos procesos de formación que lo han convertido en uno de los cronistas deportivos más importantes de México, uno de los que mayor alcance tiene en territorio nacional y ejemplo de muchos jóvenes que comienzan su camino en la industria.
Su llegada a TV Azteca no fue circunstancial, ya que primero tuvo que empezar a desarrollarse en otros medios para empezar a ganar experiencia, confianza y jerarquía, pero todo esto no se hubiera podido sin su excepcional pasión por el fútbol.
Uno de los principales secretos que esconde el relator mexicano no es su incondicional amor por el deporte, sino su particular desprecio al fútbol como trabajo. A pesar de que disfrutaba de practicarlo, en cuanto se unió a las fuerzas básicas del Toluca y conoció la disciplina que necesita un futbolista, en ese momento dio un paso al costado.
Martinoli era un apasionado de los Diablos, principalmente por ser un ciudadano mexiquense durante su niñez y juventud, por lo que su incursión en los medios no se dio muy alejado de su gran devoción, ya que la primera experiencia profesional que tuvo en cualquier medio de comunicación se dio gracias al Toluca.
En entrevista con Mónica Garza de TV Azteca, el relator nacido en Argentina platicó cuál fue uno de sus secretos que lo llevaron al periódico, su primera experiencia profesional, en el que relata una de sus grandes constantes al momento de buscar una oportunidad: ir a tocar puertas.
“Cuando dejé de jugar fútbol en Toluca, antes de entrar a la universidad, ya a la siguiente semana fui a pedir chance al Sol de Toluca, el periódico que más se leía. Sabía que no me iban a pagar nada, pero fui a pedir la oportunidad de poder trabajar”, afirmó para Historias Engarzadas.
Con este gran pasado dado antes de comenzar sus estudios profesionales, el cronista de apenas 19 años ya empezó a formar su trayectoria en los medios y lo hizo debido al enfoque que le puso a su vida desde un principio.
“Empecé a reportear los entrenamientos del equipo donde yo estaba, entonces de una semana a la otra pasé de ser un jugador de shorts a entrevistar a los chavos con los que yo jugaba”, comentó Martinoli, ya que esta transición se dio inmediatamente después de abandonar las fuerzas básicas de los Diablos, en Metepec.
Además, en esta primera experiencia profesional, un joven Christian se dio cuenta de otro de sus grandes secretos para consagrarse como periodista deportivo: no hacerse amigo de los futbolistas, un principio que mantiene hasta la actualidad.
“Ahí me di cuenta de que no me podía hacer amigo de los futbolistas. El día que voy a reportear el primer partido, el portero comete un error y lo publico en tres renglones al día siguiente. En el entrenamiento del lunes, el portero me vino a encarar diciéndome que cómo lo maté (en el relato de las acciones)”.
Esa es la lectura que Christian Martinoli le dio a su profesión y que le ha servido para llegar al escenario donde se encuentra en la actualidad, ya que su estilo ácido e irreverente contra los protagonistas no le afecta al momento de emitir un juicio.
Posteriormente relató que el siguiente paso como profesional también lo pidió tocando una puerta, concretamente la de Tonatiuh López, periodista mexiquense que tenía un programa de radio con los derechos de transmisión de los Diablos del Toluca. La oportunidad le fue otorgada gracias a su iniciativa paulatinamente comenzó su aventura como cronista de fútbol.
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