El nuevo abogado de la marchista mexicana, María Guadalupe González, comentó que los antiguos representantes jurídicos de la atleta mexicana falsificaron un par de documentos en el caso de doping que sufrió la deportista en 2018 y que la ha tenido alejada del deporte y no pudo participar en Tokio 2020.
En una entrevista para ESPN el jurista mencionó que la marchista se equivocó en sus declaraciones al mentir en ellas por el consejo de sus antiguos abogados Víctor Espinosa y Luis Fernando Jiménez en los inicios del litigio ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo:
“Ella no mintió, dijo la verdad. Pero estos señores, los dos abogados mexicanos que contrató primero modificaron la historia y tuvieron una actuación fatal que perjudicó el proceso”
En aquella ocasión la marchista mexicana dentro de los juzgados de la entidad deportiva apuntó que la Trembolona, sustancia que se le encontró en una prueba de dopaje hecha el 16 de noviembre de 2018, fue introducida en su cuerpo por el consumo accidental de carne contaminada en un puesto informal de la Ciudad de México donde había comido hígado de res.
La Trembolona es un andrógeno perteneciente a la familia de los esteroides usado para la ganancia magra de músculo y la pérdida del apetito que tiene como consecuencia un déficit calórico que logra la pérdida de grasa.
Ratificó en las audiencias posteriores pero cometió algunas inconsistencias al mencionar que había comido tacos de carne magra de res y puerco en vez de hígado como se había dicho en la primera versión.
Estas inconsistencias fueron causadas por sus primeros abogados que la incitaron a contradecir las declaraciones: “Mi error fue confiar en ellos, estoy muy arrepentida, pero mi experiencia y falta de coraje de defender mi verdad es por lo que estoy pagando” comentó la atleta al romper con sus litigantes.
El actual abogado de la deportista, Adrián Camargo, también consideró que el defensor colombiano, Andrés Charría, también había tenido varias irregularidades en el caso y que su defensa ante el TAD no fue la mejor, ya que pensó que con una aceptación de consumo del esteroide y una disculpa iban a ser suficientes para que el organismo determinara una sanción más pequeña:
“Dopaje no es solo consumir una pastilla que le va a mejorar el rendimiento a un deportista, por comerse unos tacos una deportista está suspendida cuatro años”, mencionó el jurista sudamericano en 2019 cuando se ratificó la sanción de cuatro años de suspensión deportiva para la atleta.
Cosa que no ayudó en nada, ya que además de la primera sanción dictada en 2019, este 2021 se dio una nueva multa de cuatro años más ligados a la primera sanción; es decir del 16 de noviembre de 2016 al 15 de noviembre de 2026, por lo que se perdería los Juegos Olímpicos París en 2024.
Adrián Camargo consideró que no fue la mejor forma de proceder: “cuando llegaron a la audiencia en Suiza le aconsejaron que era mejor que entrara y pidiera disculpas para que la perdonaran y ahí quedara, y ella, pues, hace lo que le diga su abogado; el resultado lo sabemos todos”.
El actual abogado mencionó que los primeros juristas habían falsificado la firma de Lupita González para que los documentos inconsistentes estuvieran listos sin enterar a la deportista: “Los abogados falsificaron dos documentos oficiales; además, falsificaron su firma varias veces en los escritos que ellos hicieron llegar como medios de prueba ante el primer tribunal disciplinario”.
Estas fuertes declaraciones se realizan días después de que el defensor metiera en tiempo y forma una apelación ante el Tribunal Deportivo el 8 de septiembre para tratar de suspender esta nueva sanción, esperando que en un mes haya una respuesta y se esté en la capacidad de empezar las audiencias para intentar que González pueda competir en 2024: “Confiamos en poder encontrar la justicia que se merece Lupita”.
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