Tras meses de rumores y negociaciones, la pelea entre Canelo Álvarez y Caleb Plant fue presentada de manera oficial este martes 21 de septiembre. En medio de las polémicas declaraciones del estadounidense contra el tapatío y su equipo, se vieron la cara por primera vez en un entorno poco pacífico. Los pugilistas intercambiaron algunos manotazos y empujones que requirieron la intervención del personal organizador. No obstante, a ojos de David Faitelson es parte del espectáculo.
Luego de difundirse el hostil careo entre los protagonistas del próximo 6 de noviembre, el polémico periodista deportivo no demoró en dar su opinión al respecto. “Canelo y Plant hacen el espectáculo para vender más boletos y más televisión. Normal. Tampoco nos espantemos de ello. A mí, en lo personal, me parece una falta de respeto. Los golpes deben tirarse encima del ring. Esto es una payasada”, sentenció en su cuenta de Twitter, @Faitelson_ESPN.
Álvarez y Plant se dieron cita en Beverly Hills, California, para la confirmación del pleito. Vestidos con ropa elegante, posaron para los medios de comunicación. Después de algunos segundos, se situaron frente a frente. Canelo se despojó de sus gafas negras y clavó su mirada en el vacilante rostro de su oponente. Silencio. Nada más transcurrió hasta que los labios de Sweet Hands comenzaron a moverse.
Entre sonrisas, el encargado de dirigir el acto se paró detrás de ellos y comenzó a emitir el discurso de la presentación. La calma tuvo un abrupto final cuando el mexicano reaccionó al diálogo de su interlocutor y lo empujó por los hombros, haciéndolo retroceder varios metros en el borde del escenario.
“F*ck you, motherf*cker”, pronunció Canelo mientras su rival se le acercaba de nueva cuenta. En ese momento, Plant lanzó una bofetada con la mano izquierda que pudo ser esquivada por el tapatío, quien le respondió con un manotazo aterrizado sobre su hombro derecho. Ante la tensa escena, intervinieron las esquinas de ambos pugilistas para separarlos y apaciguar la situación.
A pesar de que Canelo se ha caracterizado por su reservada personalidad en los meses previos a cada una de sus peleas, en esta ocasión perdió el control y fue el primer personaje en hacer contacto físico. El escenario se llenó de personas después de los empujones y, al término de algunos minutos, el acto oficial y la conferencia de prensa pudieron continuar.
El exacerbado ánimo entre ambos personajes no cesó. Durante la comparecencia ante los medios de comunicación las palabras continuaron fomentando el conflicto. Por su parte, el estadounidense hizo hincapié en el escándalo protagonizado por Óscar Valdez en días previos, cuando eludió una sanción por el supuesto uso de fentermina, una sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje. “El boxeo no tiene espacio para tramposos, los tramposos que recurren a las substancias lo hacen por miedo”, declaró.
En consecuencia, Canelo se defendió y afirmó que “hay perros que ladran no por bravos, sino porque tienen hambre. Desprestigian porque pueden. Lo tomo de quien viene. Todo sale a la luz”.
A pesar de que la bochornosa escena causó revuelo entre los asistentes, ambos pugilistas acordaron demostrar la superioridad encima del ring. El próximo 6 de noviembre estarán en juego todos los cinturones en la categoría de las 168 libras. El ganador del combate pasará a la historia como el primero de peso supermediano en conseguirlo, aunque Canelo podría convertirse, además, en el primer mexicano en lograrlo.
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