Después de caer en su regreso al boxeo a los 42 años frente a Yordenis Ugas por decisión unánime, Manny Pacquiao anunció su retiro del boxeo para centrarse directamente en su candidatura a la presidencia de Filipinas.
El ahora ex boxeador, que puso punto final a su carrera en la que cosechó 62 victorias (39 KO) y 8 derrotas, conmocionó a sus seguidores con sus revelaciones en una entrevista íntima en diálogo con ToniTalks, en las que aseguró que pensó en quitarse la vida.
“Estaba solo en mi habitación en Estados Unidos para una pelea. Estaba leyendo un libro llamado Vida con Propósito y también leía la Biblia. En ese momento sentí ganas de acabar con mi vida porque me estaba arrepintiendo de mis pecados”, confesó el filipino, y agregó: “Estaba solo en mi habitación y lloraba incontrolablemente”.
“Me pregunté a mí mismo qué debería hacer. ‘Señor ¿no soy digno? Si pudiera volver el tiempo atrás y deshacer todo lo que he hecho contra ti…’”, explicaba sobre aquel momento en el que la depresión y los fantasmas invadieron su cabeza, apoderándose de su mente. A partir de allí, reconoció que buscó diferentes maneras para salir adelante.
“Yo solía ser mujeriego, borracho, apostador, todo eso… Las palabras que salieron de mí boca fueron de mala voluntad. Me sentía pequeño. Estaba de rodillas, de cara al suelo, solo. Después de eso llamé a un estudio bíblico”, comentó.
“Cuando escuché la palabra de Dios me sentí muy feliz”, afirmó el múltiple campeón de boxeo en distintas divisiones.
En la misma entrevista, que utilizó también para anunciar oficialmente su retiro del deporte para encaminarse a la presidencia de su país, Pacquiao se mostró agradecido por haber logrado dejar un legado en el boxeo. “Mi carrera terminó. Llevo mucho tiempo en el boxeo y mi familia dijo que es suficiente”, relató.
“Continué porque soy un apasionado de este deporte”, explicó sobre su regreso al cuadrilátero, “y simplemente apoyaré al resto de los boxeadores para que tengamos un campeón nuevamente”, sentenció.
En lo que respecta al mundo político, Pacquiao aceptó la nominación de su partido PDP-Laban en su convención nacional el pasado fin de semana, comprometiéndose a servir honestamente al pueblo filipino que, según dijo, espera un cambio de gobierno.
“Soy un luchador y siempre seré un luchador dentro y fuera del ring”, dijo en su discurso. “En nombre de nuestros compatriotas que durante mucho tiempo han deseado el cambio correcto en el gobierno, espero de todo corazón, con valentía y humildad su apoyo”, agregó.
El boxeador, que cosechó doce títulos en ocho categorías distintas de boxeo, ha prometido combatir la pobreza y la corrupción y ha advertido que la población “ha esperado demasiado para ver avances”. “Es hora de que ganen los oprimidos. Es hora de que nuestra gente, que ha caído en la pobreza, se recupere” afirmó.
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