Chivas decidió despedir a Víctor Manuel Vucetich y se ha quedado sin entrenador de cara al Clásico Nacional. Al menos con un entrenador definitivo, pero el banquillo rojiblanco estará ocupado por Marcelo Michel Leaño. El directivo que comanda la estructura de las Fuerzas Básicas del club tomará el cargo de forma interina, antes de que se anuncie al nuevo timonel.
La dirección técnica es el hábitat natural de Leaño. Aunque ha ocupado diversos cargos directivos a lo largo de su carrera en el futbol profesional, jamás ha escondido que sus principales metas tienen que ver con el trabajo de campo. En Chivas ya ha ocupado el interinato del banquillo en 2020, cuando el Rebaño prescindió de los servicios de Luis Fernando Tena. En aquel cotejo, frente a Juárez, Guadalajara ganó 2-0.
Los origenes de Leaño y su pasión por el futbol se remontan a 2006. César Luis Menotti llegó a la Perla Tapatía para dirigir a los Tecos. Leaño vio una gran oportunidad de aprendizaje y fue el chófer personal del mítico entrenador argentino. Posteriormente, continuó preparándose para ser director técnico. Marcelo Michel no jugó futbol profesionalmente, pero siempre tuvo claro cuál era su camino.
Aquella conexión con Menotti le permitió, años más tarde, integrar a Fernando Signorini a su cuerpo técnico en Coras. El Ciego, como se le conoce a Signorini, fue el histórico preparador físico personal de Diego Armando Maradona. Además, trabajó con Lionel Messi en el Mundial de Sudáfrica 2010.
En 2012, Leaño tuvo su primera experiencia de alta exigencia en Chivas: fue nombrado director deportivo del proyecto encabezado por Johan Cruyff. Posteriormente, en 2013 debutó como entrenador con Venados de Mérida. También acumuló experiencia en Coras de Tepic y Zacatepec. Su gran momento llegó en 2018, cuando asumió como director técnico del Necaxa.
Leaño rompió un récord al frente de Los Rayos: se convirtió en el entrenador más joven en dirigir en la primera división mexicana, con apenas 30 años. Con el equipo hidrocálido consiguió también su primer campeonato: la SuperCopa MX 2018, en la que su equipo venció a Rayados de Monterrey.
La llegada de Ricardo Peláez a Chivas 2019 parecía ser un punto de ruptura con lo que hasta entonces se había visto del Rebaño en la era de Amaury Vergara. Los fichajes de renombre no se hicieron esperar. En el primer mercado de Peláez al frente del club, arribó a Verde Valle una colección de jugadores que prometían impulsar al chiverío a los primeros puestos de la clasificación: Uriel Antuna, Ricardo Ángulo, Christian Calderón y Alexis Peña, además de los sonados regresos de José Juan Macías, Gallito Vázquez y Víctor Guzmán (posteriormente descartado por dopaje).
A pesar de la inversión realizada y de las expectativas generadas, Chivas batalló para encontrar el rumbo con Luis Fernando Tena en el torneo Clausura 2020, antes de que se suspendiera por el inicio de la pandemia. La reanudación del futbol mexicano no trajo las mejores noticias para los rojiblancos: dentro del campo seguían sin manifestar el nivel que se suponía debía mostrar un plantel confeccionado para generar un juego vistoso y atractivo.
La salida de Luis Fernando Tena se tomó como un respiro para la masa social rojiblanca. Con Víctor Manuel Vucetich las cosas parecían caminar de mejor modo. Chivas se hizo presente en la Liguilla luego de tres años de ausencia y eliminó al América en los Cuartos de Final. Luego, no pudo superar al León y cayó eliminado en semifinales.
Más allá de esa primera buena impresión, el panorama cambió por completo para el Guardianes 2021. El Rebaño entró a la repesca, pero perdió por goleada (4-2) ante Pachuca. El duro tropezón no impidió que Ricardo Peláez, con el aval de Amaury, decidiera renovar la confianza en Vuce. El tiempo se agotó. La paciencia en Chivas empieza a desbordarse.
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