Video: Cortesía ESPN
La era de Víctor Manuel Vucetich en Chivas ha llegado a su fin. Luego de 13 meses marcados por los altibajos, el club rojiblanco ha optado por prescindir de los servicios del Rey Midas. En las últimas semanas, el Rebaño sacó algunos resultados positivos, pero de acuerdo con David Faitelson el nivel mostrado por los tapatíos no fue suficiente para evitar el adiós del timonel.
El periodista destacó que la forma en la que juega Chivas no le llenó al ojo a la cúpula directiva del club, que optó por despedir a su entrenado a una semana del Clásico Nacional contra el América.
“La decisión la tomó Ricardo Peláez, después de entender que el futbol de Chivas no convencía de acuerdo con la expectativas que tiene sobre el plantel. Amaury Vergara le dio el visto bueno. No fue una decisión fácil. No había una esperanza de que el futbol de Chivas mejorara y que el equipo consiguiera los resultados que necesita. “, comentó Failtelson para ESPN.
El analista también destacó que la cercanía del partido ante el América complica la situación para Chivas, pero recordó que el nivel mostrado por los rojiblancos no dejaba dudas sobre el rumbo en el que se encontraba naufragando la institución tapatía. “No parece el momento oportuno. Pero realmente en cuestión futbolística, hay que decirlo como es: el Guadalajara ayer fue un fantasma en el campo de juego. No hizo los méritos para ganar el partido”.
Finalmente, Faitelson hizo énfasis en la decisión que deberá tomar la directiva para suplir al Rey Midas.
“Si Chivas ha despedido a Vucetich, es porque tiene cerrado a alguien del mismo nivel”, concluyó el periodista.
Víctor Manuel Vucetich llegó a las Chivas en agosto de 2020, como sustituto de Luis Fernando Tena. Durante muchos años su nombre había sonado de manera contante para asumir las riendas del club rojiblanco, pero la opción nunca se había materializado hasta entonces. El mal arranque de torneo del Rebaño hacía necesaria una sacudida. Ninguno de los últimos nombres habían podido darle el éxito esperado una plantilla que se confeccionó gracias a una inversión millonaria.
Fue entonces que Amaury Vergara y Ricardo Peláez vieron con buenos ojos el arribo de uno de los entrenadores más ganadores de todos los tiempos en el futbol mexicano. En principio, Vuce logró enderezar el barco y, tras vencer al Necaxa en el repechaje, logró que Chivas disputara una Liguilla luego de tres años de ausencia. En cuartos de final el cuadro tapatío eliminó al América con tres chicotazos de Christian Calderón.
A pesar del optimismo imperante por aquella victoria, el León de Ignacio Ambriz puso fin a los sueños rojiblancos. Chivas, sin embargo, tenía motivos para soñar: después de cuatro años, había pisado la antesala de la final. Todo apuntaba hacia un crecimiento general para la siguiente campaña.
No fue así. El club tuvo un torneo en el que reinó la irregularidad. Logró acceder al repechaje para enfrentar a Pachuca, pero el desenlace resultó funesto: perdieron por 4-2 ante los Tuzos y tuvieron que ver la Liguilla desde casa.
Ricardo Peláez decidió renovar su confianza en Vucetich y le dio un año más de contrato. El directivo destacó que la continuidad sería la llave maestra con la que Chivas por fin podría asentarse como un equipo regular en el campeonato mexicano. Pronto, la realidad desbarató su discurso.
Guadalajara no tuvo resultados del todo malos, pues a base victorias mínimas y empates sosos logró meterse en puestos de reclasificación, pero había un síntoma muy preocupante: el nivel de juego del equipo. Hoy la paciencia se ha terminado.
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