Javier Eduardo López vive un gran momento en la MSL. Así lo confirma su triplete de ayer contra el Real Salt Lake. Sin embargo, todavía una gran cuenta pendiente en el horizonte de la Chofis: Guadalajara. El pase del jugador pertenece aun a la entidad rojiblanca y el mediocampista ha manifestado que no se trata de un ciclo cerrado.
“Me queda poco de contrato (con San José). Me encantaría que me pudieran comprar, me gustaría seguir aquí. Mi carta pertenece a Chivas. Si me toca regresar me daría mucho gusto: tengo otra revancha por allá”, declaró en conferencia de prensa tras firmar el primer hat-trick de su carrera profesional.
A pesar de dejar la puerta abierta, López también dejó claro que la posibilidad de continuar en la MLS le resulta atractiva. “Me gusta la ciudad, el equipo, cómo me han tratado y lo único que pienso es que me gustaría seguir aquí y quedarme mucho tiempo en este equipo. Me gusta cómo me han tratado y eso lo valoro”.
Ya no queda ninguna duda de que Javier Eduardo ha encontrado un segundo aire en California. Cuando su carrera parecía naufragar sin solución en México, la MLS le ha servido de plataforma para mostrar los mejores rasgos de su futbol. Desde que arribó al futbol de los Estados Unidos, su rendimiento ha mejorado sustancialmente desde cualquier punto de análisis: suma 8 goles en la presente temporada.
López salió del Guadalajara el año pasado tras ser separado del plantel. Algunos jugadores de la institución acudieron a una fiesta; entre ellos, estaban Alexis Peña, José Juan Vázquez, el propio Javier Eduardo y Dieter Villalpando, que fue acusado de abuso sexual. El propietario del club, Amaury Vergara, anunció que todos los jugadores implicados en la fiesta quedarían fuera del club.
Sin ningún club mexicano dispuesto a pagar su elevado sueldo, Chofis tomó la decisión de partir a la MLS con el San José Earthquakes, equipo donde se reencontró con el principal mentor de su carrera: Matías Almeyda. El director técnico argentino no debutó a López en Primera División, pero sí fue el encargado de brindarle mayor proyección en la plantilla principal.
Fue en 2014 cuando Chofis debutó con el Rebaño. Desde aquella época, se hablaba de un jugador con características especiales: regate, visión de juego, técnica, último pase. En suma, un elemento cuyas condiciones escasean en el entorno mexicano. Sin embargo, el constante cambio de entrenadores influyó directamente en la falta de continuidad que le impedía asentarse en el primer equipo.
Las cosas comenzaron a cambiar a partir de 2015, con la llegada de Matías Almeyda a la dirección técnica del club tapatío. Chofis tuvo más oportunidades primero en la Copa MX y, posteriormente, ya en la Liga MX. Su doblete contra Rayados en el Clausura 2016 sorprendió a todos por la calidad que derrochó en ese par de anotaciones. Sin embargo, de nueva cuenta le faltó continuidad: mostraba sus cualidades a cuentagotas.
Almeyda siempre fue paciente con él. En muchas ocasiones, el Pelado mencionó que llevaría al jugador poco a poco, con la finalidad de que no “perdiera el piso”. López continuó sumando minutos y salió campeón del Apertura 2017 y de la Concachampions 2018. En ambos casos, como jugador complementario. Tras la salida de Matías, todo se complicó para el volante azteca.
Chivas experimentó un descenso en su rendimiento que no pudo soluciones ninguno de los múltiples entrenadores contratados: José Cardozo, Tomás Boy, Luis Fernando Tena y Víctor Manuel Vucetich. Uno de los blancos favoritos de la afición durante esa época fue precisamente López, a quien se recriminaba su falta de compromiso con el club. Hoy, su carrera parece tomar el rumbo que muchos le auguraban.
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