Una de las acciones más polémicas y conflictivas del fútbol mexicano -y que la Liga MX ha buscado erradicar y castigar, al igual que la Federación Mexicana de Fútbol (FMF)- es la del uso de grito homofóbico que sonaba cada vez que un arquero o jugador despejaba el balón.
A pesar de las diferentes campañas que inició la Liga BBVA MX y la propia FMF para eliminarlo de los estadios mexicanos, la noche de este jueves los aficionados que acudieron al Estadio Azteca para ver la semifinal de la Liga de Campeones de la Concacaf entre Cruz Azul y Monterrey incurrieron en la falta y usaron el cántico que incita a la discriminación y homofobia.
El juego de la Máquina Celeste contra los Rayados se vio interrumpido por el comportamiento de los aficionados. Para el segundo tiempo, el conjunto de Javier Aguirre ya ganaba el enfrentamiento con un marcador de 4 - 1 (global 5 - 1) así que ya había asegurado su pase a la final de la Concachampions, por lo que la frustración de la afición local se hizo notoria.
Cerca del minuto 63 se escuchó el grito homofóbico, sonó tan fuerte al grado que retumbó en todo el estadio y fue percibido por todos los asistentes del estadio. El árbitro principal del juego tuvo que detener el partido bajo el protocolo de la FIFA para actuar ante el grito homofóbico. En la primera ocasión solo detuvo unos momentos el juego y luego retomó el partido.
Pero debido a la insistencia del público, los aficionados incurrieron en la misma falta y volvieron a usar el grito que prohibió la FIFA, por lo que al minuto 65 se suspendió el juego y los futbolistas se fueron de la cancha por 10 minutos.
El silbante principal no ignoró las reglas del protocolo para erradicar el grito homofóbico y aplicó el Paso 2 de lo que dicta la norma para eliminar el grito; reunió a todos los jugadores al centro de la cancha y al ver que los aficionados no se detenían, los mandó a los vestidores.
Dialogó con ambos clubes, consultó al cuerpo arbitral y determinó la sanción. De inmediato se escucharon chiflidos, reclamos y gritos en contra de los jugadores y del árbitro. Por su parte, el sonido local del estadio replicó el mensaje promovido por la Liga MX para pedir a los asistentes que se calmaran y evitaran gritar la frase prohibida por la liga mexicana y la federación mexicana.
El sonido del estadio seguía insistiendo para corregir el comportamiento de los asistentes. Poco a poco se fueron calmando los ánimos en la tribuna y poco a poco algunos aficionados abandonaron el estadio por su propia decisión.
Los elementos de seguridad arribaron al sector de la tribuna donde sonó con mayor intensidad el grito, poco a poco los policías rodearon los asientos para vigilar y detectar a aquellos que usaron el cántico. El tiempo de pausa fue transcurriendo y los asistentes se fueron del lugar.
Cuando acabaron los diez minutos de pausa, los jugadores de ambos equipos regresaron a la cancha del Azteca y retomaron algunos ejercicios de calentamiento para volver al juego. El árbitro silbó la reanudación del juego y se disputaron los minutos faltantes del encuentro.
Sin mucha actividad relevante, y sin más goles, el equipo de Monterrey consiguió su pase a la final de la Liga de Campeones y enfrentará a América. En los próximos días se dará a conocer los horarios, el Estadio BBVA Bancomer y el Estadio Azteca serán los escenarios de la final.
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