“Larry Nassar está en la cárcel, ¿por qué no todos los que ignoraron sus crímenes?”, se pregunta el diario norteamericano The Washington Post luego de conocerse las declaraciones de las gimnastas Simone Biles, Aly Raisman, Maggie Nichols y McKayla Maroney sobre las atrocidades que llevó a cabo el antiguo médico del equipo nacional de gimnasia de Estados Unidos Larry Nassar –quien fue condenado a 175 años en prisión– y los detalles que brindaron emparentados a una llamativa investigación deficiente del FBI.
Cuatro de las más de 150 atletas que fueron atacadas por el abusador se presentaron en una audiencia del Comité Judicial del Senado que investiga el mal manejo del FBI en el caso de abuso de Nassar. “Me siento hoy ante ustedes para alzar mi voz para que ninguna niña tenga que soportar lo que yo, las atletas de esta mesa y las innumerables personas sufrimos innecesariamente bajo la apariencia de tratamiento médico de Nassar”, afirmó la reconocida estrella olímpica Biles, de 24 años.
“Para ser clara, culpo a Larry Nassar pero también a todo el sistema que permitió y perpetró el abuso. USA Gymnastics, el Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos sabían que yo estaba siendo abusada por su médico del equipo. Después de contar mi historia completa de abuso al FBI en el verano de 2015, el FBI no solo no reportó mi abuso, sino que cuando finalmente documentaron mi reporte 17 meses después, hicieron afirmaciones completamente falsas sobre lo que dije”, completó entre lágrimas sobre la falta de contención que recibió y dejando en claro que hubo una inadecuada respuesta de las autoridades.
“Las cicatrices de este horrible abuso siguen viviendo con todos nosotros. Como única competidora en los recientes Juegos de Tokio que fue una superviviente de este horror, puedo asegurar que los impactos de los abusos de este hombre no han terminado ni se han olvidado. El anuncio de que los Juegos de Tokio se pospondrían un año significó que yo iría al gimnasio, al entrenamiento, a la terapia, viviendo diariamente entre los recordatorios de esta historia durante otros 365 días”, sentenció la ganadora de siete medallas olímpicas que durante la cita en Japón puso en el centro de la escena la importancia de la salud mental.
Maroney tenía 19 años en 2015, cuando tomó su teléfono y durante tres horas decidió contarle en detalle todas las atrocidades que padeció al FBI incluso antes de hablarlo con su madre. Desde el otro lado de la línea recibió un seco: “¿Eso es todo?”.
La ganadora de dos medallas en los JJOO de Londres 2012 inició su declaración con testimonio resonante: “Como la mayoría de ustedes probablemente saben, fui abusada por el médico del equipo nacional de gimnasia de Estados Unidos y del equipo olímpico, Larry Nassar. En realidad, resultó ser más un pedófilo que un médico, ya que abusó de mí cientos de veces en mi cama, incluso la noche antes de competir en los Juegos Olímpicos de Londres. Sin embargo, no estoy aquí para hablar de eso, pero de lo que sí tengo que hablarles es, por desgracia para mí, de algo igualmente perturbador, y no puedo creer que esté aquí teniendo que hablar de ello. Recientemente descubrí que cuando denuncié al FBI los abusos que había sufrido, hubo ciertos agentes del FBI que optaron por falsificar lo que dije y ocultar los crímenes de Nassar al público”.
“Me sentí completamente traicionada porque cuando revelé mis abusos a aquellos en los que creía que se confiaba para proteger al público, eligieron mentir sobre lo que dije, eligieron silenciarme e intentaron desacreditarme. Eligieron proteger a un pederasta en serie, en lugar de protegerme no sólo a mí, sino a innumerables personas”, reflexionó Maroney sobre el rol del FBI.
La cadena CNN compartió las cuatro declaraciones completas escritas que las gimnastas entregaron en el Senado, donde también decidieron hablar de manera pública. Algunas atletas habían compartido la problemática al USA Gymnastics en 2015, pero la investigación tomó verdadera fuerza cuando Rachael Denhollander decidió hablar con el diario Indianápolis Star.
“La triste verdad es que durante la cúspide de mi éxito como gimnasta, estaba siendo abusada por el médico de mi equipo, Larry Nassar”, reconoció la gimnasta que hoy tiene 25 años y participó en el pasado en los Panamericanos de Guadalajara 2010. Ella aseguró que los agentes del FBI que recibieron su denuncia “fabricaron una declaración” que no era verdad y recién se escribió formalmente un año y medio después. “Al no tomar medidas inmediatas a partir de mi informe, permitieron que un pederasta quedara libre durante más de un año”, reflexionó. “Tenían pruebas legales legítimas de abuso infantil y no hicieron nada. ¿A quién tratan de proteger?”, se preguntó.
Según afirmó el diario The New York Times, el director del FBI, Christopher A. Wray, “reconoció el mal manejo” de su agencia y le pidió disculpas a las víctimas de Nassar. Además, aseguró que el FBI despidió en las últimas semanas a uno de los agentes que estuvo involucrado desde el inicio de la investigación y que fue el que tomó la declaración de Maroney.
Sin embargo, el senador Patrick Leahy, demócrata de Vermont, apuntó contra Wray asegurándole que sus contestaciones no sirven de consuelo para estas cuatro gimnastas que brindaron su testimonio y subrayó que tampoco eran suficientemente buenas “para el pueblo estadounidense”. “Mucha gente debería estar en prisión”, advirtió. Un informe del Departamento de Justicia que se conoció en los últimos meses criticó duramente al FBI porque el erróneo procedimiento le permitió a Nassar seguir tratando a pacientes en la Universidad Estatal de Michingan y sus alrededores, incluyendo centros de gimnasia locales y una escuela secundaria.
Los testimonios de las otras dos gimnastas presentes fueron igual de estremecedores. “Denuncié mi abuso a USA Gymnastics hace más de seis años, y aún así, mi familia y yo hemos recibido pocas respuestas, y tenemos aún más preguntas, sobre cómo se permitió que esto ocurriera y por qué docenas de otras niñas y mujeres tuvieron que ser abusadas después de que yo denunciara. Después de que denuncié mi abuso a USA Gymnastics, su ex presidente Steve Penny nos dijo a mi familia y a mí que guardáramos silencio y no dijéramos nada que pudiera perjudicar la investigación del FBI. Ahora sabemos que no hubo ninguna investigación real del FBI. Mientras mis denuncias languidecían en el FBI, Larry Nassar seguía abusando de mujeres y niñas. El FBI no sólo no llevó a cabo una investigación exhaustiva, sino que también sabía que USAG creó una narrativa falsa en la que a Larry Nassar se le permitió “retirarse” con su reputación intacta y volver a la Universidad Estatal de Michigan; permitiendo así que docenas de niñas fueran abusadas”, dijo Maggie Nichols, quien apuntó contra “altos funcionarios del FBI” que trataron de “encubrir uno de los mayores escándalos de abuso sexual infantil en la historia del deporte amateur”. La atleta de 24 años no llegó a competir en los Juegos de Río 2016 por una lesión.
Aly Raisman, de 27 años y con seis medallas olímpicas entre Londres 2012 y Río 2016, agradeció a las otras “valientes supervivientes” por compartir sus historias para “seguir presionando para que se haga Justicia”. “En 2015 se supo que al menos seis atletas del equipo nacional habían sido abusados por Nassar. Incluso había un video del abuso de un atleta”, advirtió la deportista que dijo que la agencia de investigación tardó más de 14 meses en tomarle su testimonio a pesar de su insistencia por declarar.
“Sabían que Nassar abusaba de los niños y no hicieron nada para restringir su acceso”, argumentó. Y apuntó contra el equipo de gimnasia norteamericano: “Permitieron que Nassar se escabullera por la puerta lateral, permitiéndole a sabiendas que continuara con su “trabajo” en la MSU, en el Hospital Sparrow, en un club de USAG, e incluso que se presentara a la junta escolar. Nassar encontró más de 100 nuevas víctimas de las que abusar. Fue como servirle a un pedófilo niños inocentes en bandeja de plata”.
Estos cuatro valientes testimonios dominaron los principales diarios de Estados Unidos con el foco puesto sobre la actuación del FBI. Sally Jenkins, periodista del Washington Post, resumió las miradas con un título contundente en su columna de opinión: “Larry Nassar está en la cárcel, ¿por qué no todos los que ignoraron sus crímenes?”. Ese mismo diario destacó que las cuatro gimnastas se encargaron de que la “verdad fuera fuerte e incómoda”. “El fiscal general Merrick Garland no está cumpliendo con lo suyo, y corre el riesgo de unirse a la lista de funcionarios gubernamentales canosos que aparentemente piensan que la reputación de una agencia es más importante que el cuerpo de una niña”, advierte Jenkins en su artículo.
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