Cada vez la industria del fútbol necesita más dinero para sostener su estructura y los eventos deportivos de gran magnitud se presentan como la opción más sencilla para generarlo. En ese contexto, la FIFA intenta imponerse ante sus asociaciones miembro para realizar la Copa Mundial cada dos años y, aunque todavía no ha encontrado respuestas positivas, no se da por vencida.
Según un informe del propio organismo, una porción de los aficionados apoya la idea de organizar el Mundial cada dos años en lugar de cada cuatro. Los datos surgieron de una encuesta que encargó el pasado mes de julio el ente rector del fútbol para conocer la opinión de los hinchas.
“Los hallazgos de esta encuesta ‘online’ y realizada en julio de 2021 se utilizarán como parte de un proceso de consulta más amplio que involucra a los aficionados y que se llevará a cabo en varias fases”, señalaron desde el organismo que preside Gianni Infantino.
La posibilidad de cambiar las fechas de su principal competición es un proyecto defendido por Arsène Wenger, quien ocupa el cargo de Jefe de Desarrollo del fútbol mundial desde que dejó de ser el entrenador del Arsenal FC. Aunque el dato clave es que esta iniciativa no ha sido bien acogida por las ligas y asociaciones más importantes del mundo.
Lejos de detenerse, la FIFA ha salido a buscar a apoyo para este plan en los hinchas y apunta que la propuesta ha sido bien recibida por fanáticos más jóvenes en “mercados en desarrollo” fuera de los más tradicionales de Europa. “Existen diferencias considerables entre los llamados mercados tradicionales y los mercados del fútbol en desarrollo; y las generaciones más jóvenes en todas las regiones son más abiertas e interesadas en el cambio que las generaciones anteriores”, argumentaron.
El estudio, que fue realizado por las firmas especializadas IRIS y YouGov, consultó a 23.000 personas de 23 países de las seis confederaciones y 15.000 (65,21%) mostraron interés por la iniciativa. Aunque está tendencia deberá ser confirmada por un “sondeo entre 100.000 personas” en un centenar de países, según explicó la FIFA, que ha generado mucha controversia al querer modificar el calendario internacional.
Aunque el proyecto promete distribuir más ingresos a las federaciones, un argumento particularmente seductor para las instancias africanas o asiáticas, es una idea que ha generado desaprobación por parte de la UEFA, la Conmebol y de la potente Asociación Europea de Clubes, que se niegan a afrontar un calendario sobrecargado.
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