El día de hoy 15 de septiembre, Ricardo Ferretti está cumpliendo 30 años como entrenador en el fútbol mexicano, lo que lo convierte en el único que ha dirigido tanto tiempo de forma ininterrumpida.
El máximo ganador de trofeos de liga en la historia del fútbol mexicano, junto a el mítico Ignacio Nacho Trelles, es recordado por esta faceta, ya que prácticamente El Tuca lo ha ganado todo en México. Pero ¿Qué fue del brasileño en su país natal? ¿tiene algo de historia?
Ricardo Ferretti de Oliveira nació un 22 de febrero de 1954 en Rio de Janeiro, Brasil. Hermano de la fallecida estrella del Botafogo en los años sesentas y setentas, Fernando Ferretti.
Se dice que en Brasil al escuchar el apellido Ferretti, solo se piensa en el goleador del club albinegro y no en el jugador y entrenador que se fue a hacer carrera en México.
Ferretti empezó su carrera futbolística en el mismo equipo de su hermano, el Botafogo en 1968. En el conjunto de Rio de Janeiro, Fernando ya era un jugador conocido, de hecho, habiendo sido el goleador de la liga de aquella temporada, asistió con la selección brasileña a los Juegos Olímpicos de México en 1968, fue el romperedes del equipo con dos anotaciones, expulsado en el último partido de grupos frente a Nigeria y quedándose en fase de grupos con la canarinha.
Al ser su hermano ya un jugador consolidado en Brasil, Ricardo empezó a jugar en las inferiores del club de Rio, pasó al primer equipo donde tuvo muy pocas actuaciones en los torneos, entró en ocasiones de recambio por los titulares Puruca o Cremilson. Las oportunidades fueron muy pocas para El Tuca en el conjunto de Mario Zagallo, que de hecho, se corono por primera vez en 1968 en el campeonato brasilero.
Del Botafogo, Ricardo pasó al Vasco da Gama en 1975, dónde corrió con la misma suerte que en su equipo anterior, la falta de minutos era una constante para el extremo brasileño, por lo que un año más tarde fue cedido al Bonsucesso, equipo de menor jerarquía en la bahía brasileña.
En el conjunto del barrio fluminense tampoco pudo consolidarse. A Ferretti le pasó lo mismo que algunas voces del fútbol le reclaman al técnico, su poco interés por consolidar a jóvenes promesas dentro de sus equipos. Ya que nunca pudo mostrarse en el fútbol brasileño debido a que ningún club le dio la oportunidad de asentarse y hacer carrera en el máximo circuito.
En 1977 es contactado por el representante de jugadores Nicolás Gravina, que lo convence de irse a probar al fútbol mexicano con el Atlas de Guadalajara. El futbolista acepta la oferta al ver que su futuro en Brasil no sería muy prometedor y ahí empezó una de las carreras más promisorias que conocemos en el fútbol mexicano.
Primero con los de la Academia, donde descendió al término de esa temporada, para después pasar a un glorioso y conocido paso de consolidación con los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México, desde 1978 y hasta 1985, con una pequeña segunda etapa al término de su carrera entre 1990 y 1991.
Ricardo Ferretti, el famoso dirigente con un humor peculiar no se encuentra en ninguno de los libros de historia del fútbol brasileño, a diferencia de su hermano, y hay muy poca gente en su país natal que siquiera sabe quién es.
Cosa muy diferente a la nación donde lleva más de 40 años de radicar y que ya ha escrito en los libros una de las historias más grandes dentro del balompié mexicano, tanto como jugador como director técnico.
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