París Saint Germain se acerca a la hora de la verdad. Todos los focos están puestos sobre la actuación del equipo francés en la Champions League y el puntapié de su participación se llevará a cabo este miércoles en tierras belgas donde visitará al Brujas por la primera fecha del Grupo A que comparte con el Manchester City de Inglaterra y el RB Leipzig de Alemania.
El entrenador Mauricio Pochettino estuvo en la conferencia de prensa previa a ese partido y volvió a reiterar una advertencia que está dirigida puertas adentro: “Nosotros todavía no somos un equipo. Somos un club que ha reclutado a muchos jugadores en este verano y hay nombres muy importantes, pero tenemos que lograr convertirnos en un equipo como lo fue Chelsea la temporada pasada”. Cabe destacar que este mismo tono había aplicado semanas atrás cuando fue la presentación de la Pulga.
Sin desligarse de la presión que perseguirá a los galácticos del PSG, el argentino catalogó a los ingleses como candidatos principales al título luego de lo ocurrido en la última temporada: “Chelsea es el equipo a batir porque logró los objetivos. Nosotros somos un grupo de jugadores que debemos lograr ese desafío de ser un equipo sólido para alcanzar los resultados. Por los nombres que este equipo tiene hoy, puede ser que haya ese sentimiento de que somos el equipo a batir, pero Chelsea es el último campeón y tendría que ser el equipo a batir porque se ha reforzado bien y ha invertido mucho más dinero que el PSG”.
La institución inglesa viene de fichar al goleador Romelu Lukaku y al mediocampista Saúl Ñíguez por más de 100 millones de euros, suficiente para superar lo invertido por el PSG que sólo desembolsó cerca de 70 millones para incorporar a Achraf Hakimi porque luego sumó a Lionel Messi, Sergio Ramos, Georginio Wijnaldum y Gianluigi Donnarumma en condición de libres.
Pochettino estuvo lejos de renegar por el Dream Team que comandará y le representará un desafío completamente diferente al que tendrá cualquier entrenador. “Para mí no es la situación más difícil. Llevo 12 años entrenando, es la situación más fácil con la que me he encontrado. Es una cuestión de decisión y que esas decisiones te apoyen en el campo de juego. He entrenador a otros equipos donde a lo mejor no teníamos tantas opciones. Todo entrenador quiere tener opciones y con 35 jugadores no me voy a quejar de todo lo que tengo. Las decisiones siempre serán deportivas. No nos regimos por otros parámetros”, aclaró sobre el manejo de un grupo plagado de estrellas que lo obligará a dejar a varios de ellos sentados en el banco de suplentes.
Uno de los duelos más calientes se desarrollará debajo de los tres palos con las presencias de Keylor Navas y Donnarumma batallando por un puesto: “Todos los jugadores conocen la realidad que existe en el PSG: cuando fichas por este club sabes que a la competición va a ser muy alta y que eso está clarísimo. Solamente puede jugar once y porteros, uno por vez. Como las cosas están claras, es una cuestión de mi decisión si jugará uno u otro”.
“Nos juzgarán por lo que se consiga a final de temporada. Más allá de que logres consolidar una idea y el funcionamiento sea uno u otro, en el PSG te van a juzgar por los resultados que obtengas. La presión existe siempre en todo equipo, en todo club”, reconoció.
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