A lo largo de la historia del futbol en México, la selección nacional ha contado con diversos jugadores que han entablado lazos con los entrenadores. Dos de ellos son Luis García Postigo y Miguel Mejía Barón, quienes coincidieron en el tricolor entre 1993 y 1995. A pesar de su estrecha amistad, se distanciaron algún tiempo debido a una discusión que tuvo como común denominador a Hugo Sánchez.
En una charla con José Ramón Fernández, el comentarista deportivo de Azteca Deportes recordó una anécdota que tuvo lugar en la Copa América de 1993, realizada en Ecuador. Al preguntarle por la experiencia más amarga durante su carrera como futbolista no tuvo reparo en recordar la ocasión en que el doctor Mejía Barón lo separó de la Selección Mexicana por privilegiar al Pentapichichi.
Luego de ausentarse del segundo partido de la fase de grupos, Luis García volvió y tuvo participación en el encuentro contra Bolivia. Después del empate sin goles, el plantel volvió al hotel de concentración y notó una escena poco habitual. Ni Hugo Sánchez, así como tampoco Miguel Mejía Barón, se encontraban presentes en el comedor, aunque pensó que se debió a alguna plática acerca del partido.
“Acabamos de comer y me llama al cuarto Miguel Mejía Barón. Zague andaba muy bien, jugábamos Hugo y yo y atrás me parece que jugaba Galindo. Entonces me dijo ‘Zague anda muy bien. La gente de la Federación Mexicana (de Futbol) me está pidiendo que yo me eche a Hugo Sánchez, o sea que saque del escenario a Hugo Sánchez y no lo voy a hacer. Tú eres el futuro de esta selección, juegas en España. Andas muy bien, pero tengo que decirte que no vas a ser titular”, recordó.
En aquel momento, el Pentapichichi se encontraba en el ocaso de su carrera. Su llamado a la selección fue durante su estancia en el Rayo Vallecano de Madrid, el equipo que le dio la última oportunidad de jugar en Europa. En tanto, Luis García, con 24 años, recién se había integrado a las filas del Atlético de Madrid, donde logró anotar 33 goles. Debido a ello, la decisión de relegarlo del cuadro titular no le pareció justa.
Luego de escuchar la noticia, contó, abandonó el cuarto del entrenador con notable enojo. Caminó por los pasillos, volvió a su habitación y se encontró con su compañero de cuarto, el defensor Abraham Nava. Ignoró su presencia, se metió a la regadera para darse un baño con agua fría y apaciguar el exacerbado ánimo que le provocó la plática con el timonel.
“Me acuerdo que Abraham Nava me toca la puerta del baño y me dice ‘Te habla Mejía Barón’. Le contesté, pero le volví a colgar y estuvimos cuatro meses sin hablarnos”, recordó.
El enojo de García con Mejía Barón fue extraordinario, pues la relación entre ambos comenzó a gestarse años antes, cuando el entrenador se encontraba al frente de los Pumas de la Universidad Nacional y Luis daba sus primeros pasos en el circuito profesional. Incluso, en el espacio con José Ramón Fernández reconoció la influencia del timonel para que él pudiera dedicarse al balompié.
“Para mí, Miguel es mi padre putativo en el sentido deportivo. Si yo fui futbolista se lo debo en un 95 por ciento a Miguel. Estuvimos cuatro meses y medio sin hablarnos porque él defendió a Hugo Sánchez en un momento en el que se lo querían jorobar y yo sentía que era una injusticia terrible”, finalizó.
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