Facundo Campazzo, íntimo: el día que quiso dejar de ser un “gordito bajito” y el detrás de escena del vestuario de Denver Nuggets

El base de la Selección analizó la actuación de Argentina en los Juegos Olímpicos y su futuro en la NBA

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Facundo Campazzo se ganó un
Facundo Campazzo se ganó un lugar en la rotación de los Denver Nuggets (EFE/ George Frey)

Luego de algunas temporadas, Facundo Campazzo regresó al país para tener unas merecidas vacaciones. Durante este lapso, su carrera fue vertiginosa: del brillante subcampeonato en el Mundial de China al golpe en los Juegos Olímpicos de Tokio, de conquistar Europa de la mano del Real Madrid a vestir la camiseta de los Denver Nuggets y cumplir su sueño de jugar en la NBA.

Durante un meet and greet organizado por la Confederación Argentina de Básquetbol para sus sponsors, al cual Infobae fue invitado por Renault, el base cordobés rememoró el día que hizo un click para dar un salto en su carrera, lo sucedido en territorio japonés, la salida de Sergio Hernández de la Albiceleste y cómo es la intimidad del vestuario de la franquicia de Colorado.

-Luego de mucho tiempo sin descanso tenés un tiempo de tranquilidad. ¿Te sirve para cambiar un poco el chip?

-Hace dos años que no paraba, pero me gusta esa dinámica de entrenar y no parar mucho. Después de estar una semana de no hacer nada a mí me cuesta un poco. Fueron dos años largos, duros, donde pasaron muchas cosas lindas, muy importantes. Hacía tiempo que no venía a Argentina, y tenía ganas de visitar a familiares, amigos, desenchufarme un poco del básquet y relajarme un poco.

-¿Qué balance hacés de este periodo?

-Positivo, fue un año de aprendizaje. Cuando empezó el Mundial de China renové con el Real Madrid y nunca pensé que iba a llegar a la NBA. Si bien era un sueño y una fantasía, no me imaginaba que en 2021 iba a estar en Denver (Nuggets). Pasó un Mundial, donde jugamos muy bien. En lo personal también me sentí bien físicamente y con confianza. Una temporada con el Real Madrid muy buena, que me sirvió para subir escalones. Luego tomé la decisión de intentarlo en la NBA. Estoy aprendiendo, pasándola bien. Fue un balance súper positivo. Considero que soy un mejor jugador después de estos dos años y ojalá pueda seguir aprendiendo y creciendo.

-¿Qué sensaciones te dejaron los Juegos Olímpicos de Tokio?

-Tuvimos unos malos Juegos Olímpicos. Si bien en lo personal siempre me gusta sacar cosas buenas, incluso cuando las cosas no funcionaron, porque hay mucho trabajo por hacer, nos costó mucho entrar a nuestro juego. Creo que nos comparamos mucho con lo que fue en China. Creo que eso fue un error, porque fue una preparación diferente. Cometimos, no sé si ese error, pero en caer en eso. Pensar que íbamos a jugar como en China o que se iba a prender ese chip competidor cuando empezara el torneo, y al fin y al cabo en China jugamos un torneo tremendo porque nos preparamos increíblemente y sumado al plus de la mentalidad competitiva. Hay que darle mérito al rival, porque crecieron. Cada rival tenía a su Luka Doncic, su Kevin Durant, su Patty Mills, los Gasol. Nosotros tenemos que trabajar, porque no tenemos una clase de jugador así. Tenemos que trabajar duro para obtener, no sé si mejores resultados, pero dejar que fluya. Hay mucho trabajo por delante, y eso nos motiva como grupo.

-Durante este torneo se produjo el retiro de Luis Scola. ¿Crees que ahora todo ese peso caerá en vos?

-Hoy por hoy la responsabilidad la tenemos todos. Los que visten la camiseta. algunos más, otros menos, durante este proceso después de Luis necesitamos del liderazgo de todos. Que cada uno aporte su granito de arena para el bien común. En lo personal estoy súper motivado para lo que viene. Vestir la camiseta de la Selección siempre es una responsabilidad. Hay que trabajar duro.

Facundo Campazzo se refirió al
Facundo Campazzo se refirió al retiro de Luis Scola (REUTERS/Sergio Perez)

-Sergio Hernández anunció su salida como entrenador de la selección argentina. ¿Qué análisis hacés de su ciclo?

-Un entrenador como Sergio es clave para un grupo como este. Porque nos conoce, nos tuvo a la mayoría de pibes. Sabe cómo hablarnos, cómo tratarnos, cómo darnos confianza, cómo ponernos felices dentro de la cancha, y al fin y al cabo, eso es un don que tiene él, manejar el grupo a la perfección. Veníamos construyendo una identidad y un ADN, eso es importante. Es nuestra cabeza, junto con Luis (Scola). Son entrenadores que querés que se queden para siempre en la Selección. Nosotros siempre vamos a querer que esté con nosotros. Es un entrenador que te marca, que te deja algo. Después de 10 años, o más, fue una pieza fundamental en mi carrera.

-Una vez Paulo Maccari me contó que lo llamaste y le dijiste que estabas cansado de que te traten de “gordito y bajito”. ¿Cuándo hiciste ese click y cómo fue el proceso?

-(Risas) Fue un 28 de febrero. Estaba en Murcia, en mi segundo año. Veía que era mi segundo año ahí y yo quería seguir jugando bien, demostrar que podía jugar en la ACB, en el Real Madrid. Vino a visitarme, y le dije que quería hacer todo lo posible para volver al Real Madrid, porque confiaba que podía jugar en ese equipo. Ahí fue el momento en que todo se volvió mucho más estricto. Luego me empecé a sentir mucho mejor. Mi pareja me acompañó en todas, lo que lo hizo más fácil. Paulo es una de las personas que me ayuda en lo que es hábitos físicos y mentalidad.

Facu, desde ese encuentro, tomó la decisión de incursionar en el Método Busquet y cambiar su alimentación de la mano de la nutricionista española Yolanda Santiuste.

En lo que respecta al tema alimenticio, Facundo trata de tener solamente dos comidas al día. No consume lácteos, cereales, azúcares, solanáceas (papa, tomate, pimientos, berenjena, etc), legumbres, harinas, pastas y prácticamente nada de carnes rojas. Su alimentación, según le contó Maccari hace un tiempo a este medio, se basa en mucho pescado, verduras, huevos (preferentemente de granja) y grasas buenas (palta, almendras, nueces, avellanas y el coco y sus derivados).

Otro consejo que adoptó fue el de Manu Ginóbili para utilizar el popularmente conocido como “anillo del sueño”. El Oura Ring es un anillo inteligente que el ex San Antonio Spurs descubrió al leer el libro Why we sleep (Por qué dormimos), del neurocientífico Matthew Walker. El mismo funciona con una aplicación que cada día otorga datos de las distintas fases del sueño, el ritmo respiratorio, el ritmo cardíaco, la temperatura corporal, los movimientos y ritmos diarios y la intensidad, tiempo y duración de las actividades físicas y el tiempo de sedentarismo, entre otras variables.

-La próxima semana iniciás una nueva temporada con los Denver Nuggets. ¿Cuáles son tus sensaciones?

-La encararé con la misma motivación que en la primera temporada. Fue un año en el que me ayudó para la adaptación, conocer a los rivales, las canchas, mis compañeros, la liga, la manera de jugar allá. Sé que sigo en un periodo de adaptación, entonces bienvenidos sean los errores. Estoy con ganas de que empiece, de jugar, de seguir intentando demostrar que puedo jugar ahí.

-¿Cómo tomás el apoyo que recibís en las redes sociales durante cada partido en Denver Nuggets?

-Lo tomo con normalidad, no soy un consumidor en exceso de ese tipo de cosas. Trato de a veces abstraerme un poco de lo bueno y lo malo porque en exceso tanto lo bueno como lo malo puede ser perjudicial. Trato de encerrarme en la familia, los amigos y la gente cercana. Obviamente el apoyo se ve, se siente mucho, y la mejor manera de honrar ese apoyo y cariño que me dan a la hora de quedarse despiertos hasta tarde y mirar los partidos es intentar hacer lo mejor posible dentro de la cancha. Jugar de la mejor forma posible, poner entrega y corazón. Creo que esa es la manera en la que el que está detrás de la tele se sienta contento viendo el partido.

-¿Qué diferencias encontraste en el vestuario de Denver con los anteriores que tuviste y cómo es Nikola Jokic en la intimidad?

-Es un vestuario que lo noté bastante cercano también. Los dos jugadores franquicia son internacionales. Eso, quieras o no, hace más ameno todo. Son súper sencillos, cercanos. Tanto Jamaal (Murray) como (Nikola) Jokic están todo el día jodiendo con nosotros. Es un grupo joven también. Soy uno de los más grandes. La mayoría tiene 24, 25, 26 o 22. Sólo 3 ó 4 superan los 30. Es un grupo joven, con mucha ilusión, motivación. Con muchas ganas de demostrar que podemos hacer cosas importantes. Y Jokic en lo personal es súper cercano, amable, sencillo. Uno lo ve como que es una superestrella de la NBA, pero cuando lo conocés es increíble.

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