El encuentro que Argentina le ganó a Venezuela en Caracas por la novena fecha de las Eliminatorias Sudamericanas dejó varias perlitas a destacar. Como el golazo del Tucu Correa, que nació en los pies de Dibu Martínez e incluyó 37 toques argentinos sin que interfiriera ningún venezolano hasta que la pelota tocó la red. Este tanto fue el segundo de los tres con lo que el elenco albiceleste superó a la Vinotinto para mantenerse como único escolta de Brasil, que será justamente el próximo rival del domingo por la sexta fecha pendiente.
El gol del Tucu Correa, quien había ingresado apenas cinco minutos ante, fue a los 25′ y luego 37 toques. Dibu Martínez fue quien salió desde el fondo y el equipo argentino manejó la pelota por todo el campo de juego. De izquierda a derecha, con absoluta paciencia y precisión, para que ningún rival pudiera siquiera rozar la pelota. Y con una aceleración brutal en el final, para que el flamante refuerzo del Inter de Italia, que venía de anotar un doblete en su nuevo club en apenas 15 minutos y también entrando desde el banco, convirtiera un tanto tranquilizador.
Pero no terminó ahí, ya que tres minutos después, Ángel Correa, quien también llevaba poco tiempo en cancha tras su salto desde los relevos, convirtió el tercero y definitivo para la Argentina luego de 13 pases, que también comenzó con su arquero en área propia y finalizó en el fondo de la red del arco contrario, aunque con un desvío previo del guardameta venezolano Wuilker Fariñez. Dos Correa, ingresando al mismo tiempo y convirtiendo sendos goles para el triunfo clave de la Selección.
Sin embargo, esta no fue la única perlita que dejó la jornada en el estadio Olímpico de Caracas. Y es porque Venezuela, con mucho orgullo, logró el descuento con un futbolista menos por la expulsión de Luis Adrián Martínez en el primer tiempo tras una brutal entrada a Lionel Messi. La Vinotinto anotó un gol luego de un polémico penal sancionado por el árbitro uruguayo Leodán González a instancias del VAR, por una infracción que no existió de Papu Gómez sobre Yeferson Soteldo.
Poco le importó al diez local, que tomó el penal y lo disparó de una manera muy particular: eligió pinchar la pelota. Dibu Martínez quedó desparramado y sin reacción, mientras observaba cómo el balón se metía por encima suyo por el medio del arco. El arquero reconoció al rival y ambos cruzaron palmas. Incluso, Lionel Messi pareció haber aprobado el arriesgado recurso de Soteldo al compartir una sonrisa cómplice en la mitad de cancha.
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