Un momento especial se vivió en una nueva jornada del atletismo de los Juegos Paralímpicos. Bajo una intensa lluvia, una imagen sorprendió a todos los presentes en el estadio Nacional de Tokio una vez que concluyó la carrera por la cuarta serie de los 200 metros categoría T11.
La atleta de Cabo Verde Keula Pereira terminó en la posición número 4 con un registro de 33.04, el mejor registro de la temporada para ella. Mientras estaba en los segundos posteriores a la prueba, todavía recuperándose de la competencia, varias de sus rivales se ubicaron a su alrededor. Como mostraron las imágenes de la transmisión oficial, el que apareció en escena fue su guía Manuel Antonio Veiga, que se arrodilló frente a la deportista no vidente con el anillo en su mano para proponerle casamiento frente a todos los presentes en el recinto.
Una vez que Pereira dio el “sí”, la atleta se tomó la cabeza en un claro gesto de incredulidad por la situación que estaba atravesando mientras todas las otras velocistas junto con sus guías aplaudieron para coronar uno de los momentos de mayor emoción en los Juegos Paralímpicos que llegarán a su fin el próximo domingo.
Al mismo tiempo, ambos enamorados mientras eran fotografiados por los reportes gráficos presentes, se estrecharon en un gran abrazo que confirmó lo especial del momento elegido por Veiga. “Tengo demasiados sentimientos ahora mismo... No hay palabras para explicar cómo me siento”, dijo Pereira en diálogo con la prensa internacional tras aceptar la propuesta de matrimonio.
“Estos eran mis primeros Paralímpicos, y con mi edad y mis marcas, estaba pensando en dejarlo. Pero ahora tengo una motivación adicional para seguir después de estos Juegos, al contar siempre con él a mi lado”, dijo la caboverdiana de 32 años que no pudo conseguir el pasaje a la final de su prueba.
La historia cuenta que la deportista oriunda del archipiélago volcánico frente a la costa noroeste de África sufre deficiencia visual y se dedicó al atletismo porque un profesor que tuvo en su adolescencia la impulsó a sumarse al deporte al ver que tenía cualidades para correr. Una vez que comenzó a competir, dado su grado de discapacidad, lo hizo junto al que será su futuro esposo, una persona clave para su desarrollo como deportista desde hace 11 años.
El debut de Keula, que fue una de dos deportistas que representó a Cabo Verde en los Paralímpicos, fue en 2005 en Angola. Cinco años después, la corredora dejó su país y se mudó a Lisboa, en Portugal, para estar cerca de su madre. Tras un breve período donde dejó el deporte, volvió a competir y esta noche en la capital de Japón vivió dos momentos que nunca olvidará: corrió en el máximo escenario del deporte paralímpico mundial y además recibió un gesto lleno de amor y felicidad.
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