La jornada del 31 de agosto en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 dejó tres medallas para la delegación mexicana. Una de ellas fue el bronce de Nely Miranda Herrera, quien consiguió la cuarta presea en tres diferentes ediciones de los Juegos Olímpicos. Al colgarse el galardón en los 50 metros pecho en la categoría SB3 narró, se siente satisfecha por el logro luego del camino recorrido rumbo a la justa deportiva.
La representante veracruzana tuvo su revancha en la prueba pues en los Juegos más recientes en Río de Janeiro, donde fue abanderada de México, fue descalificada. Contrario a dicho panorama, en esta ocasión se situó entre las más rápidas de la prueba y finalizó con un tiempo de 1:01.60. De esa forma, pasó a la historia por haber conseguido la medalla número 301 para la delegación Paralímpica mexicana.
La prueba fue dominada por Marta Fernández, representante de España, así como la rusa Natalia Butkova. En la prueba también estuvo presente Patricia Valle, aunque finalizó en la séptima posición. Por otra parte, la cosecha de triunfos para Miranda Herrera pudo haber sido mayor, pero no pudo participar en la prueba de relevo mixto 4x100, pero el equipo no fue registrado a tiempo.
“Hoy no me quejo de nada y lo que haya sido y si no hubiera ganado esta medalla me hubiera ido muy contenta porque simplemente tengo vida y eso ya es ganancia”, relató en entrevista para el periodista deportivo Juan Carlos Díaz Murrieta. Y es que, a pesar de haber conseguido dos medallas en Beijing 2008 y una más en Río 2016, superó una prueba crucial en el quirófano dos años después.
“Me operaron después del mundial del 2017. Estuve convulsionando. Me tuvieron que inducir a coma, no me podían despertar y cuando desperté, obviamente con delirios, me decía Dani ‘Nely, es que gritabas soy una guerrera y voy por la siguiente batalla y te volvías a ir y volvías a regresar y era desesperante ver que llegaba un momento en que me decías sácame de aquí, no quiero estar aquí’”, fueron las palabras de Nely instantes después de haber bajado del podio.
La deportista de 49 años sufrió un accidente laboral hace 21 años, el cual la dejó sin movilidad en las piernas y brazos. A pesar de ello, logró superar el obstáculo e incursionó en la disciplina en la cual ha conseguido la gloria. Fue en 2018 cuando se sometió a la mencionada cirugía de columna vertebral, aunque tampoco fue impedimento para continuar con su preparación en su tercer ciclo olímpico.
Al respecto comentó que “todo eso, la verdad, yo sé que no solamente ya lo vivió mi mamá, mi hijo, te lo juro que no sabes lo que me sabe esta medalla. Es una vida para mí y la tengo que disfrutar más todavía y compartirles a ustedes que si te quejas de ella no la estás disfrutando al máximo y hoy yo no me quejo de nada”.
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