Jaime Lozano habló pocas semanas después de haber conseguido la medalla de bronce con México en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Durante una entrevista realizada para el podcasts “La Sombra del Mundial”, presentado por Rubén Rodríguez, el entrenador reveló detalles significativos de su trayectoria dentro del campo de juego y de su paso como jugador de la Selección Mexicana.
Durante su carrera como jugador, Lozano defendió los colores de Pumas, Celaya, Cruz Azul y Monarcas Morelia. Hizo su debut en el año 1998 con el club universitario y durante varias temporadas estuvo considerado como uno de los mejores laterales volantes del fútbol mexicano. Sin embargo, en repetidas ocasiones fue relegado a la banca de suplentes por decisión de algunos técnicos que no tenia demasiada preferencia por el futbolista zurdo.
“Tuve pocos entrenadores que sentía que en ese momento confiaban plenamente en mi. Yo traté siempre de ser muy profesional y hay veces que no eres del total gusto del entrenador. No disfrute tanto como ahora el camino, me esforcé como pocos para ser jugador profesional”, declaró el Jimmy durante la entrevista.
Para muchos su mejor versión la dio en defendiendo los colores de los Pumas. Su desempeño durante el bicampeonato auriazul en el año 2004 fue suficiente para ser considerado en ocasiones por el entonces entrenador de la selección mexicana, Ricardo Lavolpe. Lozano formó parte de las convocatorias aztecas a lo largo de todo el proceso mundialista entre 2002 y 2004, pero jamás terminó por llenarle el ojo al técnico argentino.
Entre las las razones especuladas en aquel momento sobre el porqué Lozano no era considerado como uno de los referentes de México, se señaló la pelea constante que existía entre el entrenador de la UNAM y el timonel tricolor. “Cuando estaba en Pumas la rivalidad entre Hugo Sánchez y Lavolpe afectaba en mis llamados a selección. Yo fui el único seleccionado de aquel pumas bicampeón. El fútbol muchas veces no es de merecimientos, es de muchas otras cosas”, expresó.
El Jimmy logró logró salir campeón del futbol mexicano con Pumas, y en su paso por Cruz Azul disputó tres finales de liga, las cuales perdió ante Santos, Toluca y Monterey. Para su estancia con Morelia también llegó al partido por el campeonato de Liga Mx, mismo que perdería precisamente contra Pumas en el 2011. “Yo soy un afortunado por la carrera que tuve, más allá de lo que gané y no gané, creo que siempre competía a un gran nivel. Tuve la fortuna de que en casi todos los equipos en los que estuve pelee por campeonatos”, destacó el medallista de bronce.
El momento más difícil de su carrera llegó en el año 2006, una vez que el entrenador Ricardo Lavolpe decidiera no integrarlo a la lista final de jugadores para disputar el Mundial de Alemania 2006. “Es lo más fuerte que he tenido que superar como futbolista profesional, el quedarte fuera de una copa del mundo con tantos méritos”, señaló el ex entrenador de Querétaro y de la Selección Mexicana Sub-23.
Lozano quedó fuera del mundial a pesar de haber sido considerado dentro del combinado azteca en prácticamente todo el proceso de Ricardo Lavolpe. Disputó partidos de la eliminatoria mundialista de CONCACAF, además vistió la camiseta nacional en competencias como Copa América y en la Copa Confederaciones del 2005.
“Me preparé mentalmente durante todo el proceso de cuatro años. Mi preparación de cada entrenamiento era para estar en el Mundial del 2006. El último momento con la selección fue una pesadilla. Me sentí defraudado por el fútbol, sentía que el fútbol me había fallado. Me costó mucho trabajo regresar a Tigres después de no ser convocado al mundial, me costó dos meses levantarme”, mencionó Lozano.
A pesar de los malos momentos, la carrera de Jaime Lozano se caracterizó por su constancia y disciplina dentro de la cancha. Además, su educada pierna zurda siempre generó peligro para las defensas contrarias con disparos lejanos y centros precisos a la cabeza de sus compañeros en clubes y en la misma Selección Mexicana.
“La selección me dio muchísimo, yo sabía que en la selección con tantos jugadores y tanta competencia en mi posición yo tenía que demostrar porque merecía estar ahí. Y se dieron las cosas muy bien hasta el último momento que me bajan de la lista. Pero al día de hoy recuerdo más todo lo bonito que fue estar ahí, que el mal sabor con el que me quedé al final del proceso”, finalizó el Jimmy.
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