El mercado de fichajes ha terminado y Jesús Manuel Corona se quedará por lo menos un año más en el Porto. Los Dragones no han aceptado ninguna de las ofertas existentes y prefieren dejarlo partir gratis en 2022 antes de venderlo por debajo de sus pretensiones. La historia, sin embargo, no es nueva.
Desde 2013, con las llegadas de Héctor Herrera y Diego Reyes, el club lusitano se ha caracterizado por darle la oportunidad a futbolistas mexicanos. La puerta de entrada a Europa, que muchas veces es imposible de encontrar para los aztecas, siempre ha sido abierta desde los despachos de Oporto. Pero salir no es tan fácil como se pensaría.
El caso de Tecatito Corona se suma justamente al de Héctor Herrera, que vivió una situación similar hace tres años. El entonces capitán del club terminaba contrato en 2019 y había dejado claras sus intenciones de marcharse del club. El Mundial de Rusia 2018 parecía abrir nuevos horizontes para HH. Pero todo se mantuvo estático. La oferta del Olympique de Lyon por 25 millones de euros le pareció insuficiente a los portugueses.
Un año más tarde, Herrera partió al Atlético de Madrid como jugador libre. No dejó un solo euro en las arcas de la institución y no pudo evitar las reprimendas del presidente Pinto Da Costa, que en 2020 declaró que el mexicano llegó a ser una persona non grata en el vestuario azulón.
Algo similar ocurrió con Miguel Layún. El actual jugador del América jugó durante dos años en el Porto. En el primero de ellos, su nivel sorprendió a propios a extraños. Se posicionó como uno de los mejores asistentes de todo el balompié europeo. El interés de los grandes clubes no tardó en llegar. De acuerdo con lo que ha contado el propio jugador, el Real Madrid se acercó a pedir información.
Los trascendidos en la prensa resultaban difíciles de creer, pero la opción fue verdadera. “Me lo explicó el propio club (Porto): en su momento no me informaron para que yo no presionase para salir. Te desesperas un poco. Es lógico. Era algo muy importante que pudo marcar mi vida profesional, mi carrera como futbolista. Y yo no pude hacer nada“, ha contado Layún para Fox Sports. En 2017 fue vendido al Sevilla.
Diego Reyes fue otro de los afectados por las determinaciones financieras del club. Desde su arribo en 2013, a la par de Héctor Herrera, Reyes nunca pudo consolidarse en el futbol portugués. Pero en sus préstamos con la Real Sociedad y el Espanyol todo fue diferente. En el ciclo 2015-2016, el mexicano fue considerado en términos estadísticos como uno de los mejores zagueros de LaLiga. Parecía que había encontrado su lugar en el mundo. No fue así.
La Real Sociedad decidió no comprar al mexicano debido a la cantidad de dinero que pedían Los Dragones. Un año más tarde, el Espanyol pareció la misma situación. El Porto perdía USD 7 millones y el club catalán sólo podía pagar la mitad. Un año más tarde, ya devaluado, el defensor partió al futbol de Turquía por USD 2 millones.
La entidad portuguesa ha sido también un destino óptimo para jóvenes jugadores que buscan abrirse paso en el Viejo Continente. En esa línea, han llegado jugadores como Raúl Gudiño, Omar Govea y Joao Maleck. Ninguno de ellos pudo consolidarse.
Tras los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, se habló en diversos reportes del interés del Porto en fichar a Alexis Vega, una de las figuras mexicanas en Japón, justamente como reemplazante de Corona. La opción no llegó a concretarse debido a la cantidad de dinero que pretendía Chivas.
Pese a la evasiva del Rebaño, la llegada de Vega a Europa podría ser cuestión de tiempo, pues su contrato expira en 2022, igual que el de Tecatito con los Dragones.
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