A pesar de la crisis que atraviesan los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la actualidad, su paso por el futbol mexicano ha sido histórico. Su trabajo en las categorías inferiores ha formado a personajes de renombre a lo largo del tiempo. Entre ellos se encuentra Hugo Sánchez, delantero que triunfó con uno de los mejores clubes en el mundo y, confesó, llegó a los Pumas por una casualidad.
Oriundo de la Ciudad de México, Hugo Sánchez creció en la colonia Jardín Balbuena, delegación Venustiano Carranza. Su padre, además de aficionado y jugador notable en el balompié, ejercía el oficio de mecánico automotriz. La ocupación de Héctor Sánchez padre lo llevó a relacionarse con diversas personalidades, entre quienes se encontró un directivo de los Pumas de la UNAM.
“Le arreglaba el coche a un director deportivo de Pumas y entonces le comentó eso. ‘A mis hijos les gustaría estar ahí en el equipo oficial’. Mi padre era un futbolista, un tremendo delantero, mi referencia ha sido él en varios aspectos. Por contacto de esa persona mi padre llevó a mis hermanos Héctor y Horacio a probarse y los aceptaron de manera inmediata porque eran muy buenos. Así que mi entrada a Pumas fue por influencia de mi padre y de mis hermanos que jugaban en Pumas”, contó a Deporte UNAM.
El papá de Hugo también incursionó en el ámbito profesional del futbol. En su juventud formó parte del Club Atlante, así como del Club Asturias, ambos con sede en la capital del país. En palabras del Pentapichichi, don Héctor gozaba de grandes cualidades como delantero. A pesar de su gran estatura, era común verlo realizar remates de chilena, movimiento reconocido por sus amigos cercanos.
Con dicho antecedente, el gusto por el deporte en la formación de Hugo no resultó extraño en su familia. Además de su padre, la mayor parte de sus hermanos practicó alguna disciplina. Aunado al desempeño de Héctor y Horacio en el futbol, su hermana Hilda incursionó desde joven en el voleibol. El constante contacto con la actividad física lo hizo inclinarse para probar suerte en el balompié.
Fue así que en el año de 1969, a los 11 años, comenzó su trayectoria profesional con los Pumas de la Universidad Nacional. Una de las consignas que acompañó su carrera en los primeros años fue la de superar el papel de sus referentes inmediatos, es decir, su padre y hermanos. La ambición lo encaminó por la constancia y ésta lo llevó a debutar en 1976 con el primer equipo.
Su debut, además de ser encaminado por Jorge Marik y compartir el campo con legendarios jugadores como Cabinho, Héctor Sanabria, Leonardo Cuéllar, José Geraldo Cándido y Jesús Iturralde, estuvo marcado por el campeonato. En su primera temporada consiguió el título de 1976-77, el primero en la historia de los Pumas, logro que predijo el glorioso devenir en el futuro de Hugo Sánchez.
La historia con el equipo de la UNAM duró cinco años. Los dotes de Hugo atrajeron la mirada de los colchoneros y en 1981 se concretó su fichaje definitivo con el Atlético de Madrid. El ascenso meteórico de Hugo no fue indiferente en el futbol español, por lo que Real Madrid se interesó en integrarlo a sus filas.
Así, luego de la triangulación entre los Pumas y los propietarios de la plaza en la ciudad de Madrid, Hugo se vistió de Merengue y dio paso a una de las épocas de mayor trascendencia, éxito y polémica en su carrera.
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