Hace años que se comenzó a discutir sobre los ingresos de los deportistas universitarios en Estados Unidos, donde los atletas más importantes del país surgen de estas competencias académicas. El mes pasado se concretó uno de los mayores cambios en la historia: la Junta de Directores de la National Collegiate Athletic Association (NCAA) aprobó que estos jóvenes comiencen a generar ingresos por su fama y una de las grandes beneficiadas es Olivia Paige Dunne.
Dunne, de tan solo 18 años, gimnasta de la Universidad Estatal de Luisiana (LSU), tiene una enorme popularidad en redes sociales y está dentro del medio millón de deportistas que podrá empezar a cerrar sus propios acuerdos de patrocinio sin violar las reglas del deporte amateur que se han mantenido en vigor por décadas.
“Es importante para los deportistas universitarios ya que todos podrán sacar provecho de su nombre e imagen”, dijo Mark Emmert, presidente de la NCAA, que ya no pondrá restricciones para que Olivia y otros jovencitos reciban dinero de sponsors, promociones en redes sociales o apariciones en eventos.
Dunnne, quien ya compitió por la selección nacional de Estados Unidos, tiene casi cuatro millones de seguidores en TikTok y más de un millón en Instagram. A partir de esta popularidad y su rendimiento deportivo, ha firmado un contrato con la agencia de deportes WME, que la cataloga como “la atleta universitaria más seguida en redes sociales” y apunta que acumula más de 5 millones de followers entre todos sus perfiles.
Gracias al respaldo de su actividad en las redes sociales, la revista Newsweek predijo que “fácilmente podría ganar un millón de dólares” en un futuro cercano.
Ella misma admitió en una publicación que está contenta con el último cambio en las reglas de la NCAA que les permite a los deportistas que se beneficien de su nombre, semejanza e imagen (NIL). En una publicación en su cuenta de Twitter, Olivia Dunne escribió: “Las reglas NIL cambiarán mañana. Vamos a trabajar”.
Ahora la hija de David y Katherine Dunne, quien practica gimnasia desde que tiene 3 años y eligió LSU para desarrollarse deportivamente, empezará a sacar provecho de esta gran victoria de los atletas universitarios que durante mucho tiempo han sido utilizados por las instituciones para obtener ganancias comerciales, sin poder beneficiarse a sí mismos.
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