En paralelo a la vuelta del filipino Manny Pacquiao al cuadrilátero, la UFC presentó un evento en el Apex de Las Vegas que dio de qué hablar, no solo por la victoria de Jared Cannonier sobre Kevin Gastelum en la pelea principal, sino también por que el luchador chileno Ignacio Bahamondes protagonizó uno de los nocauts más impactantes del año.
El oriundo de Santiago se presentó en su segunda pelea dentro de la mayor compañía de artes marciales mixtas del mundo y noqueó a Roosevelt Roberts a falta de cinco segundos para el final del combate con una espectacular patada giratoria al rostro.
Un movimiento que muchos medios especializados no dudaron en catalogar como una de las mejores finalizaciones del año, y que además le valió un bono de 50 mil dólares extras.
El joven de 23 años dominó al estadounidense de principio a fin. En el caso de ir a decisión, Ignacio sabía que tenía ganado el combate, sin embargo a falta de un par de segundos para la campanada que marcaría el final de los tres asaltos, sacó una patada impresionante con la que mandó directamente a la lona del octágono a su oponente.
“Toda la gente que me conoce sabe que cada vez que he perdido me he vuelto un competidor mejor, mucho más completo”, aseguraba en una entrevista con UFC en la previa a su presentación, haciendo referencia a su debut en enero, cuando perdió por decisión ante John Makdessi.
Ahora, el chileno tuvo una segunda oportunidad para demostrar de qué estaba hecho y no la desaprovechó. “Me siento muy bendecido ahora mismo, esto es como un sueño hecho realidad. Esto es solo la mitad de la gran meta que tengo”, advirtió en la conferencia de prensa posterior al combate.
Sobre el golpe final, Bahmondes relató que, “cuando conecté mi codazo escuché el ‘tac, tac’ (ruido de tablas que anuncian los últimos 10 segundos del round) y dije ‘Bueno...’, cambié mi guardia, sentí la patada en mi cadera y vi su cabeza bajar un poco así que la lancé y dije ‘¡Oh, gracias Dios!’. Cuando lo golpee y vi su cara dije ‘Ok, se acabó’”.
Al finalizar la velada de UFC Vegas 34, la empresa estudió los enfrentamientos y repartió cuatro bonos de los cuales uno se lo llevó el chileno gracias a su pelea inteligente y técnica. Ese premio, además de su valor económico (50 mil dólares) también sirvió como un envión anímico a su prometedora carrera.
“Soy un peleador emocionante, cada vez que entre a la jaula voy a dar el máximo para ser el mejor peleador y el tipo más espectacular dentro de la jaula”, sentenció.
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