Hirving Lozano volvió en plan grande. El delantero mexicano se hizo presente en la victoria del Napoli por 2-0 frente al Venezia. Chucky salió del banco de suplentes al minuto 70 y de inmediato marcó diferencia, asistió al capitán Lorenzo Insigne para sellar el triunfo.
Después de más de un mes fuera de las canchas, tras el brutal impacto sufrido en el rostro contra Trinidad y Tobago en la Copa Oro, Lozano volvió a la acción para colaborar en el triunfal debut de su escuadra en la Serie A. Las lesiones en el ojo y en la cervical han quedado atrás para Chucky, que ahora enfocará sus energías en seguir sumando minutos y pelear por la titularidad.
Este resultado le ofrece al Napoli la oportunidad de figurar en los primeros puestos del campeonato, al menos de arranque. Por diferencia de goles, solo le superan Inter de Milán, Lazio y Roma. Con el arranque de una nueva temporada, los retos para Lozano y el Napoli van en ascenso en una liga que se ha caracterizado por el aumento de su nivel en los últimos años tras un periodo de reconstrucción.
El verano no trató bien a Hirving Lozano. En el primer partido de la Copa Oro, frente a Trinidad y Tobago, un aparatoso choque le provocó dos lesiones: una el ojo y otra en la cervical. De acuerdo con los primeros reportes médicos, su regreso podría posponerse hasta el mes de octubre, pero los doctores del club italiano han dado el visto bueno para que Luciano Spalleti, nuevo entrenador del Napoli, pueda disponer de él desde ya.
En aquella jugada, Lozano tiró una pared con Rogelio Funes Mori. Luego, cuando se aproximaba al balón, recibió un empujón por la espalda que le hizo estrellarse de lleno con la rodilla con el guardameta trinitario. En su momento la jugada fue objeto de muchas críticas, pues ni siquiera fue señalada como penal y dejó latente la rudeza con la que se juega en la Concacaf. El jugador se perdió todo el torneo.
Hirving Lozano ha tenido que picar piedra para ganarse de un lugar en el Napoli. Tras arribar en 2019 por 42 millones euros procedente del PSV Eindhoven, las pruebas han ido aumentado de nivel para el atacante azteca. En un principio, no gozó de la confianza del entonces director técnico Genaro Gatusso. Los minutos escaseaban de manera dramática para el jugador que había sabido convertirse en figura en el futbol holandés y con la Selección Mexicana.
En México se llegó a hablar de que Gatusso menospreciaba a Lozano por su nacionalidad. Sin embargo, con el tiempo se demostró que esa teoría carecía de sustento: el histórico jugador italiano potenció las virtudes del Chucky y, con el paso del tiempo, lo convirtió en jugador clave de su sistema. Los recurrentes gritos de Genaro desde la línea de cal dejaban claro su interés en hacer a Lozano un jugador más completo.
Lo que parecía un año de pesadilla para Lozano (2019-2020) terminó de la mejor forma posible: consiguió su primer título en Italia luego de ganar la Copa frente a la Juventus. Pero los resultados de Gatusso en la siguiente campaña no resultaron del todo convincentes para la directiva, que optó por removerlo de su cargo en beneficio de un viejo lobo de mar del balompié italiano: Luciano Spalletti.
El nuevo estratega demostró de una forma peculiar su conocimiento sobre las capacidades del Chucky: ”¿Lozano? Me gusta, fue quien me echó de la Champions cuando entrenaba al Inter”, declaró en su presentación.
Más allá de la ironía, Spalletti sabe el cambio de ritmo y la contundencia de su otrora verdugo serán fundamentales para las aspiraciones de un Napoli que no se conformará con navegar en la medianía de la Serie A. Hoy han dado un primer aviso con Lozano como protagonista.
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