Chivas está sumergido en un momento deportivo complicado. En la presente campaña, luego de haber disputado cinco juego, los rojiblancos apenas suman 5 puntos de 15 posibles; es claro que la afición no está contenta con el rendimiento del equipo, y en el juego contra León se demostró: abucheos, insultos y recriminaciones se manifestaron, algo que Cristian Chicote Calderón no pasó por alto y respondió. No obstante, tan solo un día después, el jugador ofreció disculpas a través de sus redes sociales.
Al finalizar el juego contra León en el Estadio Akron, evidentemente la afición rojiblanca estaba molesta por el triste funcionamiento. Una derrota duele, pero lastiman más los tres goles, la nula capacidad de reacción, las formas, porque sí, en un club como el Guadalajara siguen importando las formas.
Esa molestia esta ocasión no se quedó en el mundo de las redes sociales, trascendió al terreno de juego. Cuando los jugadores se dirigían a los vestidores después de caer 3-0 en casa, un sector de aficionados comenzó a recriminar la actitud de algunos miembros de la plantilla: “pocos hue**s” se oían en las tribunas dirigiéndose a los jugadores, entre los que se podían ver estaban Jesús Godínez, Jesús Molina y Cristian Calderón.
Chicote, lejos de irse y hacer caso omiso de las provocaciones y ofensas, se detuvo un momento para enfrascarse en una discusión con aquellos detractores. A simple vista, y por los gestos de Calderón, se puede apreciar señas simbolizando el silencio para “callarlos”. Pese a esta acalorada discusión, envió un mensaje en el que muestra solidaridad con la afición y en el que acepta las críticas, así como que reconoce el error cometido.
El futbolista de 24 años ha sido uno de los más señalados en este mal paso del “rebaño”, ya que fue una de las inversiones más costosas que Ricardo Pelaez hizo en su momento para el proyecto que se tenía, algunos hasta se atrevieron a llamarles “las Chivalácticas”.
El nacido en Tepic, Nayarit fue una inversión de 8 millones de dólares para el Guadalajara, y su rendimiento no ha sido el deseado por parte de la afición: uno de los episodios donde más se le recuerda es cuando, gracias a sus estéticas anotaciones, el rebaño sagrado eliminó al América en los cuartos de final de la liguilla en 2020, pero fuera de eso, nada más.
Esta no es la primera vez que Calderón se ve envuelto en polémica. Desde su llegada a Guadalajara en el Clausura 2020, ha tenido otras situaciones que lo han situado en el ojo del huracán. La primera de ellas fue cuando se le vio cantando con una banda en la Feria de Ameca, cuando tenía que reportar a entrenar (lunes), no lo hizo al parejo del grupo por problemas estomacales y fue castigado. La segunda fue similar, se le vio en una fiesta cantando, pero la gravedad de esta radica en que violó protocolos sanitarios debido de la pandemia por Covid-19, y aunque lo negó en sus redes la opinión pública ya había hecho su juicio.
Esta nueva polémica que surgió a partir de este episodio con los aficionados, es algo que para nada beneficia el momento de las Chivas. Se está exhibiendo que la paciencia para todos se está acabando, tanto para el plantel como para el propio técnico y hasta para el proyecto deportivo.
Los rojiblancos tienen una cita pendiente con su historia desde hace ya algún tiempo, y deben comenzar a trabajar si desean recomponer el mal paso. Como ya se pudo ver, la afición, el sector más importante en la cultura de un club, está harta y necesita resultados. Tan cansada se manifiesta que incluso el “¡Fuera Vucetich!” sonaba en las gradas del Akron, algo que resulta complejo teniendo en cuenta el currículum de el Rey Midas.
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