“La llegada de Messi revolucionó Francia”. La frase corresponde a Jorge Quiroz, un ex jugador de Boca Juniors, surgido de la cantera del club, quién se consagró campeón de la mano de Silvio Marzolini en 1981 junto a grandes figuras como Diego Armando Maradona, Oscar Ruggeri y Hugo Gatti. El hombre nacido en San Miguel (60) vive en el país galo desde 1989.
En el 2018, Quiroz fue contratado como director técnico del Sub 19 femenino del París Saint-Germain (PSG). Durante dos temporadas, salió campeón invicto con un equipo invencible. Pero en junio de 2020, no le renovaron el contrato y tuvo que irse. Por su estadía en el PSG, conoce de punta a punta lo que son los pormenores del club y también a su presidente, Nasser Al-Khelaïfi, el qatarí millonario que contrató al mejor jugador del mundo. “Es muy ambicioso y pone todos sus medios económicos y humanos para ganar la Champions League. Hoy, es lo único que quiere para el PSG”, aseguró.
“Hoy, trabajo en un club cerca de Lyon. Llegué hace dos meses y estamos organizando todo lo que tiene que ver con la parte técnica. Hace un año que estaba parado y agarré esto porque necesito moverme”, remarcó el ex volante central, quién supo defender los colores de Temperley en el ascenso y emigró a Francia, hasta que decidió retirarse y convertirse en entrenador.
En diálogo con Infobae desde Francia, Quiroz reveló detalles increíbles de la revolución de Messi en París y cómo es trabajar en el PSG. También dónde vivirá el rosarino junto a su familia, qué único inconveniente tendrá al principio, y cuál es la política del club en cuánto a sus futbolistas. Además, el día que Maradona desechó la chance de ir a un club galo, sus recuerdos de cuando fue traductor de Gallardo, Rafa Marquez y Lucas Bernardi en el Mónaco; la fuerte pelea del Muñeco con Deschamps, y la relación que entabló con Cavani.
- ¿Qué generó la llegada de Messi a Francia?
- Todo el mundo quería que llegara al PSG. Messi generó una revolución en Francia, no sólo en París. Están muy contentos porque el mejor jugador del mundo viene a jugar la Liga 1. La gente fue al Aeropuerto París-Orly dos días antes de su asunción sin saber si arribaba al club. La gente se desesperó cuando llegó al país. Lo querían ver y tocar, nunca vi algo parecido desde que llegué en 1989. Si Maradona venía a Francia en la década del 80 hubiera pasado lo mismo.
- ¿El PSG tiene la estructura necesaria para recibir al mejor del mundo?
- Sí, por supuesto, está muy desarrollado. Le van a poner mucha gente a su disposición: guardaespaldas, personas que le aconsejan donde vivir, choferes, asistentes, traductores para él y su familia; y un profesor para que aprenda el idioma local. Se organizan muy bien. Con el nuevo mánager, Leonardo, están muy bien organizados y preparados para recibir un jugador de ese nivel, sin dudas. Las instalaciones son de alto nivel. El cuerpo técnico lo encabeza un argentino, Mauricio Pochettino. El único inconveniente que tendrá al principio es el dialecto porque no habla francés. Pero con el resto, estará muy cómodo.
- ¿Cómo es habitar en el mundo del París Saint-Germain llenó de figuras mundiales?
Es un ambiente muy especial como sucede en el Barcelona y en el Real Madrid, pero con la diferencia de que el PSG no tiene historia como los otros dos clubes. Es una institución que tiene mucha vida, con muchas personas trabajando en las sombras y especialmente, con un poderío económico. Hasta ahora, no tuvieron resultados futbolísticos a nivel europeo, sólo en el ámbito local. Le falta ganar una Champions League para meterse entre los grandes equipos.
- En el vestuario, ¿cómo es la relación entre los futbolistas y el cuerpo técnico?
- Hay una unión entre jugadores e integrantes del cuerpo técnico que antes no existía. Es un grupo unido que tiran todos para el mismo lado. Los argentinos Paredes, Di María, Icardi se dieron cuenta de que si no se unían, no podían ganar nada. Gracias a esa alianza llegaron a una final de Champions, hace dos años. Tomaron conciencia los jugadores que la idea es estar juntos y no cada uno por su lado. Ese fue el acuerdo entre todos para sacar adelante al PSG. El único inconveniente que tienen es que no les dan posibilidades a los juveniles.
- ¿Se trabaja bien en las divisiones inferiores?
- Si, imagínate que París es la ciudad número 1 del mundo, viven sacando jugadores pero no llegan a Primera porque la política del club es incorporar a las máximas estrellas. Los que están en el centro de formación buscan otros horizontes. Porque saben que con tantas figuras no tienen lugar para jugar. ¿Cómo hacen estos chicos para jugar con tantas estrellas? Salvo que haya una intoxicación de los futbolistas de primera. El problema es que pueden entrenarse con ellos pero no suman minutos en cancha.
- ¿Está política de dejar de lado el semillero del club siempre estuvo presente?
- No, se implementó con la llegada de la gente de Qatar. Le dieron importancia a traer figuras y son decisiones. No se equivocaron porque llegaron a la final de la Champions League, ganaron el torneo local y ahora, dan un paso más adelante con las contrataciones de Messi y Sergio Ramos. El PSG pasará ahora a ser un grande de Europa.
- ¿Cómo es el presidente del club, Nasser Al-Khelaïfi?
- Es muy ambicioso y pone todos sus medios económicos y humanos para ganar la Liga de Campeones. Hoy, es lo único que quiere para el PSG. Con ese objetivo cumplido, se relajará un poco más y se pondrá otras metas a cumplir. La obsesión del club es ganar la Champions League. Por ende, gastan fortunas en contratar a Messi para lograr el objetivo. Pienso que el rosarino le dará el paso que necesita para conseguirlo.
- ¿Qué tal es el público del PSG?
- Es muy exigente. Tiene dos barras bravas que se separan durante el juego, pero se reúnen y están juntas fuera de la cancha. Se trata de la oficial y la disidente. No hay problemas entre ellas, cada una se ubica detrás de uno de los arcos. Cuando salimos campeones con las chicas, jugamos la final en Parque de los Príncipes, previo al juego de la primera. Al terminar el partido, tuvimos que ir a saludar primero a una hinchada y luego, a la otra. Los hinchas cantan, saltan y alientan todo el tiempo.
- ¿Cómo es el barrio lujoso Bougival, donde vivirá la familia Messi?
- Yo viví un tiempo allí. Queda en la zona del oeste de París, en el departamento de Yvelines, donde se encuentra el centro de entrenamiento. Está cerca de Versalles y a 15 km del centro de la capital. Es un lugar muy lindo, tranquilo, con mucho verde, con bosques y muchas casas con espacios inmensos. Son zonas seguras con vigilancia de video y alarmas por todos lados. Ramos y Neymar residen en esa comuna.
- ¿Es cierto que antes de trabajar en el PSG le recomendaste al exdirector deportivo, Antero Henrique, incorporar a Sergio Ramon y a Messi?
- Exactamente. Antes de llegar a París estaba en Niza. El ex mánager del club, Luis Ferrer, me pidió que lo vaya a buscar a Cannes. Estaba junto al director deportivo, Antero Henrique, tramitando el pase de Killian Mbappé al PSG. Como chofer, los trasladé de Cannes al estadio del Mónaco para que firmara el contrato y luego, al Aeropuerto de Niza para que pudieran viajar a la capital. Durante el viaje, le dije a Antero: ´Si tenes ganas de ser campeón, traigan a Messi y al español Ramos´. Me respondió: ´Jorge, es imposible. Olvidate. Ramos jamás se irá del Real Madrid y tampoco Lionel del Barça´. Fue una charla informal y en su momento, no me dieron bola. Resulta que hoy, son los mejores refuerzos del club. Con el tiempo, Antero me llamó para trabajar en el fútbol femenino con las chicas del Sub 19.
- ¿Cómo fue tu experiencia en el PSG?
- Muy buena, me dieron la libertad para manejarme como quería. El PSG tiene muchas facilidades económicas y me permitieron imponer mi fútbol como deseaba. Encima, como ganamos dos títulos me sirvió para que sigan apoyando mi proyecto. Acá, el fútbol de mujeres está evolucionando año tras año, va en aumento con la cantidad de licenciados que se especializan en el fútbol de mujeres.
- ¿Qué análisis haces de tu paso por el Sub 19 femenino?
- Fuimos dos veces campeones y no perdí un solo partido. Fueron dos años magníficos donde ganamos todo. Antes de la pandemia, nos consagramos campeones. Nos reconocieron el campeonato y metí 14 chicas a diferentes selecciones. De un grupo de 19, 13 fueron convocadas a la de Francia y una a la de Portugal. Durante la pandemia, no me renovaron el contrato y tuve que irme. El fútbol femenino está tomando importancia gracias al Lyon que hace 10 años gana todo. El Lyon es el mejor equipo del mundo. Después, viene el PSG y más atrás, el Chelsea.
- ¿Es verdad que un día te dejó plantado Edinson Cavani en un entrenamiento con las chicas?
- Sí, soy muy amigo de Cavani. Él era parte del PSG y un día habíamos combinado que venía a entrenar con las chicas. Llegó dos horas tardes, cuando ya nos habíamos ido. Arreglamos para las 10 am y arribó a las 12 pm. Lo conocí en Mónaco y nos reencontramos en el PSG. Un chico muy humilde y trabajador. Es una lástima que ya no sea parte de este equipo. Lo trataron mal en el PSG, prefirió abrirse y buscar otro horizonte. Es muy buena persona.
- ¿Por qué lo maltrataron?
- Le dijeron que no le iban a renovar el contrato y al final, con esto del coronavirus, le hicieron una propuesta por dos meses y a Edinson no le gustó. Él sentía que merecía más respeto y pegó el portazo; dejó de ir a entrenar. En cambio, a Thiago Silva le ofrecieron lo mismo y aceptó. El uruguayo no. Un poco por orgullo y otro poco, por el trato del club hacía él.
- ¿Cuánto hay de cierto que llevaste a Cavani a conocer las ciudades de Mónaco y Niza?
- Sí, lo llevé a pasear y a conocer los restaurantes y bares de ambas ciudades. En Mónaco son muy futboleros y lo reconocían por su pasó en Nápoles.
- ¿Qué función cumpliste en el Mónaco?
- Fui traductor español-francés para los jugadores latinoamericanos como Marcelo Gallardo, Lucas Bernardi, David Trezeguet y el mexicano Rafael Márquez, entre otros. Con el Muñeco tengo una linda amistad y muy buen feeling. Es muy inteligente y reúne todas las cualidades para ser un exitoso entrenador. Siempre hablamos del juego, luego de los partidos. Cada vez que viajo a la Argentina voy a observar los entrenamientos. Hoy, Marcelo está en un gran nivel como entrenador y capacitado para dirigir un grande de Europa.
- En un futuro, ¿Gallardo podría dirigir el Mónaco o el PSG?
- El Mónaco es un gran club, pero no hay pasión. Tiene siete mil espectadores. Es un club con historia, pero no creo que le interese a Marcelo. Él está para grandes cosas. Debería ser el entrenador del PSG, club que cuenta con más hinchas y mucha más pasión. Con todo lo que logró en River Plate y siendo el DT que es, lo veo más en el PSG que el Mónaco. Me acuerdo de una anécdota con el Muñeco cuando le traduje una nota que le hicieron del diario L´Equipe.
- ¿Qué pasó?
- Fue un poco duro con el técnico Didier Deschamps por la forma de jugar del equipo. Marcelo va al frente como loco. Se hacia respetar y cuando algo no le gustaba lo manifestaba. Cuando existían las injusticias en el plantel, era el primero en decírselo al entrenador de turno. Didier, por su parte, tenía mucha personalidad y es una figura en el fútbol francés. Marcelo se le plantó y le dijo lo que pensaba. En ese momento, Deschamps no estaba preparado para tener figuras en el plantel de la talla de Gallardo. Después, con el tiempo aprendió. En esa época, le faltaba experiencia y con Gallardo fue al choque. Luego de ese altercado, quedó mal la relación. El Muñeco se fue al PSG y luego recaló en Nacional de Uruguay.
- Debe ser difícil para un entrenador manejar ciertas figuras con mucho ego…
- Pasa en todos lados. Pasó en el Mónaco y en el PSG, también. Es el problema de manejar ciertas figuras. A veces te va bien y otras, mal. Cuando logras resultados todo va bien, caso contrario, ahí está el problema. Cuando ganas poder hacer lo que quieras, en cambio si pierdes, debes cuidarte…
- ¿En el Boca campeón 81´ pasó lo mismo con Diego Maradona y el Loco Gatti?
- No, nada que ver, Diego era una persona adorable. En esa época había figuras como Oscar Ruggeri, Vicente Pernía, Diego Maradona y el Loco Gatti que iban al frente. No tenían problemas de ego. En Boca primero está el club y después los jugadores. Se respeta mucho eso.
- ¿Qué se sintió jugar al lado de Maradona?
- Lo mejor de mi vida. No se puede explicar. Es algo increíble. Vos le dabas la pelota y te olvidabas de todo. Fuera de la cancha, era muy humilde. Recuerdo que siempre me llevaba en su camioneta para San Miguel, donde yo vivía. Diego tenía una quinta en Moreno. Nos reíamos mucho porque mi abuelo era correntino y su papá (Don Diego) también. Entonces, imitábamos el acento y nos matábamos de risa. La verdad no hablábamos de fútbol. Me invitaba a su quinta a tomar mates y se tiraba a dormir. Un día me llevó hasta mi casa y los fans le rodearon el auto para pedirle fotos y autógrafos. Desde ese día, no me llevó más. Me dijo: ´Nunca más te llevo a tu casa ja´.
- ¿Maradona tuvo oportunidades de jugar en Francia?
- Sí, recibió una propuesta del Olympique de Marsella. Ambos estábamos en Nápoles en esa época, yo de vacaciones. Recuerdo que lo visité mientras él jugaba allí. Se comunicaron con su representante, Guillermo Coppola, para ofrecerle ir al Marsella. El presidente del club, Bernard Tappie, mandó un emisario para llevárselo al Olympique. Maradona ya había firmado con el club napolitano y al final, no pudo moverse de Italia. Ni lo recibió al emisario francés porque ya había renovado contrato. “Si me voy del Napoli, nos matan a todos”, me dijo Diego en su momento. Pero para el fútbol francés, la presencia de Maradona hubiera sido maravilloso.
- ¿Por qué lo dices?
- Porque hubiese aportado y mucho al fútbol francés. Si Diego iba para Marsella hubiera pasado lo mismo que sucede con Messi en París. Imagínate, todo el periodismo del mundo se mudaba a Francia y revolucionaba el juego. Era el momento para que vaya a ese país a revolucionar el juego. El presidente Tappie lo quería traer a cualquier costó. Decía: ´Maradona tiene que jugar acá y se paga solo´. Diego me preguntó como era Marsella y le dije: ´Es como Boca´. Y nada más.
- ¿Por qué el Olympique de Marsella es como Boca?
- Porque por más que no juegues bien, si corres y metes huevos en la cancha, la gente te aplaude. El Olympique de Marsella es Boca y el París Saint-Germain es River Plate. Yo jugué un año en Marsella. Es una locura como se vive este deporte. El estadio de Velódromo con Diego hubiera explotado. Marsella es en el sur de Francia como Nápoles en Italia. No tengo dudas: Marsella es Boca.
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