Fernando Segura Trejo, argentino-mexicano, es un muy prestigioso doctor en sociología por la Escuela de Altos Estudios Sociales de París y desde hace años viene estudiando el fenómeno del fútbol con distintas becas, entre ellas del CIES, el centro de estudios sociales de la FIFA. Tiene publicada una buena cantidad de artículos sobre Lionel Messi.
- ¿Qué es el París Saint Germain?
- Seguro que no es el que yo iba a ver cuando era estudiante del doctorado en París. Por ahí un chico que nació hace diez años puede ver todo el glamour que rodea al PSG. Hace doce o trece años era un equipo de mitad de tabla para arriba en la liga francesa pero que no llegaba a competirle del todo al Olympique de Lyon, por ejemplo, porque ese equipo era en ese momento el múltiple campeón francés. Históricamente, el PSG, si bien ahora es el más ganador, siempre estuvo detrás del Olympique de Marsella, del Saint Etienne, que tienen más peso a lo largo del tiempo. Este, en cambio, es otro PSG desde la llegada de los qataríes en 2011. Ahí hubo una transición que yo la viví, estando en París, y que era la aspiración de hacer del PSG un club de primer nivel europeo. Le ha tomado mucho tiempo hacerlo y yo diría que están en el punto más maduro ambos proyectos. Tanto el PSG, que ya en 2020 se quedó en la final de la Champions League, la cual es una obsesión para el club y para la liga francesa, porque solamente una vez ganaron el torneo europeo, el Marsella en 1993.
- Entonces pareciera que Messi encaja justo en este momento del PSG.
- Sí, porque el Messi que llega a París es mucho más maduro, ya consagrado, que yo diría que se va sin deudas del Barcelona, acaso una deuda más sentimental de haber podido quedarse y retirarse en el equipo de su vida, pero yo creo que este es un impacto geopolítico.
- Aparecen en este sentido muchos temas apasionantes. Por ejemplo, usted se refirió muchas veces a la necesidad de París de tener un equipo fuerte que compitiera con los de Lyon, Marsella, Saint Etienne. Llama la atención que por tantos años una gran ciudad como París no lo tuviera…
- El PSG fue fundado en los años setenta y debía enfrentarse a clubes como el Saint Etienne, el Niza, el Stade de Reims –donde jugaba Carlos Bianchi- que eran los grandes protagonistas del fútbol francés, pero París no podía competir y lo hacía con equipos menores, el París Fútbol Club o el Racing de París, que hoy prácticamente están en otros deportes, o un viejo proyecto como el Racing Matra. Entonces, cuando nace el PSG fue muy apoyado por la alcaldía de París, que presidía Jacques Chirac, que después fue presidente de Francia. El PSG, desde su concepción, siempre estuvo vinculado a una idea de poder económico, político y deportivo, y la de competir con otros actores franceses.
- Antes de llegar a esta etapa, el PSG pasó por varias manos….
- Sí, en los años noventa, el PSG fue comprado por Canal Plus y ahí se intentó que compitiera en el plano europeo. De hecho, ganaron la Recopa de Europa al Rapid de Viena en Bruselas en 1995/96 y parecía que ese proyecto se podía concretar. Ese equipo tenía grandes figuras como Yuri Djorkaeff, que después fue campeón mundial con Francia en 1998, o el brasileño Raí, pero no llegó a concretarse, no funcionó del todo y por 2006 fue comprado por un grupo de inversores norteamericanos de Colony Capital, Butler Capital Partners y Morgan Stanley, pero fue una frustración porque no consiguieron ni los primeros planos franceses y mucho menos los europeos. Recién después, en la temporada 2010/11 llegaron los qataríes.
- ¿Cuál era el objetivo de esta inversión?
- El proyecto político alrededor de los qataríes con el PSG era aspirar a los primeros planos europeos. La primera compra estelar fue Javier Pastore. Su pase fue anunciado en el Parque de los Príncipes con bombos y platillos. Después empezaron a llegar jugadores como Zlatan Ibrahimovic o David Beckham, Ezequiel Lavezzi y fueron aumentando el cachet de las compras hasta llegar a Neymar en 2017, después Kyllian Mbappé, que se lo arrancaron al Mónaco, que luego fue campeón del mundo, y hoy se permiten tener a Mbappé, a Neymar y a Messi. Entonces, creo que el objetivo de geopolítica, de poder económico está alcanzado. Falta el título deportivo que es la Champions, pero recordemos algo: el año que viene hay un Mundial en Qatar y el PSG tiene todas las fichas. Entre los candidatos como Francia, Italia, Brasil o Argentina y ellos tienen la mitad de las fichas concentradas en su equipo. Y a esto, hay que sumarle el atractivo turístico de París. Imagínate un fin de semana en París, y yendo a ver al PSG al Parque de los Príncipes. Como combo es perfecto para ellos. Y para la liga francesa, porque aumenta sus derechos de venta y sus derechos de transmisión para el mundo.
- Se puede decir entonces que la llegada de Messi convierte a París en la capital mundial del fútbol de equipos, con Francia como la campeona mundial vigente, y con el equipo más cotizado del mundo.
- Antes mencionaba esto de la llegada de Mbappé como arrancado a un rival directo como el Mónaco, Neymar, de alguna manera fue arrancado al Barcelona al pagar directamente la cláusula de rescisión de 222 millones de euros, ahora Messi, que deja el Barcelona y apenas dos días más tarde ya firma su contrato.
-En Barcelona se preguntaban mucho esto de que el club no pudo mantener a Messi por el Fair Play Financiero pero el PSG parece no tener techo para fichar, incluso trajo a Sergio Ramos, a Donnarumma, a Wiljnaldum. ¿Cuál es la lectura?
- En esta lógica de actores, el que más pierde es la liga española porque hace unos años se fue Cristiano Ronaldo, ahora Messi, y se queda como un torneo que estuvo en los primeros planos y que ahora corre el riesgo de pasar a un segundo plano, porque la Premier League se lleva casi todos los casilleros, y la liga francesa empieza a competir. Lo que le hace falta ahora es otro equipo que pueda competir con el PSG y veo un riesgo allí: si el PSG no gana una liga en los años que vienen, será un escándalo, sería un fracaso rotundo, y lo mismo con la Champions. Tendrá que llegar a semifinales como mínimo. Creo que eso está relacionado con el escándalo del intento de creación de una Superliga Europea, en el cual la oveja rebelde fue el PSG. Paradójicamente, quien de alguna manera este proyecto, quien lo ventiló a los medios de comunicación y quien se portó como un buen alumno de la UEFA, fue el PSG, y entonces tal vez ahí podemos explicar esa plasticidad que puede mostrarle hoy la UEFA al PSG por haber sido buenos amigos buenos alumnos y también esa jugada la podríamos pensar en términos estratégicos. Acá nada se hace por altruismo ni por intereses nacionales sino de intereses trasnacionales.
- Volvemos a la geopolítica.
- Acá, cada jugador adquirido, cada movimiento, viene por haberse jugado fichas muy estratégicas calculadas inclusive a nivel de Estado, porque atrás del PSG hay un Estado que intenta posicionarse de una manera estratégica y tiene otro competidor en el Golfo Pérsico que es el grupo City, que pertenece a los Emiratos Árabes Unidos. Estamos hablando de competiciones de jeques, de millones de dólares, de corporaciones, de posiciones en Europa, en Norteamérica. Por ejemplo, Qatar acaba de jugar como invitada en la Copa de Oro de la CONCACAF y llegó a la semifinal contra Estados Unidos. Es decir que se mueven fichas de globalización que para un espectador común es difícil, al punto que lo es para los que lo analizamos porque tenemos que poner muchas variables sobre la mesa para poder interpretar. Pocas veces vamos a ver la sinceridad de un actor como fue tal vez la sinceridad de Messi en la conferencia de prensa de su salida del Barcelona en la que dijo su sentimiento, su postura, su parte de la historia, donde dijo ‘hasta acá llegué, hice todo lo posible, no se pudo dar’.
- Yendo a la historia del PSG, ¿puede decirse que Carlos Bianchi fue la primera estrella que contrató el club?
- Sí, podemos verlo de esa manera porque Bianchi era ultra goleador en el Stade de Reims y fue contratado por ese PSG que emergía y que buscaba desde aquel momento arrancarle figuras a los otros equipos. Estuvo poco tiempo Bianchi en el PSG pero fue esa idea de contratar estrellas desde un inicio. En aquella época, tal vez el PSG no aspiraba a ganar una Champions pero sí hay una constante, como aquella cena posterior entre Sarkozy, Platini y el jeque, porque París es un centro del turismo mundial, de la moda y acá podemos agregar este otro aspecto, el del fútbol como moda de alta gama entre equipos de lujo. Estamos hablando de una élite y esto le viene bien también a la UEFA, porque esa idea de una Superliga como una liga competidora de la Champions, ya choca contra un PSG que está adentro y que puede desafiar a que constituyan otra sin él. No sé hacia dónde van a ir esas luchas de poder pero me animo a decir que la Superliga estará encajonada por unos años con estos movimientos.
- Esto es muy interesante porque pareciera que entonces el PSG se estaría convirtiendo en una especie de establishment dentro del establishment, como de alguna manera, el equipo oficial o el más cercano a lo oficial, con lo cual cuesta cada vez más salirse de lo oficial, porque además otros clubes obedientes con la UEFA fueron los alemanes como el Bayern Munich, el Borussia Dortmund o el Bayer Leverkussen, que se negaron a salir hacia la Superliga y ya no son siquiera tomados en cuenta en los reclamos en la Justicia civil.
- Es cierto, los clubes alemanes también fueron buenos alumnos de la tradición europea, y pensaba en el momento en el que Boris Johnson llamó para reprender a los clubes ingleses que se querían ir a la Superliga, que es paradójico pensar que el principal promotor del Brexit es el que llama a los clubes británicos para decirles que de Europa no se van, lo que muestra hasta qué punto es fundamental para la geopolítica europea mantenerse unida a sus tradiciones. Esto es muy interesante.
- Hubo otros jugadores argentinos que pasaron por el PSG como el propio Mauricio Pochettino, que ahora es el DT…
- Sí, Gabriel Heinze, Juan Pablo Sorín (que es muy recordado por la gente), Marcelo Gallardo, que estuvo en la transición cuando el club fue vendido al grupo norteamericano y que había sido una figura importante en el Mónaco. También en esos tiempos contrataron a un brasileño que hizo historia, como Nené, pero no eran figuras de la talla de los actuales. Todo comenzó con el fichaje de Ibrahimovic. Desde su llegada, empezaron a apostar por los jugadores top de los top y hoy, por fin, tienen ese equipo al que todos le van a querer ganar, como era el Real Madrid hace unos años, o el Barcelona de los tiempos de Josep Guardiola, en los que la tensión deportiva, y política también, pasaba por ganarle a un equipo.
- Tomando en cuenta esto, en el nivel de la liga francesa, ¿hay alguna chance, como ocurrió el año pasado con la sorpresa del Lille, de que algún equipo le pueda arrebatar el título al PSG? Porque aparecen, por tradición, Olympique de Lyon y Olympique de Marsella, dirigido por Jorge Sampaoli y con otro argentino, Darío Benedetto. Pero no parece alcanzar…
- Por suerte el fútbol es un deporte que permite que siempre se le pueda pelear al poderoso. De las cuatro competiciones en las que participa el PSG (Liga, Copa, Copa de la Liga y Champions) se le va a exigir que las gane y en todas estas temporadas. Cualquier torneo que no gane se le reclamará como fracaso. En la Liga, no creo que le vuelva a pasar lo de la temporada pasada con el Lille, pero si nos ponemos a revisar desde 2013 para acá, creo que sólo dos equipos, además del PSG, han ganado la liga, así que va a ser todavía más difícil. Si la pierde, sólo se le perdonará si gana la Champions, que es lo que tiene pendiente, pero los contendientes locales serán los mencionados. El Lille se ha convertido en un club formador de jugadores y hay nuevos actores, como el Troyes, el equipo con el que debutó en la liga el PSG, y que es menor, pero que acaba de ser adquirido por el City Group. Entonces, la liga francesa está comenzando a crecer en términos económicos y le va a convenir tener por lo menos uno o dos equipos que le compitan al PSG porque si no va a ser una liga aburrida en la que se van a conocer los resultados por anticipación.
- Otro tema es el de los medios de comunicación. Francia siempre ha sido fuerte en medios gráficos con revistas muy tradicionales como “France Football”, “Once”, diarios como “L’Equipe”, “Le Monde”, “Le Parisien”. ¿Cómo recibieron la noticia de la llegada de Messi? ¿Hay una cierta euforia o son medidos?
- Los medios, sobre todo los deportivos, están eufóricos, pero además los toma en un buen momento en el que Francia acaba de hacer un buen papel en los Juegos Olímpicos de Tokio y entonces también hay euforia por ahí, porque Francia se trajo muchas medallas en deportes colectivos y ahora se anuncian los Juegos Olímpicos de París para 2024 y en la ceremonia de clausura de Tokio ya se hizo el traspaso de sede, por lo que hay un clima de festejo, de sentir que Francia es el epicentro deportivo del mundo por esto y por la llegada de Messi.
- Un tema que siempre estuvo ligado al PSG es el de la violencia de sus ultras, que protagonizaron en un pasado reciente algunos hechos lamentables. ¿Cómo lidiará el club con esto cuando en el campo de juego tendrá semejantes estrellas?
- El público que va al estadio Parque de los Príncipes, la casa del PSG, ha cambiado. El grupo qatarí tomó la receta británica de los años noventa de cambiar el perfil de los espectadores y aquellos grupos ultras que tanto se disputaban en las tribunas hoy han sido completamente barridos del estadio. El sistema es de abonos y aleatorio y no permite que los aficionados vayan a los partidos en grupos. Es muy difícil ver concentraciones de grupos de aficionados. Se ha elitizado y es parte de lo que los qataríes y el público que va a ver al PSG es más elegante, el abono es caro y todavía será más caro con Messi. Esto es lo que buscaban los qataríes aunque esto no ha resuelto el problema de la violencia sino que trasladó el problema a las calles. Cuando el PSG gana se festeja en el estadio pero en las calles hay enfrentamientos con la policía, excesos, especialmente de aquellos hinchas privados de poder asistir a su histórico estadio y esto termina en malas noticias en los medios, como cuando perdieron la Champions contra el Bayern Munich en 2020 o cuando ganaron la liga francesa. Ojalá que sí, pero creo que no estaremos exentos de este tipo de imágenes. Por un lado un público que puede pagar el abono para ver a las estrellas, y por otro lado los jóvenes de los suburbios de París que se ven privados de ir al estadio. Una vez más es una relación de fuerzas, un criterio económico que han adoptado.
- En este punto también hay manifestaciones de bronca contra el PSG como se vio cuando los hinchas del Olympique de Marsella también salieron a festejar la derrota contra el Bayern Munich en la Champions. ¿Esto se puede llegar a extender a otros hinchas de otros clubes?
- Con el Marsella es una rivalidad histórica inclusive en términos de ciudades, porque no es algo sólo futbolístico. Pero sí que entre los aficionados más ultras, más radicales, sí va a haber este constante enfrentamiento. Cualquier victoria contra el PSG se puede convertir quizá en el campeonato ganado y para cualquier equipo que le gane en el campeonato se salvará el año, salvo que luego descienda. Pero también habrá fascinación para cualquier joven de cualquier ciudad de Francia se sentirá invitado como parte de un espectáculo interesante, a la hora de ver a Messi.
- ¿Cómo tomará el hincha del PSG que Messi haya llorado al irse del Barcelona y declarado su amor poe el club en el que jugó tantos años?
- Creo que al público del fútbol, al seguidor del PSG no le importa tanto ese aspecto de su amor al Barcelona y está contento de recibir en su equipo a Leo Messi, la figura mundial, el jugador que es el rey absoluto esta generación. Creo que viven como un gran honor tenerlo en París y nadie le puede reprochar el cariño que siente por el Barcelona. Al contrario, creo que lo ven como una persona que ama el lugar que lo formó y donde creció y creo que cuando la gente se acerque al estadio para verlo, será un momento de gran euforia.
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