La pandemia de Covid-19 causó muchas incertidumbres en varios entornos sociales, en México. Uno de los más afectados fue el deporte, ya que los atletas de alto rendimiento tuvieron que modificar todos sus planes en torno al ciclo olímpico. A lo largo de la pandemia han tenido que posponer o cambiar la forma de sus entrenamientos, incluso algunas tuvieron que enfrentar la enfermedad provocada por el coronavirus.
Uno de los casos previo a los JJOO fue el de la pentatleta Mariana Arceo, quien se contagió durante su preparación en campamento en Barcelona, España y sufrió algunos efectos graves que le impidieron tener fuerzas en algunos momentos y no podía mantenerse de pie. Más adelante, a escasos días de los Olímpicos, los beisbolistas Héctor Velázquez y Sammy Solís, salieron salieron positivos en sus pruebas de PCR que les realizaron previo a su viaje hacia Tokio y tuvieron que reemplazarlos.
El Comité Olímpico Mexicano, realizó un plan en el que toda la delegación mexicana que acudió a Tokio tenía el cometido de cuidarse y realizarse todas la pruebas necesarias para que no hubiera algún caso positivo en la villa olímpica en Tokio.
Para los atletas, entrenadores y entrenadoras, así como todas las personas que integraron las delegaciones de cada país que tuvo presencia en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. La situación de la pandemia les dejó un reto diferente a los de las emisiones pasadas de los JJOO, porque tuvieron que cada día mantenerse distanciados, aunque durante los enfrentamientos en algunas competencias tuvieron algún tipo de contacto cercano, en el día a día hicieron el mayor de los esfuerzos para no contagiarse y por cuidar tanto su salud física como mental.
El director del Comité Olímpico Mexicano, Carlos Padilla, expresó lo agradecido y contento que se encuentra con el esfuerzo de cada atleta mexicano que compitió en Tokio, para él, estar entre los mejores ocho a los que les brindan un diploma olímpico es de admirar. Por su parte, en cuanto al cuidado y apoyo de cada integrante de la delegación mexicana comentó:
“De los objetivos prioritarios de nuestra participación en estos Juegos, era regresar todos en perfecto estado de salud, y se cumplió, gracias al apoyo de los patrocinadores, al trabajo profesional del personal del Servicio Médico, pero sobre todo, a la cooperación de todos los integrantes”.
Hace poco más de una semana que la llama olímpica se apagó en Tokio, pero las enseñanzas así como los reconocimientos hacia todas las personas que hicieron posible los Juegos Olímpicos siguen latentes, porque lograron el objetivo de la emisión XXXII “Unidos por la emoción”, además de sus tres conceptos fundamentales, tan acordes a la situación de pandemia: “dar lo mejor de uno mismo: alcanzar la mejor versión personal”.
En cada encuentro así fue. Los deportistas de alto rendimiento mostraron su mejor versión pero no sólo para ellos, sino con los demás, por su compañerismo y reconocimiento, “aceptarse unos a otros: unidad en la diversidad”, la inclusión, el respaldo y el visibilizar otras realidades fue algo que hizo muy significativo el entorno de la justa deportiva. “Transmitir el legado para el futuro (conectar con el mañana)”, fue uno de los mensajes más impactantes, porque los olímpicos de Tokio 2020 quedarán como una lección de unión entre naciones más allá de las banderas.
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