La justa veraniega en Tokio, ha dejado momentos de perseverancia, esfuerzo y trabajo en equipo. Por esa razón, en el fútbol los jugadores destacados tienen presente a sus compañeros y les dan el mérito también.
La Federación Internacional de Fútbol (FIFA) y BeSoccer que es una aplicación especializada en estadísticas sobre el fútbol, establecieron a los mejores jugadores de los Juegos Olímpicos de Tokio. Dentro de las selecciones sub-23 de los países de Brasil, México, Japón, resaltan los siguientes.
Luis Francisco Romo Barrón
El mediocampista que junto a la selección mexicana se ganó la medalla de bronce, desde el 2020 tiene fichaje con el equipo mexicano Cruz Azul. Hasta ahora, como jugador celeste tiene acumulados 48 partidos, ocho goles y 13 asistencias. Luis Romo se adapta a diferentes posiciones en el los partidos, aunque es especialista en el medio campo.
En mayo 2021, fue elegido como el mejor jugador del mes. Luis Romo, formó parte del equipo celeste que hizo historia, porque después de poco más de 23 años pudieron ganar la novena estrella. Sus inicios para llegar a donde está fueron complejos, pues el en su Estado natal que es Sinaloa, se dedicaba a la pesca, junto con su familia.
Dani Alves da Silva
La defensa de Dani Alves, fue clave para que el equipo brasileño se adjudicara la medalla dorada en los Juegos Olímpicos en tierras niponas. A lo largo de su trayectoria, suma en total 43 títulos y es conocido como uno de los jugadores más completos en el fútbol mundial. A sus 38 años, cumplió una de las metas más grandes a las que aspiraba: la medalla olímpica para Brasil.
De su equipo es el jugador que ha interceptado más balones y por esa razón fue clave para el oro olímpico. La lucha constante de Dani por conseguir sus sueños ha sido un factor para ser uno de los mejores.
El jugador, desde niño soñó con ser reconocido e hizo grandes esfuerzos para conseguirlo. Cuando era pequeño, todos los días se levantaba a las 4 de la madrugada, para ayudar a su padre en su trabajo en el campo. El amor por el fútbol lo heredo de su padre, quien formó su propio equipo en el que comenzó a jugar Dani Alves.
Francisco Sebastián Córdova Reyes
El mediocentro ofensivo originario de Aguascalientes, es un jugador destacado del Club América de la Liga MX. Su brillante desempeño en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, ha sido reconocido por la FIFA, lo nombraron como uno de los cinco mejores jugadores de la máxima justa veraniega. El mexicano hizo uno de los goles en el partido contra Japón, quedando 3-1 a favor del equipo tricolor, hazaña con la se llevaron la medalla de bronce.
En los Olímpicos fue uno de los jugadores que más tuvo contribución directa en goles. Sebastián tenía bien definida que su meta en equipo era ganar una medalla olímpica y se cumplió. A sus 24 años es reconocido en México como uno de los mejores jugadores que podría tener un futuro prominente en el tierras europeas.
Takefusa Kubo
El futbolista de Japón juega como centrocampista de la Primera División de España en el equipo Real Madrid. Desde muy pequeño es apasionado al fútbol, debido a que sus padres le inculcaron el interés por los deportes. Con tan sólo siete años de edad, comenzó su trayectoria en el FC Persimmon, ubicado en su ciudad natal.
Takefusa Kubo es apodado el Messi japonés, en su país natal es considerado como uno de los mejores goleadores de la Copa de la Liga japonesa, que a sus dieciséis años logró anotar.
Richarlison de Andrade
El jugador Richarlison es delantero brasileño y del Everton de la Premier League de Inglaterra. Dentro de su destacada carrera está el ganar la Copa América 2019 con la Selección Nacional de Brasil. Desde niño quiso jugar en la en la Premier y a sus 21 años ya aparecía en la lista de goleadores.
Con su fuerza metal y sobretodo perseverancia ha cumplido sus objetivos. Desde muy pequeño comenzó a vender dulces, helados y a trabajar en el campo junto a su familia, para solventar gastos en su casa. En su trayectoria para abrirse caminos en el fútbol tuvo que confrontar varios no como respuestas, incluso estuvo a punto de rendirse, además, de que el dinero que llevaba consigo no le era suficiente para regresar a su casa, pero nunca dejó que se apagará su ilusión.
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