Es difícil que el Kun Agüero pierda el buen humor. Durante años resistió críticas en la Selección sin levantar la voz. El suele reír. Como el chico que debutó a los 15 años en Independiente. Como si en realidad fuera eternamente un nene. Uno que puede ser un crack con estatua y a la vez pasarse horas como streamer. Pero una noticia le cambió la cara. La salida de Leo Messi del Barcelona fue una patada donde más duele. La última foto es con una sonrisa, el sábado por la noche, cuando fue a la casa de su amigo en Castelldefels para la despedida de la mesa chica. “Te quiero pa”, cerró el posteo debajo del abrazo con Messi. Fue bien su estilo, como cuando en pleno festejo de la Copa América tiraba en el vivo de Instagram su conocido “perrito malvado”. Antes, de todos modos, su cara había cambiado. Él volvió a España para darse el gusto de jugar con Leo, el crack con el que comparte habitación desde hace más de 10 años en la Selección. Por eso, después de enterarse de la bomba mediática de primera mano, se lo vio serio como pocas veces en las primeras prácticas después de la explosión. Y esa misma cara la vieron sus íntimos. Fue ahí que surgieron los rumores de que analizaba las cláusulas de su contrato para ver si podía anularlo. Hasta se llegó a repetir -extrañamente- que tenía firmado jugar con Messi. El Kun no romperá.
“No puedo creer lo que pasó. Hace años quería compartir club con Leo. Pero ahora le voy a meter”, le confesó Agüero a gente cercana que se preocupó ante la ola de versiones. Es que una vez que la cámara dejó de seguir cada movimiento de Messi, el foco fue el Kun. Hasta con cierta pena. Está en el Barcelona, por supuesto, pero queda rengo. Él ya había sido un brazo armado de Guardiola el año pasado, cuando la idea era que la dupla jugara en el Manchester City. El Kun es adorado allá, prócer total después del gol histórico en el minuto 93 para ser campeón. Había buscado complicidad en su amigo, pero Leo no pudo salir del Barsa -aunque quería- por cuestiones legales. No alcanzó con la presencia de Pep, un estadio genial y una ciudad deportiva como pocas en el mundo. Entonces la táctica fue a la inversa: de Inglaterra a España. Agüero en los últimos tiempos recibía de Guardiola más elogios en público que minutos en cancha. Por eso, cuando surgió la chance le dio para adelante, aun cuando en la Juventus de Italia le ofrecieran un mejor contrato. Laporta sabía -como pensaba el propio capitán Messi- que faltaba un centrodelantero top y un marcador central, el puesto para el que durante la Copa América surgió el Cuti Romero. Así llegó el Kun con dos años de contrato. Él cuenta que se quedará a cumplir.
Sin buscarlo, hasta le blanqueó ese compromiso a unos hinchas en la puerta de la ciudad deportiva, cuando desmintió haberse comprado una Ferrari. “Estaba buena, por eso me saqué la foto”, sugirió sobre la nave roja mientras él mismo sacaba algunas selfies con los hinchas. Lo loco es que él llegó con el guiño de Messi. Es un crack, de ningún modo merece la sospecha de jugar por ser amigo de Leo. Sólo sirvió el empujón. Aun cuando los dos negaron que una decisión estuviera atada a la otra. Desde el entorno de Messi, de hecho, se encargaron de remarcar que cuando firmó Kun no significaba que ya estaba ok el 10. Eran días en los que se esperaba la auditoría para acomodar los números del contrato del mejor jugador del mundo. Tiempos -antes de la Copa América- en los que Messi planeaba tomarse vacaciones después de la competencia y volver a su casa. El Kun, en tanto, se hizo la revisión médica antes de viajar a la Argentina para sumarse a la Selección, mientras su pareja armaba la logística en Barcelona junto a parte de la familia Agüero.
Durante más de un mes Messi y Agüero compartieron habitación en Ezeiza sin sospechar jamás este final infeliz. Después de ser campeones, felices, Agüero se relajó en Mykonos, la paradisíaca isla griega, y en Ibiza. Y volvió a Barcelona. Allí se acomodaba sin sobresaltos. Hasta se permitió caer de sorpresa en la casa del famoso Ibai, con el que fue a la despedida de Messi. Ese día, el susto fue para el español que la rompe toda en las redes.
Messi no pudo quedarse en el Barcelona, entonces, y el viernes los rumores empezaron a viajar a toda velocidad. Los diarios deportivos españoles también se preguntaron sobre el futuro del Kun. Se alarmaron. Tanto que hizo mucho ruido en la previa la ausencia de Agüero contra la Juventus, el domingo, por el trofeo Joan Gamper. Eso abonó la teoría de su salida del club. Hasta que desde el club se comunicó que fue por una lesión. Se anunció oficialmente que el Kun tiene una lesión tendinosa en el gemelo que se produjo en la práctica de la mañana y que su recuperación le demandará 10 semanas. Mundo Deportivo, diario deportivo local, publicó que Agüero andaba en muletas, que no podía apoyar el pie. Y que por eso mismo no estuvo con el resto de sus compañeros en la conferencia de despedida de Messi. Fue por recomendación de los médicos. Porque si bien Agüero ya había estado en la casa del 10, Busquets, Piqué y Jordi Alba fueron a la despedida privada y también a la pública. El Kun Agüero, raro en él, por un rato largo perdió su buen humor. Pero no se bajó. Va a pelear desde adentro contra esta mala noticia de quedarse sin Messi.
SEGUIR LEYENDO: