En 2016 una nación participaría en sus primeros Juegos Olímpicos. La República de Kosovo se declaró independiente de Serbia en febrero de 2008. Así la Unión Europea apoyó la decisión y de esa manera forjaron un camino apartado. La judoca Majlinda Kelmendi puso en alto a su nación luego de lograr el oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016 en la categoría de los 52 kg.
La motivación de Majlinda para conseguir la presea dorada comenzó desde ahí, en el momento en que su país vivió la primera olimpiada de su historia. En los Juegos Olímpicos de Londres 2012 compitió con la bandera de Albania, con el que colinda Kosovo y éste no formaba parte del Comité Olímpico. Los resultados no fueron los esperados y la juventud de la deportista se reflejó en su desempeño, aunque la experiencia marcó aquella justa. Luego de ese año, las ofertas millonarias llegaron de diferentes naciones para que representara a otros países, ella junto con su entrenador decidió pelear para Kosovo.
Tras el enfrentamiento para buscar una libertad e independencia, la medalla de Kelmendi en Río posicionó a su país dentro del mapa para que fuera reconocido, puesto que algunos países no lo reconocían como un Estado legítimo. Una promoción deportiva para su país por la que la atleta fue reconocida como una heroína marcó un parteaguas para los kosovares. El 9 de diciembre de 2014, el Comité Olímpico Internacional reconoció a Kosovo como nación para participar en sus competencias, un día histórico para ellos.
De esa manera, en 2016, Kosovo participó por primera vez en una competencia olímpica. La abanderada del contingente no sería otra que Majlinda Kelmendi, campeona del mundo en judo en 2014 y 2013 en la categoría de los 52 kg, un ejemplo para los jóvenes deportistas. En la semifinal se enfrentó a la japonesa Misato Nakamura, a quien superó para llegar a la final y toparse con Italia representada por Odette Giuffrida. El resultado era el esperado y consiguió la medalla de oro.
En aquella final, que duró cuatro minutos, la población de Kosovo estuvo expectante del desempeño de Majlinda. Su entrenador, Driton “Toni” Kuka, confió en la deportista para obtener el oro Olímpico. En una final reñida se sobrepuso ante la italiana Giuffrida, con puntaje de 1-0, luego de una llave que hizo que la espalda de la contraria cayera en la zona de combate, “Estaba convencida de que iba a ganar”, declaró la kosovar para el Canal de los Juegos Olímpicos. El 8 de agosto de 2016 será recordado como uno de los días más importantes para el deporte dicho país.
Majlinda regresó a su país en lo alto, fue recibida como una estrella del deporte y recorrió las calles de su país natal presumiendo su medalla. Es reconocida como una deportista que cambió la historia, pues los representó a su nación con orgullo y dignidad.
Para Kelmendi significó el más grande de sus logros. Aunque no sólo es medallista, también es dos veces campeona del mundo y cinco veces campeona de Europa. La judoca es y será un ejemplo para los jóvenes deportistas. El país que se ubica en el centro de la península de los Balcanes tiene dentro de su población una mayoría de jóvenes a los que se les apoya en el deporte. Por lo que se tiene una proyección a futuro de éxito y desarrollo deportivo. Las proezas tienen una tendencia a participar en los deportes marciales y esperan obtener más medallas para Kosovo. Para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Majlinda buscará repetir la hazaña y ser bicampeona del judo en los Olímpicos.
SEGUIR LEYENDO: