Con esfuerzo, disciplina y pasión por el atletismo, Jesús Arturo Esparza Pérez, clasificó a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. El maratonista, nació en Aguascalientes un 26 de agosto de 1990, aunque, el atleta desde su nacimiento hasta los 12 años vivió en la comunidad del Capulín, Jalisco. Su infancia la recuerda como una etapa llena de tranquilidad, porque en el pequeño pueblo donde habitaba no contaban con servicio de luz y se dormían a las 8 PM, en sus vacaciones solía jugar mucho con su hermano gemelo.
En entrevista para estoycorriendo.com, expresó que cuando era pequeño, a él y a su hermano les gustaba mucho correr y jugar descalzos. Explicó, que el primer acercamiento con correr o algo parecido a ser resistente en su deporte fue que:
“En la planta del pie cuando tienes mucha tierra y con el agua, se te parten y nos salía un poquito de sangre, o se clavaban las espinas (…) y de hecho, Pepe, comenta que cuando nosotros corríamos, él pisaba mucho de punta, porque si pisaba con el talón las piedras dolían más. Entonces, él se esforzaba por pisar mucho de punta y si se fijan, él pisa mucho de punta a la hora de correr; eso le da una biomecánica muy eficiente, entonces eso ya lo veníamos trabajando desde chicos”.
El atleta de alto rendimiento, junto con su hermano jugaban fútbol; corrían con otros niños y nunca los alcanzaban. Para la entrevista, comentó que regresando de su primaria tenía que trabajar un tiempo con su papá. Jesús tenía que ir por las vacas o becerros al cerro y caminaba alrededor de 6 kilómetros entre la ida y de regreso. Ese hecho le forjó de forma indirecta estar muy cercano con el deporte.
Su trayectoria escolar
A sus 17 años, llevaba tres años practicando atletismo, en ese tiempo, por parte de su entrenador recibió la propuesta de irse a estudiar al Consejo Estatal para el Fomento Deportivo (CODE), en Jalisco, a esa misma edad recibió una beca para la universidad. A Jesús Esparza, siempre le ha gustado estudiar y aprender, luchó por ser un profesionista, porque su papá los motivaba a estudiar una carrera universitaria.
Con la ayuda de su entrenador, Luis Montes León, regresaron a Encarnación de Díaz (lugar de residencia del atleta) a continuar con sus estudios de preparatoria, porque en Jalisco, veían los temas después debido a las actividades deportivas y por esa razón Jesús, tomó la decisión de volver a su comunidad a concluir el nivel de media superior.
En la UVM en Jalisco le ofrecieron una beca para sus estudios, pero no respetaron el porcentaje, así que sólo estuvo un año en esa universidad y concluyó en el 2014 la carrera de Nutrición y Bienestar Integral en el Tecnológico de Monterrey, porque de igual forma fue becario.
Sus maratón hacia los Olímpicos
Fue el 6 de diciembre de 2019, la fecha que quedará por siempre en la memoria del atleta porque en el Maratón de Valencia Trinidad Alfonso, en España, Jesús Esparza, logró la marca olímpica con un tiempo de 2 hrs. 11 minutos y 4 segundos.
Aunque lograr la clasificación olímpica no fue fácil, pues, durante su trayecto deportivo tuvo que enfrentar problemas en la economía, situación por la cual trabajaba con su papá cuando regresaba de la escuela. Pero, eso no detuvo al maratonista, con su determinación, empeño y sobre todo con su resistencia ha logrado estar en múltiples competencias con resultados favorables.
Ha competido en los 1500 y 5 mil metros en Universiadas nacionales y en torneos organizados por la Comisión Nacional Deportiva Estudiantil de Instituciones Privadas (CONADEIP), donde se ha llevado medallas. En el 2013 representó a México en la Universiada Mundial de Kazan, Rusia y este año con su clasificación a los JJOO de Tokio, el maratonista, cumplió uno de los máximos sueños que tienen la mayoría de los atletas de alto rendimiento: conseguir la clasificación olímpica.
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