Las estrellas Olímpicas dejan en la historia huellas que difícilmente se borran. Desafortunadamente. algunas como lo son Usain Bolt, Michael Phelps, Nadia Comaneci, ya no brillan en el cielo actual; pero, hay otras que mantienen ese resplandor vigente y pueden intensificarse en la próxima edición: Eliud Kipchoge es uno de ellos.
La historia se remonta a Kapsisiywa en Kenia, lugar de nacimiento de Eliud. En donde, en medio de una infancia sin padre y con 3 hermanos, decidió que correr era una actividad para él, gracias a la inspiración de su amigo y vecino, Patrick Sang: un medallista de plata en la carrera de obstáculos 3,000 m de Barcelona 1992 y el Mundial de Atletismo de 1991. Él fue su mentor, pero en un inicio no le prestaba mucha atención.
“Eliud vino a buscarme cuando aún era un crío. Era el año 2000. Yo ya entrenaba a algunos atletas. Eliud buscaba un entrenador. Le dije que yo me encargaba. Yo le pasaba un programa cada dos meses, él se iba a su casa, lo ejecutaba y al acabarlo, volvía. La verdad es que yo no le hacía mucho caso, pero a los pocos meses supe que había entrado en el equipo de Kenia para el Mundial de cross. Entonces le pregunté: Pero tú, ¿cómo te llamas?” dijo Sang en una entrevista para RunnersWorld.
Hoy, luego de arduos entrenamientos en Kaptagat, Kenia, una aldea a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar, después de despertarse a las 5 de la mañana para comenzar 5:50 sus rutinas, es el mejor maratonista del planeta. En su palmarés tiene 3 medallas olímpicas: 1 bronce en Atenas 2004, 1 bronce en Pekín 2008 (ambas en la categoría de 5000 metros) y 1 oro en Río 2016. También ha sido 3 veces Campeón Mundial de Atletismo y 8 veces Medallista de oro en Maratones Mundiales Major.
Su estilo no es de tener una vida llena de lujos; su papel de leyenda no lo aleja de la realidad, hasta hace no mucho continuaba con labores como la limpieza, la cocina y la jardinería. Eso sí, todo después de sus entrenamientos, pues para llegar a donde se encuentra actualmente hace falta, además de un don natural, una fortaleza y disciplina que solo un grupo de selectos deportistas tienen.
Actualmente tiene 36 años, y se pensaría que la edad es un elemento que mermaría su rendimiento, pero hay que recordar que tan solo 3 años atrás impuso el récord mundial (2:01:39) en la Maratón de Berlín de 2018. Además, un año después refrendó su título en la Maratón de Londres.
No solo posee un récord mundial, también se convirtió en el primer maratonista en recorrer 42,195 km en un lapso inferior a 2 horas. Fue en Viena cuando terminó la carrera en un tiempo de 1 hora 59 minutos 40 segundos. Sin embargo, esta marca no pudo considerarse oficial por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) ,debido a “ayudas” que obtuvo; el keniano tuvo el apoyo de 42 personas que marcaban su paso, sus entrenadores le acercaban suministros en lugar de que este lo hiciera, tenía un auto que le mostraba mediante una proyección el camino idóneo a seguir, e incluso Nike diseñó un calzado especial, mismo que fue cancelado para competencias.
Pese a que Eluid Kipchoge solo cuenta con una medalla Olímpica en la prueba de Maratón, en Tokio 2020 podrá consagrarse como un atleta legendario, de esos que pasan los años, las décadas y no se olvidan. Viene de ser octavo en la Maratón de Londres 2020, sin embargo, el keniata ha demostrado que lo imposible no es algo que esté en su vocabulario y el 8 de agosto podrá demostrarlo.
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