La disciplina de los clavados ha dado grandes deportistas para México, quienes han podido brillar en Juegos Olímpicos con actuaciones sobresalientes. Actualmente Gabriela Agúndez se ha puesto en el foco del olimpismo mexicano con la gran actuación que ha tenido en Tokio 2020 después de ganar la medalla de bronce en sincronizados desde la plataforma de 10 metros.
La clavadista mexicana inició su trayectoria deportiva en el área de la gimnasia, de la cual era fanática en sus primeros momentos de la infancia. Posteriormente pudo complementar su elasticidad y agilidad para destacar desde los saltos de trampolín. Su sueño empezó a encaminarse a competir en unos JJOO representando a México.
Con apenas siete años, la práctica de clavados se convirtió en una constante en su vida. Su primera Olimpiada nacional la disputó a la edad de nueve años. En esta logró colgarse dos medallas de bronce. Representando a Baja California ganó más de 30 medallas nacionales en un periodo de 10 años.
En la búsqueda de cumplir sus objetivos y con una mentalidad extraordinaria, la nativa de La Paz se separó de su familia para mudarse a la Ciudad de México con tan sólo 10 años de edad. Su mayor ejemplo a seguir siempre fue Paola Espinoza, a la que intentaba imitar para mejorar su técnica y capacidades en sus clavados.
Para los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Veracruz 2014, formó parte de la delegación mexicana como la participante más joven con únicamente 14 años. Durante ese certamen pudo conseguir la medalla de de bronce desde la plataforma individual y un metal dorado en clavados sincronizados.
Un año después, Gabriela se convirtió en medallista de oro en la prueba de plataforma 10 metros de clavados sincronizados durante el FINA. En el 2016 viajó a la Copa Mundial de Clavados en Rio de Janeiro de nueva cuenta como la participante mexicana con menor edad dentro del combinado de México.
El 2018, se convirtió en uno de los años más fructíferos en la carrera de Agúndez. La deportista se colgó un bronce nuevamente en los Juegos Centroamericanos de Barranquilla y repitió el tercer lugar en su participación en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires.
Aunque entre el 2017 y 2018 tuvo que pasar por muchos obstáculos y en algún momento pensó en renunciar a su sueño, su mentalidad le fue suficiente para sobreponerse a todo y fijar su foco hacia Tokio 2020.
Fuera de su vida en los trampolines y plataformas, Agúndez tiene la convicción de especializarse en el área de la psicología. Este reto aún pendiente se podría convertir en prioridad luego de terminada su participación en los Juegos Olímpicos en Japón.
La pandemia que azotó al mundo en el año 2020 afectó de gran manera a Gaby Agúndez en varios aspectos de su vida. La clavadista debió superar un contagio de COVID-19, el cual también afectó a su madre. Además, su entrenador Yunieski Hernández perdió la vida a causa de un infarto provocado por cáncer cerebral.
En Tokio 2020 obtuvo el mayor logró de su carrera luego de terminar en la tercera posición en la final de clavados sincronizados en plataforma 10 metros. De esta manera se colgó la medalla de bronce junto con su compatriota Alejandra Orozco.
Además, pudo clasificarse a la final de la plataforma de 10 metros como la cuarta mejor posicionada con un total de 337.30 puntos. Únicamente por detrás de las grandes favoritas de la prueba, Quan Hongchan y Chen Yuxi de la republica de China.
La que promete ser la próxima gran figura del clavadísimo mexicano terminó su participación en la justa de Tokio 2020 ocupando la cuarta posición en la final del trampolín de tres metros y quedándose cerca de conseguir otro bronce. A sus 21 años seguirá buscando mejorar sus cualidades en el siguiente proceso Olímpico para llegar más preparada y con mayor experiencia a Paris 2024.
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