En medio de los Juegos Olímpicos de Tokio, toda excusa es buena para recordar vivencias del pasado en coberturas periodísticas. Por lo menos así lo es para Christian Martinoli, quien aprovechó la tendencia olímpica para platicar cómo se frustró su primera cobertura por culpa de la selección mexicana; José Ramón Fernández y Antonio Rosique, protagonistas de la historia.
Para los justa olímpica de Sydney 2000, el cronista deportivo contaba con apenas 25 años y estaba en camino a convertirse en una voz autorizada de TV Azteca; sin embargo, la juventud y la falta de diversidad deportiva le costó viajar a Australia para cubrir sus primeros Juegos Olímpicos, ya que un compañero suyo fue elegido por delante.
Antonio Rosique fue el elegido de última hora para viajar a la competencia veraniega, una decisión que tomó el jefe de la deportes, José Ramón Fernández, quien tuvo que escoger entre los dos debido a una de las decepciones más grandes en la historia de la selección mexicana.
En un episodio más de Farsantes sin Gloria, Christian Martinoli platicó cómo José Ramón le comunicó la noticia, no sin antes explicar que el principal culpable fue Juan Pablo El Chato Rodríguez, el ex futbolista de Atlas, Santos Laguna y Monarcas Morelia, entre otros clubes de la Liga MX.
La razón es por un penalti que falló en el Preolímpico de Concacaf del 2000, cuando la selección mexicana fue eliminada en semifinales para dar paso al “Fantasma de Hershey”, el primer fracaso que le impidió al Tricolor ir a los Juegos Olímpicos de Sydney.
Fue ante la selección de Honduras, luego de empatar a cero goles en tiempo regular y tener que definir el pase en la tanda de penales, donde no falló ninguno de los tiradores, salvo el primer disparo del Chato Rodríguez, quien a la postre provocó que TV Azteca no mandara a todo el equipo de deportes a la justa olímpica.
El “ganón” del fracaso mexicano fue Antonio Rosique, el elegido por José Ramón Fernández para viajar a Sydney en lugar de Christian Martinoli, quien se quedó con la visa de Australia estampada en su pasaporte y que se quedó al borde de cubrir sus primeros Juegos Olímpicos con 25 años.
“Mi primera experiencia iba a ser Sydney, pero Juan Pablo Rodríguez falló un penal en el preolímpico y por consecuencia me quedé con la visa de Australia en el pasaporte. Ese día José Ramón mandó a llamar a Rosique y a mi”, expresó Martinoli antes de describir el mensaje.
“José Ramón llega y nos dice: ‘Uno de los dos se va a tener que quedar porque empieza el fútbol mexicano. No se va a detener porque no se calificó (a los Juegos Olímpicos)’. Entonces yo la tenía bastante clara de que me iba a quedar”, afirmó el cronista de 46 años.
“Alguien se tenía que quedar, porque si nos vamos todos, quién se queda con el fútbol mexicano. Al final nos quedamos Rafa Puente, Fabris del Toro, André Marín y un servidor”, explicó a la cámara Christian Martinoli, luego de explicar que quien se fue a Australia fue Antonio Rosique.
El Gasero es uno de los comentaristas y cronísticas con más galones dentro de su compañía al momento de narrar competencias olímpicas, ya que además de poseer un gran acervo de información sobre los atletas mexicanos que han competido, se ha convertido en uno de los talentos que más pasión transmite en sus transmisiones.
Antonio Rosique incluso escribió y publicó dos libros relacionados con los atletas mexicanos en Juegos Olímpicos: el primero publicado en el 2008, El Día de Mi Vida: Las 24 horas que marcaron la historia de doce medallistas mexicanos, y el segundo publicado en el 2012 El Día de mi Vida II: Por La Gloria Olímpica: Lecciones De Perseverancia Y Éxito Por 8 Medallistas Mexicanos Inolvidables.
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