Edgar Rivera no obtuvo su pase a la final durante el clasificatorio de salto de altura. Con el comienzo del atletismo olímpico, el mexicano era uno de los contendientes para llevar el nombre de México al podio en su disciplina. Aunque hizo un gran esfuerzo, no pudo superar la marca de 2.25 metros en sus tres intentos y esto le quito la posibilidad de competir por medallas.
Durante la competencia realizada en el Estadio Olímpico de Tokio, Rivera requería superar los 2.30 metros para poder clasificar a la gran final, sin embargo se quedó en la antesala de poder intentar este salto. Desafortunadamente falló en sus tres intentos en la altura de 2.25m. En su última oportunidad se quedó cerca de conseguirlo, sin embargo la parte trasera de sus piernas, en el último instante, tocó la varilla, provocando que cayera.
La clasificatoria fue disputada por 33 atletas, de los cuales únicamente 12 consiguieron su boleto a la ronda final, que será competida el próximo domingo 1 de agosto. El originario de Sinaloa tuvo su participación en el grupo B y no logró igualar su récord personal de 2.31 metros, altura con la cual se hubiera convertido en finalista. Rivera culminó en la octava posición de su sector.
Edgar comenzó su participación fallando su primer intento en el salto de 2.17 metros, pero consiguió superar la marca en su segundo intento. Posteriormente la altura de la varilla aumentó a 2.21 metros y el mexicano, de nueva cuenta, necesitó dos oportunidades para lograr pasar por encima de ella sin tocar la varilla. Para esos momentos la esperanza de clasificar a la final aún seguía latente y se ubicaba en la mitad de la tabla general de competidores.
El tercer obstáculo de Rivera, que se convertiría en el último de su participación, fue la marca de 2.25 metros. Después de fallar sus dos primeros intentos, el nivel de nerviosismo creció dramáticamente y el atleta azteca intentó por todos los medios encontrar la mayor concentración posible. En todo momento gritos y murmullos de motivación salían del mexicano. Inició su recorrido con pasos cortos y rápidos, para posteriormente comenzar con una zancada más larga a medida que se acercaba a dar su salto. Finalmente logró una gran elevación y parecía que lograría el objetivo de pasar por encima de la marca, pero cuando su cuerpo descendía hacia la colchoneta, sus pantorrillas alcanzaron a tocar la varilla.
El mexicano, de inmediato, se lamentó, se tiró al suelo y acercó ambas manos hacia su cara en señal de frustración. Rivera sabia que de esta forma culminaba su participación en Tokio 2020, en donde no pudo lograr el objetivo planteado meses antes de la justa Olímpica. Momentos después de su salto, no pudo esconder su descontento y sentado en el suelo junto a los demás competidores seguía lamentándose.
Su esfuerzo fue notorio y la decepción de no poder llegar a la final dio muestra de las ganas que Edgar tenia de poder colgarse una medalla representando a México. En total durante la clasificatoria dio siete saltos, de los cuales pudo hacer efectivos dos.
Edgar Rivera llegó a Tokio 2020 para competir en sus segundos Juegos Olímpicos, con mucha experiencia acumulada, sumada a un amplio entrenamiento realizado durante seis años en Alemania. Su mejoría fue notoria respecto a Rio 2016 pero no le alcanzó para acercarse a las preseas.
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