Con un rostro aún de niña y una sonrisa que se le pintaba de lado a lado en su rostro, Alejandra Orozco se convirtió en la atleta mexicana más joven en ser medallista olímpica en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Pudo conquistar la medalla de plata en conjunto con otra máxima competidora mexicana, un referente nacional de la disciplina y que al día de hoy no fue seleccionada para competir en Japón, Paola Espinosa.
A pesar de la figura que Espinosa representaba para la nacida en Zapopan, ella logró conformar una fuerte sinergia con la veterana clavadista, lo que derivó en que la presea fuera de ellas en la prueba de sincronizados en la plataforma de 10 metros. En la quinta ronda y con una dificultad de salto de 3.2, las mexicanas lograron posicionarse en el podio olímpico.
“No tuve fiesta de 15 años, pero tuve la medalla olímpica. Sacrifique cosas, pero llegaron otras mejores”. Esas eran las primeras palabras de la atleta luego de obtener la presea y contagiar algo de optimismo.
La ciudad londinense no fue la única que pudo atestiguar el crecimiento de Alejandra Orozco en las plataformas y los trampolines. En 2013, su participación en la Serie de clavados en Edimburgo la coronó con una medalla de bronce. En los Juegos Olímpicos de la Juventud en Nanjing 2014 logró hacerse de la presea de plata en el equipo mixto con el noruego Daniel Jensen y también logró hacerse de un bronce en prueba individual.
En los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 se adhirió a las competencias como voluntaria y cuatro años más tarde buscó colocarse en los Panamericanos de Toronto 2015.
A pesar de la finura que Orozco había conseguido con el pasar del tiempo, la justa veraniega de Río 2016 le jugó una mala pasada. Se presentó en tierras amazónicas para buscar subir al podio de nueva cuenta junto a Espinosa, la situación fue completamente distinta a lo que vivieron cuatro años antes y la pareja tricolor finalizó su participación en el sexto puesto de la competencia.
Los aprendizajes siguieron en la senda de la mexicana y menciona que la oportunidad en Brasil le dejó cosas para que ella pudiera valorar todo lo que había ocurrido cuando logró ganar su primera medalla y que en dichas competencias tiene que pelear hasta el final, pues cada día cuenta.
Con la llegada de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz 2014 y Barranquilla 2018, la clavadista jalisciense se privó de llevar a cabo su participación, pues no logró clasificarse a ambas justas. Para Lima 2019, se colgó el broce en la prueba individual desde la plataforma de 10 metros.
A pesar de ello, la vida le ha brindado una nueva oportunidad a sus 24 años de edad en la fiesta grande de los deportes: Tokio 2020.
La medallista olímpica hizo su presentación desde la plataforma de 10 metros sincronizados, al lado de Gabriela Agúndez.
Las mexicanas finalizaron en la tercera posición, solo por detrás de las duplas de China y Estados Unidos.
La dupla mexicana ya se conocía debido a la mancuerna que formaron para los Campeonatos Mundiales de Natación que se llevaron a cabo en el mismo lugar de los JJOO. En dicha competencia, el dúo clavadista finalizó en el noveno peldaño.
No obstante, volvieron a conformar el dueto para competir en el Control Técnico de Clavados, que sirvió como filtro para seleccionar a los clavadistas mexicanos que partirían a Japón en este año, y finalizaron en la primera posición.
Ante la ausencia de la máxima figura femenil mexicana de clavados como lo es Paola Espinosa, Alejandra Orozco se convierte en la máxima representante tricolor en dicha justa y encabeza a una nueva generación de clavadistas nacionales.
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