En los Juegos Olímpicos celebrados en Atlanta durante el año 1996, la selección argentina se posicionó en el segundo lugar del podio. Aquella generación contaba en sus filas con un jugador desequilibrante, encarador, veloz y con gran pegada de pierna zurda. Claudio López llegó a esos juegos después de ser la figura del Racing argentino, anotando 18 goles en la temporada de la liga sudamericana, y de ser fichado por el Valencia de España.
El debut del “Piojo” López en la selección se produjo apenas un año antes de los JJOO, cuando el técnico Daniel Pasarella le dio minutos en un partido amistoso contra Sudáfrica. Su nivel demostrado en el club de Avellaneda le permitió ser contemplado en repetidas ocasiones para participar con su país y esto se reflejó con su convocatoria para el Preolímpico Sudamericano Sub-23. En el torneo anotó en cuarto ocasiones y participó en todos los encuentros.
Para la fase de grupos de la justa Olímpica Argentina compartió grupo con Portugal, Estados Unidos y Túnez. La selección albiazul generó mucha expectativa con su participación debido a la cantidad y calidad de jugadores jóvenes que conformaban el plantel. Figuraban nombres como Germán Burgos, Javier Zanetti, Roberto Ayala, Diego Simeone, el ex entrenador de Chivas Matías Almeida, Marcelo Gallardo, Hernán Crespo y Claudio López.
El resto de convocados fueron:
Portero: Carlos Bossio
Defensas: Néstor Sensini, José Chamot, Pablo Paz y Mauricio Pineda
Medios: Gustavo López, Hugo Morales, Ariel Ortega y Cristian Bassedas
Delantero: Marcelo Delgado
En el primer partido del campeonato, los argentinos vencieron por 3-1 a USA. El “piojo” no pudo demostrar mucho partiendo desde la banca y jugando únicamente 21 minutos. Para el segundo partido López inició de titular y falló situaciones manifiestas de gol. Sin embargo, su movilidad al frente fue de lo más destacado durante el encuentro que terminó empatado frente a los portugueses. La inercia continuó en el último partido enfrentando a Túnez y Argentina no pudo pasar del empate 1-1. A pesar de los resultados regulares, la albiceleste consiguió el primer lugar del sector, que lo colocaron en la llave de cuartos de final donde el rival era España.
Claudio López colaboró con uno de los cuatro goles de la goleada que le propinó Argentina a los españoles. Después de un contragolpe, recibió el balón en las afueras del área, encaró a dos jugadores con fintas hacia ambos perfiles y remató a primer poste del portero Mora para incrustar la pelota en la escuadra superior derecha.
Portugal se cruzó de nuevo en el camino argentino en la antesala de las medallas. Los europeos eran los rivales a vencer en semifinales. El nivel del Piojo fue destacado, corrió como nadie por toda la cancha, intentó, repartió juego, creó oportunidades, se asoció con toda la parte ofensiva y en una jugada por la banda, le colocó el balón como con la mano a la cabeza de Hernán Crespo, que remató para clavar el primer gol del encuentro. Crespo se llevó un doblete para sellar el pase de los argentinos a la final por el oro.
En la final, el nacido en Córdoba se lució con un certero cabezazo que culminó en el gol argentino con apenas dos minutos de juego. Sin embargo no pudo evitar que la poderosa Nigeria quedara campeona después de un marcador de 3-2. El equipo africano fue el que mejor fútbol desplegó a lo largo del certamen.
Ocho años después de esos Olímpicos, el Piojo llegó a México posterior a su paso por Europa para ser referente del Club América. Con las águilas se destacó anotando 27 goles en total y siendo campeón de liga en el 2005.
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