La nadadora española Ona Carbonell cargó a través de las redes sociales contra la organización de los Juegos Olímpicos de Tokio por la negativa de viajar a la capital japonesa junto a su hijo Kai, ya que se encuentra en período de lactancia.
”Tras recibir incontables muestras de apoyo y ánimo para acudir a Tokio con Kai, quería manifestar mi decepción y desilusión porque finalmente tendré que viajar sin él. Muchas gracias a todos por vuestro apoyo”, declaró mediante su cuenta de Twitter. Además, la capitana de la selección de nado sincronizado dejó en Instagram una reflexión más profunda sobre el tema, acompañada de un vídeo en el que amamanta a su hijo Kai, que tendrá que quedarse en España.
”Pese a la aparición de algunas noticias que sugerían la posibilidad de que los deportistas pudiéramos viajar a los Juegos Olímpicos de Tokio acompañados de nuestros hijos lactantes o de corta edad, hemos sido informados por las entidades organizadoras de unas medidas sumamente drásticas que imposibilitan esta opción para mí. Tras recibir incontables muestras de apoyo y ánimo para acudir a Tokio con Kai, quería manifestar mi decepción y desilusión porque finalmente tendré que viajar sin él. Nuestra única posibilidad es esperar al fin de esta pandemia para que vuelva la normalidad, y con ella las medidas necesarias para que la conciliación familiar y deporte de élite durante una competición sea más fácil para todos. Muchas gracias a todos por vuestro apoyo”, expresó la deportista.
Carbonell etiquetó en su descargo a seis cuentas oficiales de Instagram relacionadas con los Juegos Olímpicos: Comité Olímpico Español, Federación Internacional de Natación, Ministerio de Deporte, Real Federación Española de Natación, Selección Española de Natación Sincronizada y Comité Olímpico Internacional. El vídeo acumula más de 350.000 reproducciones y personajes del mundo deportivo como Gemma Mengual, entrenadora de selección nacional de natación sincronizada; o Saúl Craviotto, piragüista y abanderado español en estos Juegos, reaccionaron en comentarios mostrando su apoyo a la nadadora.
Desde a organización le habían propuesto un plan que consistía en que ella viaje junto a su bebé y a su pareja, pero que ellos se hospeden en otro hotel, fuera de la Villa Olímpica imposibilitados de abandonar la habitación. Es decir que ella rompería la burbuja olímpica cada vez que quisiera amamantar a su hijo, mientras que su novio estaría confinado dentro de cuatro paredes durante poco menos de un mes.
Finalmente, la dos veces medallista olímpica y 23 veces campeona del mundo en nado sincronizado, decidió viajar con el resto de la delegación a Tokio para ir en búsqueda de la medalla, aunque esto no significa que seguirá protestando por haber tenido que separarse de su bebé.
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Con información de EFE