Este fin de semana la atleta paralímpica Olivia Breen se sorprendió luego de su actuación en una torneo de salto en longitud celebrado en Inglaterra. La galesa de 24 años que se prepara para los Juegos Paralímpicos de Tokio recibió las críticas de una colaboradora del evento por la vestimenta que lució en la pista.
La ganadora de la medalla de bronce en Londres 2012 en relevo 4x100m y campeona en los Juegos de la Commonwealth 2018 en Gold Coast en salto en largo contó en redes sociales sus sensaciones tras los reproches que tuvo que escuchar este fin de semana.
“Siempre estoy agradecida por los increíbles voluntarios que ofician en los eventos deportivos. Hacen un trabajo increíble y nos permiten competir. Sin embargo, esta noche me siento decepcionada porque justo cuando terminé mi competencia de salto de longitud, una de las oficiales sintió la necesidad de informarme que mis calzoncillos de sprint eran demasiado cortos e inapropiados. Me quedé sin palabras”, escribió en Twitter.
Breen, quien tiene parálisis cerebral y el 24 de agosto estará presente en Japón para los Paralímpicos, se indignó por lo ocurrido: “He estado usando los mismos calzoncillos estilo sprint durante muchos años y están diseñados específicamente para competir. Ojalá los use en Tokio. Me hizo preguntarme si un competidor masculino sería criticado de manera similar”.
En diálogo con el sitio The Sun, anticipó que presentará una queja oficial ante UK Athletics. “Espero que ninguna otra atleta femenina haya tenido problemas similares. Reconozco que es necesario que existan regulaciones y pautas en relación con el equipo de competición, pero no se debe hacer que las mujeres se sientan cohibidas por lo que usan cuando compiten, sino que deben sentirse cómodas y a gusto”.
Lo cierto es que esta no es la primera vez que la vestimenta femenina se ubica en el centro del debate de una competencia deportiva. Sin ir más lejos, el equipo olímpico noruego de beach handball pidió utilizar ropa diferente a la estipulada para no ser sexualizadas durante un certamen que se lleva adelante en Varna, Bulgaria. Hasta ahora, la reglamentación establece que deben lucir de manera obligatoria un diminuto bikini. En la previa del torneo europeo, las deportistas anunciaron que se presentarían a competir con un atuendo renovado, pero fueron amenazadas con recibir fuertes sanciones en caso de cumplir con su iniciativa.
Al no recibir el permiso, optaron por rebelarse y se presentaron algunas con pantalones cortos y otras con calzas, motivo por el cual podrían ser sancionadas económicamente.
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