Los primeros días del año no pueden esconder el frío en esta parte del mundo, ni aún en una isla paradisíaca que suele tener uno de los mejores climas de Europa. Ha comenzado el 2016 y un argentino residente en Mallorca siente que algo tiene que hacer cuando el sofá de su living parece atraparlo en cierta depresión post retiro del fútbol. La energía que desplegó durante veinte temporadas en las canchas de Argentina y Europa igualmente predomina. Lo hace saltar, moverse. Sabe que no puede quedarse inmóvil. Necesita salir. Y ahí va. A enfrentar el frío húmedo que produce el mar mediterráneo.
Lionel Scaloni reside cerca de las playas mallorquinas, acompañado de la familia que formó, y aún no sabe que será el único entrenador campeón con la Selección Argentina en el siglo XXI. Ni siquiera sabe si será entrenador, aunque quiere serlo. Sí sabe que se ha preparado para eso. Ha estudiado, ha aprendido de la táctica italiana y le ha sumado los conceptos del fútbol español. Y si bien el curso de director técnico UEFA concluyó, falta el examen final: la práctica. La Real Federación Española de Fútbol exige para la entrega del título PRO una experiencia como mínimo en un equipo de categoría Sub 14, así sea en un club de pueblo. Y ahí se produce el salto desde el sillón del living hacia el club más cercano a su casa, que no importa que sea de barrio, de barro. El CF Son Caliu lo recibe y escucha su idea, la de ayudar en cualquier categoría que sea de mayores de 14 años. Esa pequeña institución aún no cree que un jugador mundialista, campeón en España con el Deportivo La Coruña, se haya acercado a colaborar.
Rafa León es el presidente del Son Caliu y recuerda aquel momento. “Leo se puso en contacto con nosotros porque vive muy cerca de nuestras instalaciones. Nos llamó por teléfono y nos dijo que estaba dispuesto para cualquier equipo, que no hacía falta que fuera el primer entrenador, que para que le den el título simplemente necesitaba presentarse a manera de prácticas (pasantía). Él empezó con un Cadete de Primer año, el B. Fue en la temporada 2015/16. Entonces fue ayudante del DT que teníamos, que para él fue una maravilla”.
Ese director técnico es Gaby Nieto, quien fuera mencionado por Scaloni en la popular entrevista que le realizó Alejandro Fantino en ESPN. De hecho, mientras el actual conductor de la selección argentina calificaba de increíble y apasionante su paso por el “Sonka”, Gaby dormía. Al despertarse se encontró con la sorpresa: “Me llegaron cientos de mensajes cuando nos nombró. A la mañana siguiente los vi. La mención fue un regalazo”.
El mismo Gaby recuerda cómo fueron aquellos primeros días de lo que se podría denominar como la Scaloneta mallorquina. “Fue una sorpresa muy grata que se ofreciera para colaborar con cualquier equipo del club. Yo estaba con el Cadete y se nos propuso que Leo podría echar una mano y así fue. Trajo toda su experiencia y eso nos ayudó muchísimo para ir subiendo posiciones en la clasificación y para que los chicos de 14 años aprendieran con mayor rapidez cosas más técnicas y tácticas. Hicimos muchos viajes en coche por pueblos de Mallorca los sábados por la tarde y los domingos por la mañana. Estar a su lado fue una experiencia inolvidable. Él nos transmitió toda su sabiduría y experiencia y quiso aportar desde el primer momento. Se notó mucho su presencia. Fue una masterclass tenerlo con nosotros”.
Nieto además rememora cómo fue el trato con los jugadores de 14 años y de qué manera trabajaba Leo, tal como lo llaman de manera amigable en el humilde club de Calvià. “El aportó estrategia, táctica, pero además jugaba con los chicos en los entrenamientos, estaba a gusto con ellos y los chicos también porque compartían el campo con un jugador de Primera División que ya se veía que tenía dotes de entrenador. Se involucró mucho con los niños y además de hacer un trabajo grupal, se encargó de realizar tareas individuales con niños que necesitaban un toque más psicológico. Tomaba aparte a algunos y les hablaba, los motivaba, les daba confianza. Eso el grupo lo notó mucho”.
Humildad es la palabra más repetida en la reconstrucción de esta historia, la menciona Gaby Nieto como también Rafa León, quien celebra el corto paso de Scaloni por la huella que dejó en la institución y en aquel grupo de chicos categoría 2001/2002 que siguió creciendo en el club. “Aquel conjunto de Scaloni quedó tercero en la clasificación. Nosotros somos un club nuevo, de apenas 15 años de existencia. En ese momento teníamos a todos nuestros equipos en categorías bajas y a partir de allí pegamos el salto. El arribo de Leo fue el inicio del progreso que tuvo el club en el último tiempo. Muchas categorías subieron hasta Preferente (máximo nivel balear de fútbol base) en los últimos cinco años, es decir que tuvieron hasta dos ascensos”, menciona con mucho orgullo el mandamás de la institución que viste de amarillo.
Pero, ¿cómo era aquel primer Scaloni DT durante los partidos? ¿Qué conceptos aportaba? Gaby Nieto es palabra autorizada para contar aquello. “Leo ayudaba mucho, sumaba ideas. Él veía cosas que nosotros no veíamos. Cualquier opinión, cambio que quisiera hacer, nosotros estábamos de acuerdo. Notábamos que lo que él decía era cierto. Aportaba mucho dentro de su humildad. Su llegada influyó mucho en el resultado del equipo porque mejoró lo que veníamos haciendo”.
Aquella experiencia “maravillosa”, como la califican los que la vivieron al lado de Scaloni, duró 5 meses. Luego, en octubre de 2016, se sumaría al cuerpo técnico de Jorge Sampaoli en el Sevilla y lo demás es historia conocida: Ayudante de un club de Primera de La Liga/ Ayudante en la Selección Argentina/ Rusia 2018/ Sub 20 de L’Alcudia/ Interino en la Mayor/ Titular/ Campeón de América. Pero hay algo aún más desconocido en la vida de Lionel Scaloni durante su paso por el humilde Son Caliu. El Campus de Tecnificación Leo Scaloni en el verano de 2016. Una especie de colonia de vacaciones para chicos de 6 a 13 años a la que el hombre de Pujato no solo le puso el nombre, también un verdadero compromiso.
“Nosotros le pedimos permiso para poner su nombre al Campus y él accedió. Lo realizamos en nuestras instalaciones, autorizados por el Ayuntamiento. Le pusimos su imagen y le pedimos si podía ir algún día porque los niños lo agradecerían, pero él fue todos los días, no falló uno solo. De 9 de la mañana a 2 de la tarde durante el mes y medio que duró el Campus fue siempre. Le echaba una mano a los monitores (profesores) que teníamos. Se involucró de tal manera que nunca faltó. Él hacía de todo. Comía con los niños, iba de paseo a la playa con ellos, iba a la piscina, todo con ellos”, comenta Nieto.
La implicación de Scaloni con esta colonia fue tal que además se encargó de llevar estrellas del deporte como el tenista Carlos Moyá, para que los chicos lo conocieran.
El paso del DT campeón de América por el Son Caliu es inolvidable. Además de que cada vez que puede y está en la isla (en donde viven su esposa y sus hijos), pasa a saludar por el club, a tomarse unas fotos con los niños que juegan allí y a compartir una charla de fútbol con la gente que le dio una mano grande hace ya casi 6 años, cuando ser campeón con Messi en el Maracaná no estaba en la imaginación ni del más optimista.
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