* La entrevista con Brian Castaño tras el combate
Brian Castaño no perdió su esencia y segundos después de haber sido protagonista de una velada electrizante ante Jermell Charlo en el AT&T Center de San Antonio (Estados Unidos) realizó un análisis minucioso de lo que fue el combate, destacando que el golpe que lo desestabilizó en el décimo round posiblemente terminó quitándole la posibilidad de ganar el combate en las tarjetas aunque dejó en claro que su sensación fue la de haber triunfado más allá de ese momento.
“Sentí que la pelea la gané. Quiero pedir la revancha inmediatamente porque la pelea sé que la gane yo. Me ha pegado una que otra mano que estuve sentido en el round, pero eso no quita que haya ganado la pelea. Le pegué grandes manos, conecté grandes manos”, reflexionó desde arriba del ring con la cadena oficial.
Minutos después, pasó por el móvil de ESPN y relató de un modo gracioso cómo sufrió ese décimo asalto en el que parecía que se le escurría de las manos la pelea: “Me tira el cruzado de izquierda y me conmovió, realmente pega duro. Veía todo cruzado... Dios santo. Se me movía todo: tenía un ojo para la derecha y el otro para la izquierda. Los quería enderezar y me movía. Decí que hice un gran campamento y con la movilidad me pude desempeñar bien, para recuperarme. De esas manos así, con esas potencia, con un noqueador como es Charlo uno se va al piso”.
Los jueces dieron un fallo dividido y por eso el combate terminó en empate. Steve Weisfeld dictaminó que ganó Castaño (114-113), Tim Cheatham firmó un empate (114-114) y Nelson Vazquez tuvo una mirada plagada de controversias con triunfo para el local (117-111). “La pelea la venía ganando limpiamente yo. Me conectó alguna que otra mano en el noveno o décimo y estuve sentido todo el round. Al principio del otro round me conectó algunas manos, pero supe llevarla. Peleas son peleas. Es un gran boxeador, un boxeador fuerte, pero yo tengo lo mío”, afirmó.
* Las declaraciones de Brian Castaño arriba del ring
Brian también se tomó un tiempo para hablar del golpe que acertó en el tercero y dejó a su contrincante al borde de la caída: “Le metí un cruzado creo de izquierda, como que la sintió. Se la devolví, porque en el segundo me conectó y me hacía caritas como ‘te entró'. Se me escapó por poquito, eso lamento. Demostramos que estamos para grandes cosas. Peleas son peleas. Esto tiene que seguir. Dios quiera que me dé la revancha”.
Más allá de este combate, el pugilista argentino de 31 años continúa con sus estadísticas de invicto con 17 victorias (12KO) y ahora 2 empates. Además, sigue siendo el propietario de la corona superwelter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) que hoy expuso con el objetivo de llevarse los tres cinturones (OMB, AMB y FIB) que aún ostenta Charlo.
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