Las vacaciones de Lionel Messi en Miami luego de la obtención de la Copa América con la selección argentina se asemejan más a la gira de un rockstar que al descanso de un futbolista. No por la actitud del fantasista, que viajó junto a su esposa Antonella Roccuzzo, sus hijos Thiago, Mateo y Ciro; sus padres y hermanos en plan familiar. Pero cada paso que da en Estados Unidos genera un boom entre los fanáticos, que lo siguen a sol y a sombra. Y el delantero, de 34 años, apuesta a no desairar tanto cariño y se presta al contacto con sus seguidores, hecho que una vez más quedó registrado por los teléfonos de los aficionados.
Hace 48 horas se hizo viral su visita al restaurant Prima Pasta, donde en la puerta lo esperaba un racimo de admiradores a la espera de una foto, una firma o un saludo. Según pudo averiguar Infobae, Messi y sus acompañantes ingresaron cerca de las 10 de la noche del viernes por una puerta trasera que da a la cocina para luego recalar en un salón privado.
Messi se tomó unos minutos para sacarles una sonrisa a todos los que aguardaron en la vereda a que finalizara su comida. “La familia es tan buena onda, tan hermosos con todos, que no tienen problemas con nada”, concluyó Gerardo Cea, dueño del local.
Algo similar ocurrió cuando estuvo en el Café Ragazzi. El rumor de su presencia en el exclusivo restaurante se esparció rápidamente y debió abandonar el lugar custodiado por algunas personas que intentaron guiarlo rumbo a su vehículo entre una verdadera marea humana que celebraba por el título de Argentina en la Copa América.
Pero la escena se repitió en Key Biscayne, la zona donde se alojó la familia. Los videos del momento también se viralizaron. Una multitud de niños pegados a una valla aguardaron para al menos verlo pasar. Pero igual que sucedió a la salida del restaurant, y como también pasó en la puerta de la casa de sus suegros en Funes, la Pulga se acercó a los fans para firmarles casacas, objetos personales y prestarse para los flashes.
Vestido con una remera, bañador, gorra y ojotas. se zambulló entre las decenas de admiradores que le gritaban para que se acercara. “¡Messi, te amo!”, “¡bestia!” o “¡cómo te quiero!” son algunas de las dedicatorias que se logran distinguir entre el clamor.
La Pulga eligió una espectacular casa para distenderse junto a sus seres queridos. La propiedad que alquiló está frente al mar con una vista a la bahía desde todas las habitaciones. Un inmueble equipado con la última tecnología que tiene cuatro pisos con cinco habitaciones y cinco baños, garaje para varios vehículos y una piscina “infinita”.
Además cuenta con una sala de estar, sala de juegos y un moderno gimnasio que seguramente será utilizado por el futbolista rosarino para mantenerse físicamente a punto ya que que a sus 34 años tiene un principio de acuerdo para continuar con el Barcelona luego de haber quedado con el pase en su poder durante los primeros días de julio.
El entorno ideal para recargar las pilas luego del esfuerzo invertido en Brasil para alzar su primer título con la Selección Mayor, que rompió la sequía albiceleste de 28 años sin festejos (desde la Copa América de Ecuador 1993). Los fanáticos de aquí y allá se lo agradecen. Y Messi abona el idilio con gestos como el que se viralizó.
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