A lo largo de toda su carrera profesional, el Gran Campeón Mexicano enfrentó 115 peleas diferentes. En la mayoría de ellas pudo salir victorioso, pues de los 107 triunfos, 86 fueron por la vía del nocaut mientras que otras 21 fueron por medio de la decisión de los jueces. A pesar de haberse consagrado como uno de los mejores pugilistas de la historia, confesó que existe un personaje que lo pudo enviar a la lona en el auge de su carrera.
En una entrevista para TUDN, Chávez fue cuestionado sobre un posible reto en contra del boxeador panameño Roberto “Manos de Piedra” Durán. Aunque reconoció que hubiera sido uno de los eventos con mayor expectación en su carrera, confesó que no lo hubiera enfrentado en una de las divisiones que dominó porque su derrota hubiera sido inminente.
“Me hubiera gustado enfrentarme con él. En peso welter no, porque me hubiera chingado, pero en peso ligero y superligero ahí sí habría sido una gran pelea”, contó al micrófono del periodista Carlos Aguilar. Uno de los aspectos que le dan la certeza de que lo hubiera derrotado en dichas categorías fueron los exitosos resultados que obtuvo, pues se sobrepuso a Edwin Rosario, a quien despojó del título mundial de la AMB.
Sus más grandes glorias las gozó en la cima del peso ligero. Sin embargo, con miras en trascender y conquistar nuevos horizontes, Chávez ascendió a las 140 libras nueve años después de haber comenzado a desempeñarse como profesional. Fue en mayo de 1989 cuando venció por la vía rápida al estadounidense Roger Mayweather y se hizo del título del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) por lo que tuvo una entrada triunfante en la nueva categoría.
Sus nuevas metas no mermaron su rendimiento, pues continuó adelante como peleador invicto y rompió el récord de 65 victorias impuesto por Nino Benvenuti, Siguió adelante y realizó 12 defensas exitosas del título del CMB, por lo que tuvo la confianza de ascender a las 147 libras, o welter, en 1993. En ese nuevo reto obtuvo su primer empate ante Pernell Whitaker y decidió volver a su peso anterior.
En diciembre del mismo año realizó la defensa número 13 del cetro del CMB. Venció a Andy Holligan y aceptó el reto de Frankie Randall. Contra el estadounidense sufrió su primera caída a la lona, así como su primer derrota poniendo fin a sus 90 peleas como invicto en enero de 1994. Cuatro meses después tuvo la revancha y recuperó la fajilla, misma que defendió cuatro veces más antes de perder por segunda ocasión contra Óscar de la Hoya.
Por su parte, Roberto Durán fue un boxeador profesional originario de Panamá once años más grande que el mexicano. A pesar de la diferencia de edad coincidió en su época activa con Chávez. También tuvo un paso destacado como púgil en la categoría de ligero, aunque su osadía le hizo incursionar en categorías superiores hasta llegar a supermediano.
Manos de Piedra, como era conocido en el ámbito deportivo, sostuvo 119 encuentros a lo largo de su trayectoria. Del total, consiguió 103 victorias con un saldo de 70 nocauts, 32 decisiones y un retiro. En tanto, fue derrotado en 16 ocasiones, en las que cuatro fue víctima del cloroformo. A pesar de ello, fue reconocido por la revista Sports Illustrated como el mejor peso ligero de todos los tiempos.
Aunque su desempeño y fama en sus respectivos países gozó de niveles similares, nunca sostuvieron un enfrentamiento cara a cara. Por su parte, Chávez fue el primer boxeador mexicano en obtener tres títulos mundiales en la misma cantidad de categorías, aunque sus noches menos gloriosas las vivió como boxeador de peso welter. Por esa razón, un enfrentamiento con Durán pudo haber cambiado la historia o consagrarlo aún más.
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