Una lluvia permanente y constante. Un cielo gris. Y un campo de juego cargado de agua… El contexto no contribuía para nada al show. Pero Juan Lucero hizo que todos los fanáticos de Vélez se olviden por un instante del clima con el prematuro gol que le permitió al equipo de Mauricio Pellegrino ponerse en ventaja frente al Barcelona de Guayaquil.
El primer encuentro de los octavos de final de la Copa Libertadores comenzó de la mejor manera para los de Villa Luro. La calidad individual de Ricardo Centurión, la experiencia de Federico Mancuello, las proyecciones de Agustín Bouzat y la jerarquía de Lucas Janson fueron algunos de los argumentos que empleó el combinado de Liniers para arrinconar al elenco ecuatoriano.
A pesar de la superioridad velezana, los de Fabián Bustos intentaron llegar a la igualdad a través de remates de media distancia propuestos por Leonel Quiñonez, pero las sólidas respuestas de Lucas Hoyos atentaron contra los deseos de la visita.
Las limitaciones del Barcelona y la conformidad de Vélez llevaron a que el duelo siguiera sin grandes emociones. Los envíos aéreo que cayeron sobre el área local no representaron grandes preocupaciones en la última línea porteña, aunque el temor a cometer algún error no era un buen augurio por la ausencia de dominio territorial.
Fue un espectáculo pobre que dejó un sabor dulce en el equipo argentino. Los de Pellegrino no sólo se quedaron con la victoria, sino que además mantuvieron su valla invicta; lo que le permitirá jugar con margen la revancha. En caso de convertir en territorio ajeno, los ecuatorianos deberán celebrar tres tantos para quedarse con los boletos a la siguiente instancia. En un partido chato, el Fortín sacó su beneficio.
El ganador de esta llave se enfrentará con el rival que surja del cruce que protagonizan Cerro Porteño y Fluminense. Y en la ida disputada en Asunción, los brasileños ganaron 2-0. Todo parece indicar que el destino estará en Río de Janeiro.
Formaciones:
Árbitro: Raphael Claus, de Brasil
Estadio: José Amalfitani
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