Los Tigres, uno de los equipos con mayor historia y tradición en el beisbol mexicano, han transitado por diversas plazas y ciudades del país. Desde 2007, el estado de Quintana Roo ha sido el estado encargado de albergar sus partidos. Gracias a la tradición y el arraigo que el equipo ha tenido a la entidad, los directivos decidieron encaminar la remodelación casi inmediata del Estadio “Beto Ávila”, por lo que el equipo no contará con sede para disputar sus últimos encuentros como local.
De acuerdo con un comunicado difundido por medio de sus redes sociales oficiales, el último partido tendrá lugar el domingo 18 de julio. Después de esa fecha comenzarán las labores de construcción y remodelación del recinto deportivo ubicado en la ciudad de Cancún. De igual forma, confirmaron que las obras traerán beneficios a los aficionados, así como a socios comerciales, equipo y medios de comunicación.
Según la proyección, el Beto Ávila no será igual, pues la estructura deportiva que catalogaron como la más importante del estado “contará con nuevos pasillos, nuevas butacas, espacios más amplios, convirtiéndose en un ícono de nuestro estado en el que se podrán escribir nuevas historias emocionantes alrededor de 108 costuras”, aseguraron en el documento.
Ante el anuncio, el equipo perdió la oportunidad de albergar las series de local en donde recibirán la visita de los Leones de Yucatán y el Águila de Veracruz, entre el 23 y 25 de julio, así como del 3 al 5 de agosto, respectivamente. De igual manera, renunciaron a albergar los encuentros como locales en caso de clasificar a la postemporada y emprender la búsqueda directa por el título de la Serie del Rey, aunque los resultados obtenidos en la campaña actual los han orillado a planear la siguiente temporada de forma anticipada.
De acuerdo con el formato de competencia vigente para la campaña 2021, los seis mejores equipos de cada zona podrán disputar las eliminatorias para clasificar a las finales de división. Los Tigres, al día de hoy, se encuentran en el sexto lugar de la clasificación de la zona sur, pero corren el riesgo de ser alcanzados por los Bravos de León, que están a una victoria de empatarlos.
Ante dicha situación de incertidumbre, el equipo no ha confirmado si contará con una sede provisional. Los aficionados cuestionaron qué pasará con los partidos pendientes en redes sociales. Otros, sin embargo, expresaron su deseo de volverlos a ver en la capital aunque sea durante las dos series en donde no tienen una sede confirmada. Cabe mencionar que, gracias a su paso por la Ciudad de México, el equipo cuenta con un número importante de seguidores en la entidad.
Por otro lado, con la noticia pusieron fin a los rumores del cambio de sede que comenzaron a circular en octubre de 2020. En aquel año, en medio de la cancelación de la temporada, así como de la crisis sanitaria y económica, los propietarios y directivos del cuadro enviaron una solicitud a la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) para que les autorizaran el cambio de ciudad. No obstante, conservarán la plaza de su propiedad en el estado de Quintana Roo.
Un equipo histórico para el deporte mexicano
Los Tigres tienen su origen en el Distrito Federal. El 10 de abril de 1955 comenzaron a tener participación el circuito profesional y obtuvieron su primer campeonato gracias a su fundador Alejo Peralta. Desde entonces, y hasta el año 2002, compartieron la plaza con los Diablos Rojos del México en el extinto Parque de Pelota del Seguro Social. En el periodo conquistaron 8 títulos.
Luego de 46 años en la capital, el equipo que nació campeón cambió de sede a la ciudad de Puebla. Como los Tigres de la Angelópolis, conquistaron la novena corona en el marco de su 50 aniversario. Dos años más tarde optaron por el cambio a la ciudad que los acoge actualmente. En 2020, un grupo de accionistas encabezados por Fernando “El Toro” Valenzuela decidió adquirir la franquicia con la intención de conservarla en la entidad.
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