En el estadio la Nueva Olla de Asunción, Cerro Porteño y Fluminense abrieron su llave por los octavos de final de la Libertadores y fue la visita la que sacó ventaja con un 2-0 que lo dejó muy bien parado de cara al desquite en Río de Janeiro. Sin embargo, hubo un fallo escandaloso que perjudicó al dueño de casa: el VAR sancionó una posición adelantada que no existió. Mauro Boselli ponía en ventaja (minuto 40) al Ciclón de Barrio Obrero y el árbitro argentino Facundo Tello, a instancias de los asistentes de la cabina, le anularon el gol.
Francisco Arce, entrenador de Cerro, explotó de bronca en conferencia de prensa por la polémica decisión: “Fue un error muy obvio. Muy evidente. Es imposible que no se hayan dado cuenta, al menos los que estaban haciendo el VAR allá arriba. También el línea con este nuevo concepto de que se espera hasta el final para poder levantar, levantó muy rápido. Nos deben una disculpa. Son tantos, se invierte tanto. A veces hasta nos invitan a nosotros para participar de seminarios, de charlas, pero sinceramente nos robaron a mano armada deliberada en nuestra propia casa”.
La Conmebol difundió el audio con la comunicación entre Tello y el chileno Cesar Deishler, a cargo del VAR. La primera explicación en off aclaró: “Al chequear la jugada con un ángulo muy cerrado, deja de tener en cuenta a un defensor que se encuentra en la parte inferior de la pantalla para la puesta de líneas virtuales y que habilitaría a todos los delanteros caracterizando un error en la decisión final”.
En la conversación primero advirtieron una supuesta mano en el área que constataron que no era tal y luego le pidieron a Facundo Tello que retrasara el reinicio del juego para chequear si había offside de Mauro Boselli o no. “Vamos a tener que tirar línea”, advirtieron desde la cabina del Video Ref, con la imagen zoomeada que dejó afuera al defensor del Fluminense que estaba en la parte baja de la pantalla. “Fuera de juego, confirmado fuera de juego”, dijeron con seguridad sin percatarse del grosero error que estaban cometiendo.
Pero esto no fue todo, porque en el complemento hubo otra polémica en el área de los brasileños: en su intento por bajar la pelota con su humanidad, Nené pareció amortiguarla con su brazo izquierdo. La voz en off anticipó antes de publicar el audio de la acción: “El VAR llamó para revisión por un potencial error de mano. El árbitro, al rever las jugadas con distintos ángulos y velocidades, decide mantener su decisión inicial porque el balón toca en una parte permitida”.
Luego de repasar varias veces la repetición, el VAR decide llamar a Tello para que revea la acción en la pantalla porque comprendieron que el balón había dado en el bíceps izquierdo del jugador brasileño, que tenía el brazo abierto. Pero el juez argentino observó otra cosa: “No pega en el brazo, muchachos, pega en la parte del hombro, una parte permitida del brazo”. Árbitro y asistente del VAR no se terminaron de poner de acuerdo ya que en cancha se oyó “eso es hombro” mientras desde la cabina aseguraban que “es brazo”. Como la potestad de tomar la decisión final es del árbitro principal, Facundo Tello dejó proseguir el juego y no sancionó la pena máxima: “Sigo con la decisión que tengo, no es penal”.
Como consecuencia de su pésimo desempeño, algunos de los árbitros que estuvieron presentes en Cerro-Fluminense fueron destituídos de la designación para el partido entre Olimpia e Inter de Porto Alegre, según confirmó la Conmebol (mañana desde las 21:30 en Asunción). Julio Fernández, juez de línea argentino que participó en la jugada del supuesto offside de Boselli, fue reemplazado por el uruguayo Martín Soppi. Facundo Tello, quien iba a hacer las veces de cuarto árbitro, fue cambiado por el uruguayo Diego Riveiro. Y los chilenos César Desishler y Eduardo Gamboa, encargados ayer del VAR, le dejarán sus lugares a los uruguayos Esteban Ostojich y Pablo Llarena. El argentino Patricio Loustau, que ayer fue cuarto, será el referí principal. El juez asistente argentino Cristian Navarro mantuvo su lugar.
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