El partido se jugó como lo que fue. Una final entre dos históricos rivales que sabían el valor que tenía una victoria. Por eso se vieron varias acciones violentas durante, sobre todo, la primera etapa y ya en la segunda parte del encuentro hubo cruces entre los futbolistas de ambos planteles. Con el gran gol de Ángel Di María a los 22 minutos de juego, Argentina se puso al frente en la final de la Copa América y supo aguantar el resultado, pero hubo una acción que le paralizó el corazón a los fanáticos de la Albiceleste.
A los 9 minutos del epílogo, Richarlison fue el gran protagonista de Brasil y sus aspiraciones para igualar el duelo en el Maracaná de Río de Janeiro. En una acción que comenzó por el costado derecho, el jugador del Everton definió al gol, pero el árbitro, a instancias del juez de línea, cobró posición adelantada.
Pero la historia no terminó ahí: en la jugada siguiente, otra vez fue el atacante brasileño el que tuvo la opción de igualar el encuentro, pero ahí fue donde apareció Dibu Martínez para tapar un remate que iba al primer palo. Una vez, como en toda la Copa América, el portero del Aston Villa fue vital con sus apariciones para sostener al equipo de Scaloni.
El ex arquero de Independiente, que se fue joven de la Argentina buscando sus sueños en Europa, dejó el Arsenal para sumarse a un club con menor poderío para sumar minutos de juego con el objetivo de atajar en la selección argentina. Y vaya que lo logró. Durante el torneo que se disputó en territorio brasileño, el oriundo de Mar del Plata fue decisivo en varios encuentros para mantener el cero, y su gran actuación fue en las semifinales contra Colombia. Ahí atajó tres penales en la tanda decisiva que marcó la clasificación de la Albiceleste.
En los últimos minutos, Martínez tapó un disparo y mandó el balón por arriba del travesaño para completar su tarea. Estuvo seguro durante todo el encuentro y, en las acciones que tuvo que responder, le opacó a Richarlison la oportunidad de igualar una historia que se definió en favor de Argentina, que tras casi tres décadas de desilusiones, volvió a gritar campeón de América. Y ni más ni menos que en el mítico Maracaná.
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